Google ha acordado el pago de 391,5 millones de dólares con 40 estados de los Estados Unidos. La razón, recopilar datos de localización de los usuarios incluso cuando estos habían desactivado, de forma explícita, las funciones de ubicación y localización de sus teléfonos. La cuantía supone la mayor cifra que haya pagado nunca Google por una reclamación en términos de privacidad.
Qué ha pasado. La fiscal general de Oregón, junto a otros 39 fiscales generales de los EEUU, ha anunciado un acuerdo histórico en el que Google tendrá que pagar más de 390 millones de dólares por sus prácticas de localización. Se trata del mayor acuerdo en materia de privacidad del consumidor. La multa se suma al histórico pago por prácticas monopolistas, el juicio contra la UE por abuso de posición dominante o la sanción por parte de la AEPD por vulnerar el RGDP.
Quita la ubicación, que te rastreo igual. Como indica el acuerdo, Google seguía recopilando información sobre la ubicación de los usuarios, a pesar de que estos desactivasen el seguimiento desde los propios ajustes de la cuenta de Google. No servía de nada quitar la localización ni configurar que Google no rastrease. La empresa seguía haciéndolo sin permiso del usuario. Esta información se compartía también con anunciantes, además de quedar registrada en los servidores de Google.
Con la ley hemos topado. Los fiscales han concluido que este tipo de práctica supone un engaño al consumidor, y que estas prácticas se llevan realizando por parte de Google desde, al menos, el año 2014. “Hasta que no contemos con leyes de privacidad completas, las empresas seguirán recopilando grandes cantidades de nuestros datos personales con fines de marketing con pocos controles”, explicaba uno de ellos.
Los malditos perfiles de anuncios. Los datos de ubicación son clave para Google. Son fundamentales para su negocio publicitario, en el que crear perfiles de anuncios precisos es una prioridad. De forma automática, cuando abrimos una cuenta de Google, si visitamos el apartado de Mi Actividad, observaremos que el apartado de “historial de ubicaciones” está activo por defecto. Es posible marcar su desactivación, el punto clave es que sirva de algo.
Qué va a hacer Google. El acuerdo que ha aceptado Google implica, además del pago de la cuantía económica, el cambio en algunas de sus prácticas relacionadas con la localización. Está pues, obligada a mostrar información detallada sobre los tipos de datos de localización que recopila y no ocultar opciones que desactiven por completo el seguimiento. Esta información se reflejará de forma accesible en un apartado web dedicado a “tecnologías de localización”, integrado previsiblemente en los ajustes de Android a partir del año que viene.
La autodestrucción, una buena forma de prevenir. Como usuarios, es interesante valernos de herramientas como la autodestrucción de nuestros datos de Google si queremos maximizar nuestra privacidad. El proceso es sencillo y, legalmente, Google está obligada a eliminar de sus servidores la información que seleccionas en este apartado de Actividad Web.
– La noticia Google utilizó nuestros datos de ubicación sin permiso: ahora tendrá que pagar una multa astronómica fue publicada originalmente en Xataka por Ricardo Aguilar .