Desde hace más de dos años, los fabricante deben facilitar la reparación de dispositivos por parte de los usuarios dentro de la Unión Europea. Algunos clientes, sin embargo, acusan a determinadas empresas no abrazar completamente la legislación que se posiciona a favor del ‘derecho a reparar’.
El caso que exponen nuestros compañeros de Genbeta puede ser considerado un ejemplo de esta compleja situación. Un usuario de Twitter llamado ChuxMan ha experimentado en primera persona las peripecias que puede llegar a padecer quien desea reparar por sí mismo un electrodoméstico.
Si te niegan el firmware, hackeas el producto
La historia comenzó con una avería de la lavadora Beko de ChuxMan. Según explica el afectado, que tiene una empresa enfocada en I+D, la fuente de alimentación tenía un problema, por lo que el microcontrolador estaba recibiendo 20V y se encontraba “aparentemente muerto”.
Con el objetivo de solucionar el inconveniente, el tuitero se decidió a sustituir el MCU ATMega128A que estaba dañado. Para ello, se puso en contacto con el fabricante de la lavadora para para pedirle una copia del firmware del dispositivo. La respuesta, desafortunadamente, fue negativa.
Beko, según ChuxMan, se negó a enviarle la mencionada pieza software, pero él le contestó solicitando que “escalaran la petición a quien fuera necesario, ya que están obligados”. La segunda respuesta, que se menciona a continuación, tampoco fue la esperada.
“Tras haber remitido su información le indicamos que no suministramos el firmware de nuestros equipos. No es un equipo informático, es un electrodoméstico y se trata / repara como tal. Atentamente, Servicio de Atención al Cliente”
El fabricante, no obstante, le proponía una alternativa que estaba lejos de ser la ideal. En palabras del protagonista de esta historia, “que pasara por caja y comprara una placa entera, que vale casi tanto como la lavadora para disuadir a la reparación. Y además eso no es reparar”.
Pero no todas las puertas se habían cerrado. ChuxMan no estaba dispuesto a darse por vencido y tenía dos opciones. Conseguir el firmware de la lavadora de su madre, que es un modelo idéntico al de él, o intentar extraerlo del MCU dañado. En primer lugar escogió esta última opción.
En un primer intento utilizó un kit de herramientas que consistía en un “Arduino programado como ICSP y un software de extracción llamado AVRDUDE”, pero no logró su cometido. Después, recurrió a un programador TL866 y pudo conectarse al chip dañado y extraer el software.
Como explica ChuxMan a Genbeta, todavía faltan algunos pasos para que su lavadora vuelva a funcionar: “No tengo la garantía aún de que el software no esté corrupto, pero tiene algunos datos en claro, por lo que al menos me garantiza que la extracción es correcta, por lo que ahora ya puedo sacar el de mi madre y comprobarlo. Ahora ya puedo repararla entera, y en el caso de que el MCU esté estropeado ya puedo cambiarlo, pese a los de Beko”.
Por último, el cliente de Beko asegura que todo lo que ha hecho “es absolutamente legal”. Además, agrega, que no distribuirá el firmware extraído de la lavadora, y que sus acciones no han comprometido la seguridad de la empresa. Actualizaremos este artículo si desde Beko realizan algún tipo de declaración.
Imágenes: Montaje (Beko + Moritz Erken )
– La noticia El caso del usuario que hackeó su lavadora averiada después de que el fabricante se negara a enviarle el firmware fue publicada originalmente en Xataka por Javier Marquez .