En los primeros días de la pandemia, Dubái sufría una grave crisis inmobiliaria. Los promotores se encontraron con un enorme volumen de mansiones y casas de lujo que nadie iba a comprar hasta que hubiera pasado la pandemia. Ante la imposibilidad de recuperar las inversiones a corto plazo.
Fue entonces cuando Akshay Naheta, ex ejecutivo de SoftBank Group consideró que era el momento perfecto para comenzar a hacerse con esas parcelas y mansiones a medio construir. El ejecutivo consiguió acumular el 20% de las parcelas de Jumeirah Bay Island en Dubái. La isla está tan cerca de la costa que permanece unida a tierra firme por un único puente de acceso. Las comparaciones con Indian Creek de Florida, conocida como ‘Billionaire Bunker’, son más que evidentes.
Jumeirah Bay Island Bay comenzó a urbanizarse en 2017, pero con la llegada de la pandemia se paralizó su construcción. Tras tres años de desarrollo urbanístico, el proyecto comienza a dar sus frutos con la salida al mercado de 10 mansiones de lujo situadas en un enclave exclusivo a poco más de ocho kilómetros del centro de Dubái.
La isla cuenta con playas de blanca arena fina bañadas por las aguas cristalinas del Golfo Pérsico, y a pie de esas playas, unas espectaculares mansiones que sus promotores esperan vender por un total de 2.000 millones de dirhams emiratíes, que al cambio vienen siendo unos 504 millones de euros.
Las villas que se ponen a la venta tienen entre 1.900 y 4.200 m2 de superficie, distribuidos en seis habitaciones, acceso privado a playa, garaje para siete coches, spa privado, habitaciones para el personal y una piscina en la azotea con vistas al skyline de Dubái. Cada una de las villas está valorada en más de 100 millones de dirhams (unos 27 millones de dólares). Su precio puede parecer algo elevado, pero en abril de 2023 se vendió una parcela sin construir en Jumeirah Bay Island por 34 millones de dólares.
A la isla ya se la conoce como la Isla de los Millonarios porque en ella ya se han establecido algunos nombres importantes en el ámbito de las finanzas, el petróleo y deportistas de élite que recientemente se han mudado a Emiratos Árabes Unidos. Las similitudes con el Búnker de los millonarios de Florida no dejan aparecer y su densidad de millonarios por metro cuadrado cada vez está más igualada.
La discreción y la privacidad impera en torno a los habitantes de Jumeirah Bay Island, pero ya se ha sabido que el nombre de algunos de este enclave privilegiado. El complejo privado donde se encuentran el conjunto de villas de lujo cuenta con un club náutico propio, un resort de playa y restaurantes de alta cocina internacional.
Todo este lujo ha atraído a algunas de las mayores fortunas locales, como el millonario saudí Mohammed Abdul Latif Jameel; el oligarca ruso de la siderurgia y miembro en activo de la Duma Estatal rusa Andrei Skoch; la magnate rusoangoleña Isabel dos Santos, considerada como la primera mujer multimillonaria de África o el millonario israelí del juego Teddy Sagi. El último en llegar ha sido Cristiano Ronaldo, uno de los deportistas mejor pagados del mundo, que compró una mansión en la isla que le será entregada en 2024.
En la isla se ubican tres hoteles de cinco estrellas: el Bulgari Resort Dubai, Mandarin Oriental, Four Seasons y Bulgari Resort. Hoteles de lujo en el que se hospedan clientes igualmente exclusivos a razón de 1.400 euros la noche. Entre sus habituales se encuentra el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov.
Un paraíso con pasaporte dorado
Si las expectativas de vivir en un entorno paradisiaco en una mansión de superlujo a orillas del mar no son suficientes, el gobierno local ha flexibilizado la normativa para acceder a un visado de residencia añadiendo permisos adicionales para millonarios que realicen inversiones inmobiliarias en la zona o empleados con altas capacidades técnicas o científicas.
Una de las condiciones para obtener esta residencia es justificar que el candidato a residente va a pagar un mínimo de 250.000 dirhams anuales (unos 63.000 euros) en concepto de impuestos al gobierno de Emiratos Árabes Unidos, y que el valor de la inversión inmobiliaria no sea inferior a 2 millones de dirhams (503.000 euros).
Para los solicitantes con talento de alto valor (ingenieros eléctricos, de software, informático, ingeniería genética y biotecnología, especialistas en IA, epidemiología, etc.) los requisitos son inferiores y basta con una carta de aprobación del departamento estatal correspondiente a su especialidad.
Aunque las condiciones que se ofrecen a los inversores son realmente atractivas, las previsiones inmobiliarias para la zona no son las más positivas. Las previsiones de S&P Global Ratings para finales de 2024 apuntan a una caída en el precio de los bienes raíces en Dubái. Pese a esas previsiones, los expertos del sector apuntan a que la isla soportará las turbulencias sin apenas sufrir variaciones en su valor dado a que apunta a un segmento de mercado más exclusivo.
Asiya Khasnutdinova , consultora inmobiliaria senior de Dubai Sotheby’s International Realty declaraba a Bloomberg que “La ola de HNWI (High Net Worth Individual) es un segmento separado y menos propenso a turbulencias económicas generales como tasas de interés elevadas o depreciaciones del valor del terreno. Muchos de ellos serán los inquilinos de estas villas y en estos momentos el estilo de vida de Dubái sigue siendo cada vez más atractivo para ellos”.
En Xataka | Istana Nurul Iman: la mansión más grande del mundo tiene 200.000 m2 y pertenece al sultán de Brunéi Imagen | Flickr ( Budiey ), Palace Luxury Living
– La noticia Dubái tiene una nueva isla sólo para supermillonarios: mansiones de lujo con playa por 27 millones de euros fue publicada originalmente en Xataka por Rubén Andrés .