Que los móviles de Huawei llevan un tiempo pasando una mala racha no es ningún secreto. El bloqueo de Estados Unidos a la compañía china ha hecho mella en sus ventas y provocado que, incluso en China, Huawei haya perdido muchas posiciones en cuota de mercado. No obstante, esta difícil situación no ha conseguido que la empresa hinque la rodilla para rendirse, sino que, en estos últimos años, la hemos visto reinventarse y apostar por un segmento de productos en el que, en poco tiempo, ha conseguido destacar sobremanera: los wearables.
Aunque Huawei sigue lanzando móviles (y hasta se ha atrevido con los plegables en varias ocasiones), en los últimos años estos dispositivos han pasado a un segundo plano para dejar que todos los focos iluminen a los relojes inteligentes, los auriculares y, por supuesto, los portátiles y monitores. Muchos de ellos, por no decir la mayoría, han pasado por nuestras manos y la conclusión a la que podemos llegar es que este giro hacia los wearables le ha sentado de escándalo a Huawei.
HarmonyOS le ha sentado muy bien a los relojes de Huawei
En lo que a relojes inteligentes, Huawei siempre ha sido uno de los máximos exponentes del sector. Es cierto que sus relojes no han sido nunca perfectos y siempre han tenido margen de mejora, pero la evolución de los mismos es digna de mención. El primero lo vimos en 2015 y, ya por aquellos entonces, el Huawei Watch convenció en materia de diseño y rendimiento (llegaba con Android Wear, por cierto).
Con los años, la compañía pivotó hacia LiteOS, su propio sistema operativo, siendo uno de los máximos exponentes el Huawei Watch GT. Esto fue en 2020 y, ya por aquellos entonces, estaba clara la estrategia de la empresa: smartwatches premium, con buenos materiales, bien acabados y con prácticamente todas las funciones que un usuario medio podría necesitar. Por no hablar de la batería, capaz de ofrecer hasta dos semanas de autonomía.
Las cosas como son: LiteOS tenía sus limitaciones. Era un sistema operativo RTOS y, como tal, no permitía hacer cosas que hoy en día damos por sentadas, como responder notificaciones, instalar aplicaciones externas, etc. Por fuera, los relojes se sentían genial, pero por dentro LiteOS, desgraciadamente, lastraba mucho la experiencia.
La gama Huawei Watch GT se fue renovando con nuevos modelos, siendo uno de mis favoritos el Huawei Watch GT 2 Pro. Cuerpo de aleación de titanio, esfera de cerámica y cristal de zafiro, correa de cuero… Pocos relojes, y habla alguien que ha probado prácticamente todos los modelos de todas las marcas, han conseguido ofrecer la experiencia que daba este reloj en términos de diseño. Los únicos que se me vienen a la cabeza son el Zepp Z y, más reciente, el Watch5 Pro de Samsung.
Luego pasó lo de Estados Unidos y el bloqueo, y fue entonces cuando llegó HarmonyOS. El sistema operativo de Huawei, que no ha estado exento de controversia, todo sea dicho, se estrenó en relojes inteligentes y, para ser exactos, en el Huawei Watch 3. Este smartwatch ofrecía un rendimiento sobresaliente, un muy buen diseño y, por primera vez, una tienda de aplicaciones dedicada e integrada en el reloj. Mejor o peor, vale, pero un primer paso.
El problema es que la autonomía era peor que en todos los anteriores modelos. Esto es un patrón frecuente en los smartwatches: a mayor complejidad, menor autonomía. No obstante, y por primera vez, Huawei demostró ser capaz de competir de tú a tú contra los titanes de la industria, a saber: Apple y Samsung.
Luego vinieron más modelos, como el Huawei Watch D (que, aunque no se vende en España, tiene una curiosa correa inflable para medir la presión arterial) y el Huawei Watch GT 3 Pro, máximo exponente de la gama el buque insignia de la compañía. No es perfecto, ni mucho menos, pero se queda en la parte alta del top de smartwatches..
El Huawei Watch GT 3 Pro sumó, por fin, la capacidad de responder notificaciones desde el reloj. Añadió una autonomía muy buena, de hasta 14 días. Tiene una sensórica muy precisa y, tras conseguir el marcado CE, es capaz de hacer ECG. Por no hablar de su diseño, de los más premium que hemos tenido ocasión de probar hasta la fecha.
Sigue teniendo sus cosas, como que el asistente de voz, Celia, solo es compatible con dispositivos Huawei con cierta versión de EMUI; que no tiene pagos móviles (el siguiente paso evidente es traer Huawei Pay a España, pero veremos), que la integración con ecosistemas de productos conectados es débil y que AppGallery sigue escaso de apps. Son puntos en contra y no precisamente flojos, pero no por ello irresolubles.
Sabiendo que los wearables tienen margen de mejora y que distan de ser perfectos, la realidad es que a Huawei le ha salido muy, pero que muy bien la jugada. En China, Huawei, que está en tercera posición en móviles, lleva tres trimestres seguidos siendo la marca más vendida. A nivel mundial, es la tercera más vendida por encima de Xiaomi, Garmin y Amazfit y solo por detrás de Samsung y Apple.
Una fuerte apuesta por el sonido
Además de por los relojes inteligentes, en los últimos años hemos visto a Huawei pivotar hacia el audio. Al final, la estrategia es clara: si los usuarios no van a usar nuestros móviles, al menos que usen nuestros accesorios. Y si hablamos de auriculares completamente inalámbricos, Huawei ha conseguido convertirse en apenas unos años en una de esas marcas que conviene vigilar de cerca.
Personalmente, he tenido ocasión de probar prácticamente todos los modelos disponibles. Por mencionar algunos, los FreeBuds 4i, los FreeBuds 4, los FreeBuds Pro y, aunque estos los analizó mi compañero Enrique, los FreeBuds Pro 2. Y si en 2020 podía decir, sin miedo a equivocarme, que los FreeBuds Pro eran uno de los tres mejores auriculares TWS que el dinero podía comprar, este año puedo decir lo mismo de los FreeBuds Pro 2.
La calidad de sonido de estos auriculares es exquisita, al igual que la cancelación de ruido, de las mejores en su segmento. Además, son compatibles con LDAC (el códec de Sony para Hi Res Audio de hasta 990 kbps). De lanzamiento costaban 199 euros, aunque ahora se pueden encontrar por 20 euros menos. Desde mi punto de vista, y como alguien que analiza auriculares por trabajo, son de los más recomendables.
Y es curioso ver cómo una marca que, históricamente, ha sido conocida por sus dispositivos de red y sus smartphones, ha conseguido pivotar para ofrecer semejante rendimiento sonoro. Y si solo fuera en la gama alta, pero es que los FreeBuds 4i, que son de gama media, también se escuchan especialmente bien. Por 79 euros, pocos hay mejores.
¿Un posible resurgir?
Aunque Huawei está capeando como puede el temporal en lo que a móviles se refiere, la firma está lejos de rendirse. La firma ha seguido trayendo algunos modelos a Europa, incluida la gama Nova. Es cierto que el negocio no es el que era antes, pero los modelos siguen llegando y, con mayor o menor acierto, Huawei sigue peleando por hacer de AppGallery y HMS (Huawei Mobile Services) algo realmente viable para el usuario medio. Veremos cómo siguen avanzando.
Pero en tecnología no todo es móvil. Ya hemos visto que Huawei ha apostado fuerte por los wearables y el sonido, pero los portátiles también juegan un papel importante en su portfolio de productos. En China, Huawei asegura ser la número dos por cuota de mercado por encima de Lenovo. Y no está nada mal para una marca que lleva cinco o seis años lanzando portátiles. También hemos visto monitores, incluidos el MateView GT, un ultrawide gaming de 34 pulgadas que en Xataka hemos tenido ocasión de probar.
Sea como fuere, queda la duda de si algún día veremos resurgir a la Huawei de antaño, que cayó prácticamente en su mejor momento. Lo que está claro es que la firma sigue ahí, jugando a este juego tan complicado como es el mundo de la tecnología y aventurándose en nuevos horizontes. De momento, seguir peleando pasa por apostar por los wearables y, por ahora, la cosa no pinta mal.
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La noticia Huawei va más allá del móvil: un giro hacia los wearables que le está saliendo redondo fue publicada originalmente en Xataka por Jose García .