Así es como la ingeniería inversa cambió la historia de la informática para siempre
IBM era el dueño y señor de los bits y los bytes a principios de los ’80. En aquella época Apple, Microsoft y los fabricantes de aquellos legendarios ordenadores de 8 bits también despuntaban, pero todo daba igual: el gigante azul dominaba con mano firme la informática empresarial , y para muestra un botón: el PC no se llamaba PC. Se llamaba IBM PC.
Los responsables de aquella empresa nos tenían a todos bien atados, y lo hacían con una técnica de lo más efectiva: aunque publicaron buena parte del código fuente del sistema operativo que gobernaba aquellos PCs antediluvianos, lo que no permitían replicar era el código de la BIOS, aquel sistema que les permitía ser los únicos en poder ofrecer sus PCs. Y entonces llegó Phoenix Technologies para cambiar el mundo -nuestro mundo- con una técnica mucho menos oscura de lo que podría parecer: la ingeniería inversa.