Ha pasado un mes desde el lanzamiento de los iPhone 15 y iPhone 15 Pro, pero también de la renovación de las dos de las familias de Apple Watch. La propuesta de Apple para los siguientes meses son el Apple Watch Ultra 2 y el Watch Series 9 y, al igual que ocurrió con el Apple Watch Series 8, la nueva generación de ambos relojes es más una renovación interna que externa.
He estado probando el Apple Watch Series 9 durante tres semanas para este análisis y vamos a ver qué tal se porta la nueva generación del smartwatch de Apple y, sobre todo, si las novedades de este modelo justifican un cambio generacional si tienes alguno de los anteriores.
Ficha técnica del Apple Watch Series 9
Diseño: el de un Apple Watch
Si ponemos el Apple Watch Series 9 al lado de un Series 8 o Series 7, sería complicado distinguir la generación. El nuevo modelo es calcado a los dos anteriores, pero cuando decimos que es calcado es que es… indistinguible. Habría un modo: poner los tres a pleno Sol, ya que la pantalla de la nueva generación es donde saca músculo, pero si no, es imposible distinguir entre los últimos Apple Watch.
Las dimensiones son calcadas y en la hoja técnica hay algo en lo que ambos se diferencian en lo que a la construcción se refiere: el Series 9 es 0,1 gramos más ligero tanto en el modelo de 41 milímetros como en el de 45 milímetros respecto a la generación anterior.
Fuera bromas, ya que esa minúscula diferencia de peso no supone absolutamente nada, Apple ha seguido la máxima de que, si algo funciona, no lo cambies. No sabemos qué pasará el año que viene, cuando se cumplan diez años del modelo original (todos sabemos qué hizo Apple cuando se cumplieron los diez años del iPhone -el disruptivo iPhone X-), pero de momento seguimos con este diseño cuadrado que tan bien funciona para algunas cosas.
El debate sobre si relojes cuadrados o redondos es algo en lo que no vamos a entrar en este análisis del Apple Watch Series 9, pero está claro que es algo que les funciona, que muchas compañías copian con diseños muy inspirados en el de los Apple Watch y que tiene unos elementos muy reconocibles, como esa corona descentrada en uno de los laterales.
Me gusta mucho que la corona cuente con ese perímetro en color rojo, ya que le da un punto interesante a nivel de diseño, pero lo realmente importante es que el tacto y las sensaciones siguen siendo geniales. Es una corona muy, muy sólida que permite navegar por el sistema de una forma rápida y precisa.
Cuando la giramos, ofrece una pequeña vibración háptica que se siente genial y da ese ‘feedback’ como si estuviésemos tocando un componente mecánico. No es tan realista y placentero como el bisel del Galaxy Watch6 Classic, pero la respuesta es muy sólida. Hay muchas coronas muy, muy buenas en el mercado, pero habiendo analizado los modelos más premium de otras compañías este 2023, la del Apple Watch sigue siendo la más suave.
Lo que no me gusta tanto es el botón alargado. En lo que a diseño se refiere, sí, queda genial porque está perfectamente alineado con el cuerpo y es muy discreto. Además, el ‘clic’ resultante de la pulsación es fantástico y responde genial, pero precisamente que no tenga nada de relieve es algo que no resulta óptimo en algunas situaciones.
Por ejemplo, si estás corriendo o en una sesión de gimnasio y quieres pulsar ese botón, puede que no aciertes a la primera. Y eso por no hablar de que se acerca el frío y no es el botón más amigable con los guantes. Pero más allá de eso, las sensaciones a la hora de realizar la pulsación son tan buenas como con la corona.
La caja del Apple Watch Series 9 de este análisis es la de aluminio y el tacto es muy bueno. En este color Midnight, la suciedad se nota bastante. Las huellas se marcan, las gotas con jabón tras fregar los platos son evidentes y tras una sesión deportiva, también estará algo sucia por el sudor.
Es algo que se quita tras una pasada con un pañito o el borde de la camiseta. Y tengo que decir que en la web de Apple parece más azulado, pero es prácticamente negro.
Y la trasera está fabricada en cerámica con un cúmulo de sensores en la parte central, un relieve que casa a la perfección con la forma convexa de la base de carga y el famoso sistema de cambio de correas que sigue funcionando tan bien como en la primera generación.
Respecto a esto, si te estás preguntando si en un Apple Watch grande puedes usar correas de modelos de 38 o 41 milímetros, no tengas miedo porque quedan genial. Para la prueba tuve una de las correas de microtela y la nueva de Nike (que cuenta con un tacto espectacular y unos acabados muy, muy premium), pero para hacer deporte y cambiar, he usado mis correas pequeñas y sí, queda un hueco en los extremos, pero es inapreciable en el día a día.
Pantalla impresionante en cualquier situación
En diseño no hay ningún cambio y en pantalla, aunque las especificaciones son las mismas que en la generación anterior, tenemos un brillo que es una auténtica locura. Es, como me gusta decir, calidad de vida, ya que no te tienes que preocupar de que haya cierto ángulo para verlo en el día más soleado del año. Simplemente, vas a ver bien la pantalla.
No es habitual que de una generación a otra veamos un salto tan evidente en alguno de los apartados, pero en este caso pasamos de los 1.000 nits máximos del Series 8 a los 2.000 nits máximos en este Series 9. De hecho, es el mismo brillo que tanto nos gustó el año pasado en el Apple Watch Ultra. El mínimo es de 1 nit que se utiliza en situaciones de oscuridad extrema y hace que la pantalla sea visible a duras penas, pero viene bien para las noches.
El sensor que ajusta el brillo de forma automática en función de la situación funciona de maravilla y en una situación como la de estar al aire libre en una calle sin sombra y entrar a una tienda, coloca el brillo del panel donde debe de forma muy precisa. No he tenido que tocar manualmente el brillo ni una sola vez en estas tres semanas.
¿Por lo demás? La experiencia es la misma que la que tuvimos en la generación anterior. El panel sigue siendo OLED con una diagonal de 1,9 pulgadas en el modelo con la caja de 45 milímetros. La resolución es de 484 x 396 píxeles y eso nos arroja esa densidad ‘Retina’ que llama Apple de 326 píxeles por pulgada.
Los iconos y toda la información de la pantalla se ve genial y los colores son ricos y profundos. La interfaz de Watch OS sabe sacar partido a los fondos en color negro para que todo lo que sea a color destaque especialmente. Además, la respuesta a los toques es muy buena y que sea un panel LTPO (bajando el refresco en el modo Always-on Display para ahorrar batería) sigue siendo un buen punto.
No me gusta tanto la capa oleófuga, ya que las huellas se quedan marcadas con facilidad en la pantalla. Sí, pasas un pañito y se limpian fácil, pero sobre todo si llevas el modo Always-on Display o una esfera con el fondo negro, las huellas se notan bastante.
La protección hidófoba sí me gusta, apagando la pantalla cuando le cae agua y haciendo que las gotas resbalen para que, si tocamos la pantalla, no haya muchas interferencias y animaciones raras.
Y ya que estamos hablando de protección, el Watch Series 9 cuenta con protección IP6X y resistencia al agua hasta una profundidad de 50 metros. El cristal es de Ion-X en los modelos de aluminio y de zafiro en los de acero inoxidable. Los de zafiro son más resistentes a golpes y arañazos, pero tengo el de Ion-X y, al ser un reloj, algún restregón se ha llevado con una pared o con las pesas y, tras tres semanas, está impoluto.
Tan fluido como siempre
La pantalla y el diseño (sobre todo en u reloj) son elementos muy importantes, pero el software y ese cacareado ecosistema de Apple es lo que convierte al Apple Watch en el mejor reloj si tienes un iPhone. No estoy descubriendo nada nuevo, es algo que decimos en casa review de uno de los relojes de Apple, pero es que la experiencia está muy pulida.
Vamos primero con el hardware. Tenemos el SiP (el procesador, vaya) Apple S9 de doble núcleo de 64 bits. Tiene un Neural Engine (una NPU) de cuatro núcleos y hay una única opción de almacenamiento de 64 GB que sirve tanto para aplicaciones como para música.
Si hablamos del rendimiento puro y duro sólo del reloj, debemos hablar de un dispositivo tremendamente estable y, sobre todo, rápido. La navegación por Watch OS es perfecta, con unas muy buenas animaciones y unos tiempos de carga muy cortos para las apps nativas. La multitarea funciona muy bien y si hemos abierto una app, volver a la misma es instantáneo al tocar en su icono.
Con aplicaciones de terceros, depende muchísimo de la optimización de cada aplicación. Por ejemplo, tengo media casa con enchufes de Meross y la app abre genial. Sin embargo, la de Roborock tarda muchísimo en abrir. Xiaomi Home también tarda los suyo, pero Google Maps, Spotify, YouTube Music o Kernel funcionan de lujo.
Está claro que el procesador es potente y es algo que se palpa en esa fluidez a la hora de hacer cualquier cosa, así como cuando estás entrenando y sales de la pantalla contabilizadora para abrir el correo o un mensaje que te llegue, responder sin ningún problema (con el teclado en pantalla, un sistema voz a texto que funciona genial o con frases predefinidas) y volver a la pantalla de entreno.
Ahora bien, el Series 8 también sigue muy de actualidad, y la generación anterior más de lo mismo. De hecho, las principales novedades como los nuevos widgets, el modo de cambiar las esferas con sólo una funcionando a la vez, las nuevas zonas de cardio en el modo entrenamiento o la app de medicación tienen más que ver con Watch OS 10 que con el propio reloj.
Y la política de actualizaciones de Apple es muy extensa, por lo que Watch OS 10, con un mejor o peor funcionamiento, está disponible desde el Watch Series 4, incluido, en adelante. Hay algo que sí es exclusivo de este Series 9: la función de doble toque en la que quiero profundizar más adelante.
Algo que también se nota con el SiP Apple S9 es que Siri es más rápida. No soy mucho de usar Siri, la verdad, pero cuando estoy lavando los platos o jugando a la consola, sí tiendo a pedir cosas al asistente y el procesado, al hacerse dentro del sistema, es más veloz en esta generación. No es instantáneo, todavía no estamos en ese punto, pero es realmente fluido.
Y en términos de configuración, en el Apple Watch y en el iPhone tenemos, básicamente, los mismos. De hecho, sólo he configurado algo en la app ‘Watch’ del iPhone cuando quiero ver si puedo instalar mis apps en el reloj. Para todo lo demás, incluso la configuración de modos, tienes el apartado de configuración del Watch.
Hablando de los modos, la sincronización con el iPhone va de maravilla y la medición de sueño funciona siempre que tengamos el modo ‘Descanso’ activado. Para ver los datos del sueño, debes ir a la aplicación de ‘Salud’ del móvil, donde además tenemos consejos para mejorar nuestra calidad de vida y se desgranan ciertas métricas como la frecuencia cardíaca, los niveles de ruido en nuestro ambiente, datos de la frecuencia respiratoria, oxígeno en sangre y datos de movilidad.
Lo que no podemos ver aún es la temperatura de la piel. El Apple Watch Series 9 repite con el termómetro, pero sólo se usa para ciertos algoritmos y para el control del ciclo menstrual. Tampoco es que la temperatura de la piel en la muñeca sea un factor determinante, pero habría estado bien que lo implementaran.
En definitiva, es un sistema muy sólido, como siempre, que va igual de bien que años anteriores y cuyas novedades están más ligadas a Watch OS 10 que al propio Apple Watch Series 9.
Doble toque vs Assistive Touch
Sin embargo, como comentaba, hay algo que sí es exclusivo de este modelo: el doble toque. No hay que comprar dispositivos confiando en futuras actualizaciones de software y ese es el motivo (además de para probar bien la batería) por el que hemos tardado algo más en hacer el análisis del Apple Watch Series 9.
Y es que, como decimos, la mayor parte de las novedades en este modelo tienen que ver con el brillo de la pantalla, la velocidad de todo el sistema y el sistema de doble toque. Se anunció como una de las grandes características para el Series 9 en el evento de presentación, pero no ha sido hasta este 25 de octubre cuando se ha lanzado la función gracias a Watch OS 10.1.
Según Apple, este doble toque es exclusivo del Series 9 y del Watch Ultra 2 debido a las nuevas capacidades de procesamiento y NPU del nuevo SiP, pero realmente ya se podía controlar el Apple Watch cerrando el puño o dando toques con el dedo índice y el pulgar.
Esto se encontraba en las opciones de accesibilidad (y, de hecho, también se encuentra ahí en los Series 9 y Watch Ultra 2), pero en estos dispositivos hay un ajuste aparte para este gesto. En el menú de ‘Configuración’, podemos encontrar la tarjeta ‘Gestos’ entre las de ‘Disposición de apps’ y ‘Accesibilidad’ y funciona de forma muy similar a lo que ya ofrecía la opción de accesibilidad.
Es cierto que la función de accesibilidad lo que permite es navegar por cada pantalla, ya que, como su nombre indica, es un ajuste de accesibilidad, pero con el doble toque sólo podemos interactuar con las apps y pantallas configuradas para ello.
Por ejemplo: si estamos en la esfera principal y damos un doble toque, pasamos a ver el menú de widgets. Si vamos dando dobles toques, vamos navegando entre ellos. Si nos llaman, podemos descolgar con el doble toque y si estamos reproduciendo música, con un doble toque podemos pausar o reproducir el contenido.
La función se llama ‘double tap’, literalmente, así que es algo más limitada que el control por gestos de accesibilidad, pero lo cierto es que es más útil de lo que pensaba para ciertas situaciones en las que usar las dos manos sería algo más incómodo.
Pero al final, viendo que es más limitado que los gestos de accesibilidad, no llego a comprender por qué sólo es posible con el procesador de la última generación. De hecho, justo arriba tienes un vídeo en el que muestro qué puedes hacer con el doble toque y qué con los toques y gesto de cerrar el puño de los ajustes de accesibilidad.
Haciendo deporte con el Apple Watch Series 9
Ya hemos comentado que el Apple Watch tiene un montón de opciones de salud para intentar llevar un control sobre nosotros y nuestro alrededor, pero es evidente que hay que hablar de la faceta más deportiva.
Aparte de la gran cantidad de deportes que podemos monitorizar, podemos realizar ejercicios por intervalos y, como en la generación anterior, en ciertos deportes tenemos las zonas aeróbicas bien diferenciadas. Si seleccionas carrera o bici estática, puedes ver en qué zona de rendimiento te encuentras navegando por las esferas.
Las estadísticas de los entrenamientos se pueden ver a posteriori tanto en el Watch como en la aplicación Fitness o la de Salud en el iPhone y considero que los datos son bastante completos. No son los más minuciosos que se pueden ofrecer (y hay veces que la frecuencia cardíaca se muestra con barras y es algo confuso), pero tienes lo que necesitas para comparar entrenamientos.
Si estás andando o corriendo, automáticamente salta el modo de ejercicio automático (casi siempre, hay alguna ocasión en la que no ha detectado que estaba entrenando cuando sí debería haberlo hecho) y tengo que decir que el GPS funciona bien.
Como siempre en este tipo de relojes, tenemos un margen de error, pero por mis pruebas, no recorta excesivamente las esquinas, no marca que atravieso laterales de edificios o que paso por el tejado y en un par de ocasiones pasando exactamente por el mismo punto, excepto un par de tramos, las mediciones fueron idénticas.
Dentro de la app de Salud tienes más estadísticas, y aquí sí puedes profundizar lo que quieras en diferentes apartados de salud, algunos muy curiosos como el análisis de la zancada, la longitud de nuestros pasos o la asimetría de la marcha.
Todo en lo que pinches tiene sus dos o tres párrafos de explicación y si eres curioso y te quieres cuidar, no viene nada mal. Pero bueno, al final muchas de estas funciones y estadísticas dependen más del iPhone que del Apple Watch, pero si te has comprado un Watch por salud, que sepas que la app de Salud es muy completa.
El sistema de anillos sigue siendo robusto y te anima a entrenar, así como las medallas. Y si te preocupa la fiabilidad de los sensores, no tengo un oxímetro para comparar mi nivel de oxígeno en sangre, pero la Fitbit Charge 6 y el Apple Watch Series 9 me dan unas pulsaciones calcadas haciendo ejercicio. Además, comparando con una banda pectoral, las pulsaciones también son muy similares en el entrenamiento.
Autonomía para casi dos días, aunque depende de lo que hagas
Cuando hablamos de la autonomía en un teléfono móvil, podemos contar nuestro uso y, además, tenemos el dato evidente de las horas de pantalla encendida y las horas totales de autonomía. Es algo que siempre viene bien para dar más contexto, pero con un reloj es algo más complicado.
Apple nos dice que los nuevos Watch 9 tienen una autonomía de 18 horas con las siguientes condiciones:
- 90 comprobaciones de la hora.
- 90 notificaciones (sin especificar vibración).
- 45 minutos de utilización de apps.
- Un entrenamiento de 60 minutos reproduciendo música desde el reloj por Bluetooth.
Con mi uso, no he tenido que poner a cargar el reloj cada noche, como sí indica Apple. De hecho, he tenido para casi dos días de uso sin mucho problema con un uso que no considero ligero.
Tengo notificaciones, pero evidentemente no se me muestran en el reloj si tengo el iPhone desbloqueado, realizo varias comprobaciones de hora (no 90) y lo que sí hago es incluir un entrenamiento diario. La música no la reproduzco desde el reloj, sino directamente desde el iPhone y de 23 a 7 tengo programado el modo descanso.
A continuación, te dejo algunas de las mediciones que he conseguido y la esfera con la que lo he logrado, por si lo quieres poner a prueba si tienes actualmente un Apple Watch:
- Empiezo a usarlo un martes a las 14:30 con esfera ‘deporte’ y sin Always-on Display. Tengo batería hasta las 12:45 del jueves.
- Empiezo a usarlo un jueves a las 14:00 con esfera ‘minimalista’ sin Always-on Display. Tengo batería hasta las 10:35 del sábado
- Empiezo a usarlo un sábado a las 20:00 a las con esfera ‘minimalista’ con Always-on Display. Tengo batería hasta las 17:20 del lunes.
- Empiezo a usarlo el martes a las 11:45 con la esfera ‘pantalla completa’ con Always-on Display. Desperté el jueves sin batería.
Ahora bien, tengo que decir que estas mediciones son del 100% hasta que el Watch muere por completo, y esto no es lo más recomendable. De hecho, en mi reloj personal intento cargar siempre cuando llego al 20%. Si algún día, por lo que sea, estoy fuera de casa, lo estiro sin problema, pero cuando llego a esa cifra, toca hacer la carga.
Con un uso convencional, sin estirar la batería para ver cuánto es el máximo, recomiendo cargarlo mientras trabajas o estudias. De este modo, mantienes la batería en un rango más sano para la misma y son momentos en los que, si recibes notificaciones, tienes el móvil al lado o la pantalla del ordenador.
Además, así puedes aprovechar la función de medición de sueño sin preocuparte de si al día siguiente te levantarás con batería para el resto de la jornada o si tendrás que llevar el cargador en la mochila. Porque sí, tenemos el modo de bajo consumo que desactiva varias funciones, limita los sensores y desactiva la conexión (sólo vale para ver la hora), pero es mejor no llegar a ese extremo porque limita en exceso la esencia de un smartwatch.
Sobre la carga, cargando conectado a un cargador de 20 W PD, los tiempos son los siguientes:
- 5 minutos – 10
- 10 minutos – 24
- 15 minutos – 30
- 20 minutos – 37
- 25 minutos – 43
- 30 minutos -52
- 35 minutos – 58
- 40 minutos – 70
- 45 minutos – 78
- 50 minutos – 88
- 55 minutos – 91
- 60 minutos – 94
- 65 minutos – 98
- 68 minutos – 100
Me sorprendió que en cinco minutos pasara del 10% al 24%, pero tras ese empujón inicial, se estabiliza con una carga más lineal y lenta hasta llegar al 100%.
Apple Watch Series 9, la opinión de Xataka
Y, al final, el Apple Watch 9 es una renovación interesante dependiendo del reloj que actualmente tengas en la muñeca. Si vienes de un Series 6 o un modelo SE, comprar el último modelo asegura dos cosas.
La primera es que el rendimiento va a ser superior gracias a una mayor fluidez y funciones exclusivas que han ido lanzando con las últimas generaciones. La segunda es que se quedará desfasado más tarde gracias a que el procesador es mucho más potente y admite más años de actualizaciones.
Sin embargo, y siendo claros, si tienes un Apple Watch Series 7 o Series 8, las novedades no justifican el salto a esta nueva generación. De hecho, la gran mayoría dependen del software. Además, el diseño es exactamente igual, por lo que tampoco hay un cambio estético que pueda justificar la compra.
Ahora bien, está claro que es una opción estupenda si, como digo, vienes de un Apple Watch con tres años a sus espaldas. La pantalla más brillante es una absoluta delicia en cualquier situación y el sistema de brillo automático funciona a la perfección. Además, el S9 es un SoC extremadamente potente y no afecta a la autonomía.
Y el punto más importante es que se sigue tratando del mejor reloj para emparejar con un iPhone debido a la excelsa comunicación entre miembros de la misma familia. Si consideras que necesitas cambiar de modelo o quieres pasar de una pulsera inteligente a un smartwatch, es el mejor compañero que puede tener tu iPhone sin irte al precio, y al tamaño, del Apple Watch Ultra 2.
El dispositivo ha sido cedido para la prueba por parte de Apple . Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas .
– La noticia Apple Watch Series 9, análisis: ambición controlada en el que sigue siendo el mejor amigo del iPhone fue publicada originalmente en Xataka por Alejandro Alcolea .