ChatGPT se ha convertido en una de las aplicaciones de inteligencia artificial del momento. En la actualidad, millones de personas la utilizan para diversos fines, que van desde resumir documentos y crear textos hasta descubrir errores de programación en su código.
Sin embargo, aunque hayan aceptado los términos del servicio, no todos los usuarios saben que sus conversaciones no son tan privadas como imaginan. Y esto es tan solo una parte de los datos que recopila OpenAI, la compañía estadounidense detrás del famoso chatbot.
Lo que ChatGPT recopila de sus usuarios
Cuando utilizamos servicios de mensajería, clientes de correo electrónico y procesadores de texto, por citar algunos ejemplos, solemos asumir que los datos que ingresamos están protegidos. Es decir, que solo pueden ser vistos por las personas hacia los que van dirigidos.
Las cosas en ChatGPT son diferentes. Estamos frente a un sistema de carácter experimental que ha sido lanzado al público cuando todavía se encuentra en pleno desarrollo y no es el adecuado para compartir secretos o información confidencial. Precisamente, uno de los elementos clave para mejorarlo son las conversaciones.
“Como parte de nuestro compromiso con una IA segura y responsable, revisamos las conversaciones para mejorar nuestros sistemas y garantizar que el contenido cumpla con nuestras políticas y requisitos de seguridad”, dice OpenAI en un FAQ en su página web.
En el mismo documento señala que las conversaciones pueden ser incluso revisadas por sus “entrenadores de IA” para mejorar sus sistemas. En otras palabras, lo que se escribe en el cuadro de conversación de ChatGPT puede ser visto también por empleados de la compañía.
Pero las cosa no acaba ahí. Como señalan nuestros compañeros de Genbeta, la política de privacidad arroja algo más de luz sobre la recopilación de datos. La compañía dirigida por Sam Altman indica que al utilizar sus servicios puede recopilar la siguiente información personal:
- Nombres
- Datos de contacto
- Credenciales de la cuenta
- Información de pago
- Historial de transacciones
- Entrada y carga de archivos
- Protocolo de Internet
- Tipo y configuración del navegador
- Fecha y hora de las solicitudes
- Forma de interacción con las webs de OpenAI
- Sistema operativo
- Tipo de dispositivo
Como decimos, la mencionada información personal puede ser utilizada para mejorar los productos y servicios existentes de OpenAI, así como crear nuevos. Ahora bien, también existe la posibilidad de que estos datos acaben en manos de terceros. Y hay unas cuantas razones por las que esto podría suceder, siempre ateniéndonos a lo que dice la compañía. Veamos.
Vendedores y proveedores de servicios. Dicen que pueden proporcionar información personal a estos actores externos para ayudar a satisfacer sus necesidades comerciales.
Transferencias comerciales. En caso de que OpenAI sea vendida y absorbida por otra compañía, se reorganice, se presente en quiebra u otros escenario similares, los datos pueden ser transferidos.
Requisitos legales. Aquí la compañía dice que los datos también pueden ser transferidos en casos en los que deban cumplir con obligaciones legales.
Afiliados. También señalan que pueden compartir información personal con una entidad que controla, es controlada o está bajo control común de OpenAI.
Como podemos ver, el sistema de recolección de datos de la compañía no es precisamente pequeño y es importante tenerlo presente a la hora de utilizar sus servicios. Esto también ha hecho saltar la alarma de algunos países. Italia, sin ir más lejos, ha prohibido ChatGPT y otros países europeos como Alemania y Francia también podrían seguir sus pasos.
Imágenes: Javier Marquez con Bing Image Creator / Captura de pantalla de ChatGPT
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– La noticia ChatGPT también es una máquina de recolección de datos: esto es todo lo que guarda el famoso chatbot de OpenAI fue publicada originalmente en Xataka por Javier Marquez .