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OnePlus 11, análisis: el precio justo por el rendimiento más salvaje

By Adriana P

February 07, 2023

Arranca el año y uno de los primeros gama alta premium en llegar al mercado es el OnePlus 11. Un teléfono que no necesita el apellido “Pro” para serlo, y que asienta un camino que OnePlus y OPPO quieren recorrer de la mano. Esta unión, cada vez más presente, tiene luces y sombras, como verás a lo largo del análisis, y es que OnePlus deja de ser “tan OnePlus” para pasar a ser bastante más OPPO.

Analizamos en profundidad el OnePlus 11, una propuesta que impresiona por los puntos fuertes que OnePlus tiene bien atados, y que se enfrenta al clásico reto al que se enfrentan todos los móviles de gama alta: el apartado fotográfico.

Ficha técnica del OnePlus 11

Diseño: ni una sola pega

El diseño del OnePlus 11 es una evolución respecto al que vimos en el OnePlus 10 Pro, con una estética similar y dos principales cambios. El primero es el módulo de cámaras, que pasa de una forma cuadrada a una circular. Aquí he de apuntar que las fotografías no le hacen justicia, y que el gigantesco y aparentemente desproporcionado módulo le sienta bastante bien y le da una gran personalidad. Si lo apoyamos sobre una superficie plana boca abajo, bailará bastante, por lo que es más que recomendable usarlo con funda (esta generación no viene incluida en la caja).

El segundo gran cambio viene en el tratamiento de la parte trasera. Con el OnePlus 10 Pro, OnePlus quiso hacer un guiño al acabado sandstone (arenisca) del OnePlus One. El resultado fue un acabado algo áspero al tacto que no terminó de convencer. Esta generación es más conservadora, mantiene el cristal y aluminio como materiales de construcción, pero ahora es un acabado mate con tan solo una ligera rugosidad. Sienta bien, muy bien en la mano. No hay rastro de la fragilidad que notamos con el OnePlus 10 Pro (y que, con el tiempo, sus pruebas de resistencia nos dieron la razón), la sensación es de móvil premium y solidez.

El Alert Slider regresa, junto a un botón de encendido perfectamente ubicado en el lateral derecho y la botonera de volumen en el lado opuesto. En los laterales, notamos un mejor trato del aluminio, asemejándose más a lo que encontramos en móviles de la gama alta más premium. Impecable tanto por detrás como en sus laterales.

Si lo miramos por delante, no hay sorpresas de ningún tipo. Aprovechamiento frontal prácticamente idéntico al que ya vimos en el OnePlus 10 Pro y una curvatura frontal que, con gran ilusión, espero acabe desapareciendo en un ejercicio de cordura. El teléfono viene con un protector de pantalla de plástico instalado (el cual se ha empezado a despegar a los pocos días de uso), y el único problema de ergonomía con el teléfono radica, precisamente, en la presencia de la curva.

El protector no llega a recubrir la totalidad de los marcos y, cuando realizamos cualquier gesto lateral (volver atrás), notamos el borde de dicho protector. Es algo desagradable y áspero, aunque se soluciona con una funda que recubra los laterales. La sensación general es muy buena, con acabados por encima respecto a los del pasado curso y con la ambición de estar al nivel de las propuestas más caras del mercado.

Pantalla: el 2K llega a los OnePlus “no Pro”

A nivel técnico, el panel del OnePlus 11 es un calco respecto a lo que vimos en el OnePlus 10 Pro que, a su vez, heredaba el panel del OPPO Find X5 Pro. Hay un pequeño avance respecto al mismo, y es que aquí la tecnología LTPO es de tercera generación, en lugar que de segunda. LTPO 3.0, sobre el papel, mejora la gestión energética a la hora de transicionar entre uno u otro valor de tasa de refresco, por lo que sobre el papel estamos ante un panel más eficiente.

Salvando esta diferencia, repetimos con tecnología AMOLED, 120 Hz, Dolby Vision y un brillo pico en HDR de 1.300 nits. El brillo máximo típico (800 nits) se empieza a quedar algo corto en vista de los 2.000 nits de referencia que ha marcado el iPhone 14 Pro, así como de los más de 1.700 de los que presume Samsung. El panel se ve suficientemente bien al sol, pero 2023 será una guerra en brillo, y los fabricantes que se queden en valores de años pasados tendrán paneles notablemente inferiores.

Adicional a la capacidad numérica del brillo, hemos tenido algunos problemas con el brillo automático. Lo achacamos a haber probado este teléfono antes de su lanzamiento al mercado, pero hay un problema que debe corregirse. No sube al máximo en exteriores, haciendo que no veamos prácticamente la pantalla al sol. Tampoco baja correctamente en entornos de baja luminosidad. Es algo fácil de solucionar mediante una actualización pero, en el momento de analizar el teléfono, nos hemos encontrado con este inconveniente.

La calibración es correcta, habiéndonos encontrado especialmente cómodos con el modo P3, equilibrado en calidez y colorimetría. Tenemos un modo de “pantalla natural” que ajusta automáticamante la temperatura del panel según la iluminación ambiental, aunque es demasiado agresivo y torna el panel completamente hacia el cálido. Nos sigue sorprendiendo que con este procesador, 5.000mAh y una pantalla tan eficiente, el modo Full HD siga siendo el predeterminado.

Servidor ha querido disfrutar el panel al máximo, para lo cual es obligatorio activar manualmente el Quad HD+ (3.216 x 1.440). Si queremos una solución intermedia, podemos activar la selección automática de resolución, en la que el Quad HD+ solo se activará cuando el teléfono considere oportuno. Vista la notable diferencia que hay entre Full HD+ y Quad HD+ en paneles de 6,7 pulgadas, mi recomendación es configurar el panel para lo que ha nacido: 2K.

Destacar que OnePlus parece haber tomado nota de uno de los grandes problemas de la pasada generación: los toques fantasma. Con el OnePlus 10 Pro tuve problemas con el obturador de la cámara (detectaba el dedo que sujetaba el teléfono como pulsación y no dejaba disparar), así como en algunas apps. En este OnePlus 11 no he tenido el menor problema y, si bien las curvas no me han aportado nada, no me han molestado en exceso con el uso cotidiano.

Rendimiento: aún tengo que procesar lo de este SoC

Este es el procesador que merecíamos. Qualcomm se había despistado con el Snapdragon 8 Gen 1, mejorándolo en un 8+ Gen 1 que empezaba a apuntar maneras, pero que seguía sin dar del todo la talla. Absolutamente todo ha cambiado con el Qualcomm Snapdragon 8 Gen 2. Independientemente del procesador, destacar que OnePlus sigue siendo una de las mejores compañías en rendimiento. De hecho, fue una de las pocas que logró superar nuestras pruebas de rendimiento sostenido con el OnePlus 10 Pro. La mayoría de sus rivales morían a los pocos minutos de test.

Con este Gen 2 la sensación es mejor aún. Salvo en algunos momentos puntuales, como la gigantesca descarga de datos de Genshin Impact, el teléfono no se ha calentado en exceso, y ha sido capaz de mantener 60 FPS de forma constante en prácticamente cualquier entrega. Los 16 GB de RAM se antojan como un seguro de cara a futuro, y es que con este hardware el móvil lo tiene todo para envejecer de forma envidiable.

Si hablamos de benchmarks, tanto en PCMark como en Geekbench queda algo por debajo del A16 Bionic, pero en 3DMark, un test de rendimiento gráfico, los resultados han sido sencillamente impresionantes. Ha logrado superar la puntuación pico del iPhone 14 Pro Max, con un 99,8% de estabilidad durante el test.

¿Qué significa este dato tan nerd? Que durante los 15 minutos de carga máxima de la GPU que supone el test, el rendimiento no ha caído lo más mínimo. Para poner en contexto, el iPhone 14 Pro la esatbilidad fue del 65,9%, frente al espectacular 99,8% de este OnePlus. Es solo un benchmark de tantos que acabamos pasando durante el análisis, pero los datos demuestran que es un teléfono preparado para soportar intensas jornadas de uso. Sostener tal punto de rendimiento (muy alto) durante mucho tiempo es algo que no suele verse, y aquí OnePlus ha logrado exprimir al máximo el procesador.

OnePlus 11

Google Pixel 7 Pro

iPhone 14 Pro

Samsung Galaxy S22

Xiaomi 12

Asus Zenfone 9

Sony Xperia 1 IV

PROCESADOR

Snapdragon 8 Gen 2

Google Tensor G2

Apple A16 Bionic

Exynos 2200

Snapdragon 8 Gen 1

Snapdragon 8+ Gen 1

Snapdragon 8 Gen 1

RAM

16 GB

12 GB

6 GB

8 GB

8 GB

8 GB

12 GB

GEEKBENCH 5 (SINGLE/MULTI)

1.176 / 4.960

1.047 / 2.977

1.879 / 5.468

1.165 / 3.543

1.120 / 3.531

1.317 / 3.944

1.175 / 3.262

3D MARK Wild Life Unlimited

14.018

6.632

12.344

9.526

10.761

3D MARK Wild Life Stress Unlimited

14.018 / 13.968

6.629 / 3.939

12.344 / 7.931

10.892 / 8.166

10.071 / 4.232

PCMARK WORK

11.406

10.449

12.425

13.097

16.243

11.431

En términos de CPU, apps como Geekbench nos muestran que los A Bionic de Apple siguen imbatibles, pero por fin estamos ante una generación de Qualcomm sin nada ue envidiar a lo mejor de Apple y MediaTek. Este es el procesador que pedíamos para 2023 en la gama alta Android.

Biometría: sin mejoras a la vista

El apartado biométrico se mantiene sin cambios respecto a lo que vimos el curso pasado. Contamos con un lector de huellas bajo la pantalla que funciona de forma bastante rápida y sin apenas tasa de error. De hecho, en las semanas que he estado probando este OnePlus no me ha fallado ni una sola vez, incluso con el pulgar algo húmedo.

El reconocimiento facial es el método que más problemas da, pese a ser un perfecto complemento al lector de huellas. En condiciones de media y baja luz no funciona, e incluso en condiciones diurnas ha fallado más de lo que nos gustaría. El reconocimiento facial 2D nunca será tan seguro y rápido como un 3D con hardware dedicado, pero aquí la competencia está haciendo un mejor trabajo.

Software: esto es más OPPO que OnePlus

OnePlus sigue denominando como “OxygenOS” a su ROM, aunque esta es prácticamente un calco respecto a ColorOS. A nivel técnico no es demasiado problema, ya que la ROM es más que funcional, completa y estable. No obstante, perdemos ese factor diferencial de comprarnos un OnePlus y tener una ROM sin tintes tan asiáticos y distintos respecto a la interfaz stock que propone Google.

OxygenOS 13 está basado en Android 13, y supone un importante cambio respecto a la versión que vimos el pasado curso. En primer lugar, la barra de notificaciones pasa a acercarse más a la propuesta original de Google (al menos, a nivel funcional, aunque el diseño poco tenga que ver). Dejamos de tener una sola línea de toggles para tener mayor protagonismo en los dos principales (WiFi y Bluetooth, por defecto). Justo debajo de los mismos, tenemos tres filas de 3×4. El diseño es agradable, y se integran funciones rápidas como el reproductor de Spotify.

El otro gran cambio tiene que ver con una novedad de Android 12 que no llegó a OnePlus: Material You. En los móviles de OPPO contábamos con la integración de los temas automáticos, pero OxygenOS se resistía a esta implemetación. Con OxygenOS 13 ya podemos cambiar el fondo de pantalla para que la tematización del sistema gire entorno a su color principal.

También ha habido cambios en los propios iconos de OxygenOS, que pasan a ser bastante más atractivos. Pero lo más importante no está en lo visual, sino en el rendimiento. Con el OnePlus 10 Pro tuvimos bastantes bugs e incluso algunos problemas de rendimiento derivados de la capa de personalización. Todo se ha solucionado en la nueva versión.

La capa es estable, funciona de forma sobresaliente y no podemos pedirle mucho más. A nivel funcional encontramos opción de activar el Always On Display, ventanas flotantes, modo a una mano, compatibilidad con iocnos de terceros… En definitiva, si compramos OnePlus estamos comprando OPPO. Esto no tiene por qué ser algo malo, pero va siendo hora de hacerse a la idea.

Autonomía: eficiente y rápido

5.000mAh y 80W, estas eran las cifras del OnePlus 10 Pro. Este OnePlus 11 repite capacidad de batería, pero sube hasta los 100W. El tiempo completo de carga ha sido de poco más de 20 minutos, siendo capaz de pasar del 0 al 50% en 10 minutos, datos sobresalientes. Desde esta versión de Android podemos ver en los ajustes la vida útil que le resta a la batería, tal y como permiten los iPhone. Del mismo modo, nos gusta que OnePlus active por defecto los 100W. Si apuestas por una tecnología, que sea con todas sus consecuencias, positivas y negativas.

Esta carga se regula de forma inteligente, y es el móvil el que entorno a nuestros hábitos de carga decide si debe o no activar el pico máximo de 100W. Si queremos que cargue siempre al máximo, podemos desactivar esta función. No es posible, no obstante, limitar la carga máxima hasta el porcentaje que queramos, aunque del 80 al 100% realiza una fase por goteo también adaptada a nuestro horario de sueño.

Hablando de cifras, hemos ganado algo de tiempo de pantalla respecto al modelo anterior. Hemos obtenido unas 6:30 horas de pantalla, con uso mixto de 5G, WiFi, siempre en 2K, con modo oscuro y sin Always on Display activo (este gasta sobre un 1% por hora). Casi siete horas de pantalla en uso mixto, teniendo en cuenta que en poco más de 10 minutos tenemos el móvil listo para el resto de la jornada, son cifras sobresalientes.

Sonido: potente pero descafeinado

El sonido del OnePlus 11 es muy similar al del OnePlus 10 Pro. Estos son buenas y malas noticias. El lado positivo es que estamos ante un sistema de sonido con potencia y volumen máximo elevado. El trabajo con la ecualización se mueve con más brillo en la zona media, faltándonos algo de graves.

La noticia no tan buena es que, ya en 2022, OnePlus estaba por detrás en este apartado frente a los mejores del mercado. Al no haber evolución alguna en este punto, seguimos con un sistema de sonido suficientemente bueno, pero poco ambicioso para el rango de preico en el que se mueve el terminal. Siguen siendo dos altavoces estéreo contundentes, pero no conviene esperar la mayor calidad.

Cámaras: ¿mejor? sí. ¿Inconsistente? También

Hablar de OnePlus es hablar de cámaras que están suficientemente bien, pero que siguen sin dar en la tecla para empezar a competir de tú a tú con sus rivales directos. Ya te podemos adelantar que el OnePlus 11 parece no librarse de esta maldición, aunque vamos a tratar antes del hardware de esta cámara. Tenemos tres sensores, principal, ultra gran angular y teleobjetivo.

Investigando sobre el sensor principal, vemos que es el mismo del Realme GT Neo 5, OPPO Find N2 y N2 Flip, así como el que montan los OPPO Reno9 Pro. Es un sensor algo pequeño para los tamaños que estamos empezando a ver (los sensores de una pulgada pronto serán estándar en gama alta), acompañado de un teleobjetivo sin OIS y un ultra gran angular humilde.

Un buen trabajo de procesado es capaz de acabar con casi todas las limitaciones de este tipo de sensores, así que veamos cómo se comporta la app de cámara antes de pasar a los resultados fotográficos.

No ha habido demasiados cambios en la interfaz de cámara del OnePlus 11, que repite de nuevo con los matices naranjas indicativos de la colaboración con Hasselblad. Es la misma cámara de OPPO, la que encontraríamos en un Find X5 Pro. El carrusel inferior nos brinda accesos rápidos a todos los modos relevantes (vídeo, retrato, modo noche, etc.), y tenemos integración con Google Lens mediante un acceso directo bastante accesible.

La app funciona rápida y sin lag, pero la velocidad de obturación es algo lenta. Visto el brutal hardware con el que cuenta este teléfono, es un claro punto a mejorar, ya que la velocidad de disparo acaba determinando la propia calidad de la fotografía cuando estamos ante una foto en movimiento.

Un año más, seguimos sin una vista previa que procese el HDR en tiempo real. Empieza a ser especialmente frustrante, ya que el ISP del Snapdragon 8 Gen 2 está especialmente optimizado para que las cámaras procesen esta información. Si queremos saber si la foto ha salido quemada o no, tendremos que esperar a que se procese en la galería. Google lleva procesando el HDR en tiempo real desde hace años, en procesadores de gama media como el Snapdragon 730, así que empiezan a acabarse las justificaciones a que el resto de rivales Android no implemente esta función.

Fotografía diurna

En esta generación ha habido ciertos cambios en el procesado respecto a lo que vimos en el OnePlus 10 Pro. El año pasado las fotos empastadas eran la tónica general, algo que se ha corregido parcialmente. Lo primero que notamos es que este año se preserva algo mejor el ruido natural de la fotografía, algo crucial para mantener el detalle a lo largo de la misma.

Al ampliar seguimos notando que OnePlus no logra rescatar una gran cantidad de nitidez, ya que la naturalidad no es el principal punto fuerte de su cámara. No obstante, un pequeño avance siempre se agradece.

No nos ha gustado tanto el ejercicio en colorimetría, pese a la colaboración con Hasselblad. Esta cámara es muy inconsistente interpretando el color, y será difícil lograr una fotografía en la que este sea preciso. Tiene cierta tendencia a sobresaturar naranjas y amarillos (algo que lleva sin corregirse desde el OnePlus 9), el balance de blancos tiene algunos problemas y, en definitiva, el look final no termina de agradar.

La lente refleja bastante cuando el sol incide de forma directa, algo que le sucede también a algunos gama alta, aunque sin acusar tanto los colores del arcoiris. En el caso de OnePlus tendremos que ser especialmente cuidadosos, los reflejos nos pueden teñir por completo la fotografía.

OnePlus sigue atascada en el mismo punto: si no nos preocupa mucho la cámara, las fotografías son más que decentes. Si queremos la calidad de un gama alta premium, no será el móvil adecuado para nosotros.

Sorprende que, pese a la convergencia entre OPPO (uno de los líderes a día de hoy en fotografía móvil) y OnePlus, las divisiones fotográficas parecen trabajar por separado. Pese a contar con la misma app de cámara y un hardware brutal, el OnePlus 11 arrastra los fantasmas de las generaciones pasadas.

Ultra gran angular y teleobjetivo

El ultra gran angular y teleobjetivo de este OnePlus 11 llega con dos sensores bastante humildes. El ultra gran angular tiene una calidad bastante justa, un paso por debajo de lo que esperábamos. El nivel de detalle nos recuerda al de teléfonos más económicos, y es que ni siquiera en la zona central de las fotografías logramos la nitidez esperada. Si hablamos del teleobjetivo, los resultados son similares.

En esta generación el teleobjetivo es de dos aumentos, y se comporta de forma más aceptable. No es un sensor con la nitidez que empezamos a ver en los teleobjetivos de la gama más alta, los cuales están alcanzando un nivel impresionante. Aquí tenemos una solución para prescindir del zoom digital y preservar algo de calidad extra. El teleobjetivo sí que acusa un menor detalle respecto al sensor que montaba el OnePlus 10 Pro, aunque debemos recordar que este OnePlus 11 no presume de dicho apellido, aunque el resto del hardware sea un espectáculo.

No hay mucha consistencia de color entre los tres sensores. Curiosamente, ultra gran angular y teleobjetivo llegan a ser más precisos que la cámara principal en determinadas circunstancias.

Modo retrato

El modo retrato se le sigue resistiendo a OnePlus. De nuevo, la inconsistencia marca la norma. En algunas fotografías tenemos un buen recorte, aunque en otras lo tiene bastante difícil con elementos como el pelo. Pero esto no es lo que nos preocupa, sino el problema que acusa con el HDR (como veremos tambié, más adelante, en el selfie frontal).

Cuando activamos el modo retrato el HDR quiere darlo todo, hasta el punto de romper por completo la colorimetría y generar bastantes halos alrededor del sujeto. Es un problema que no sufrimos la generación pasada, y que esperamos se subsane con las siguientes actualizaciones.

El lado positivo es que ya no hay apenas efecto acuarela. El nivel de detalle en la piel se preserva bien y, aunque no es consistente a lo largo de toda la fotografía, ya no encontramos un lavado de cara agresivo. Lo que nos da el detalle nos lo quita el HDR, así que quedamos con sensaciones encontradas por aquí.

Fotografía nocturna

En el apartado nocturno también hemos notado cierta mejora respecto a la generación anterior. Los cielos por fin son negros y, aunque el modo noche funciona de forma automática (no podemos desactivarlo), no fuerza tanto el rescate de luz. Los colores quedan algo apagados en ciertas ocasiones, aunque preferimos esto a que se pase de frenada saturando. El nivel de detalle es bastante mejorable, ya que cuando cae la noche sí que tiende a lavar, y empasta bastante la totalidad de la fotografía.

Sobre todo, si nos vamos a las zonas más esquinadas de las fotografías, notamos manchas bastante grandes que empastan todo detalle. Si no ampliamos, tendremos fotografías más naturales respecto a las del año pasado, aunque aquí vuelve a quedar muy lejos del brutal aparatado fotográfico nocturno de OPPO.

Ultra gran angular y teleobjetivo son los sensores que menos brillan por la noche, pero los resultados son más que aceptables, sobre todo los del angular. Como hemos dicho, el modo noche se activa de forma automática queramos o no y, para bien o para mal, esto evita que tengamos fotografías sin apenas luz con estos sensores más pequeños.

Selfie

Esta fotografía no es, por suerte, la tónica habitual del selfie en el OnePlus 11, pero sí es el primer autorretrato que me hice. Los problemas de HDR que vimos en el modo retrato vuelven a hacer acto de presencia en el selfie. Los negros se tiñen de verde, un halo blanquecino recubre el pelo, y la separación fondo-sujeto es muy agresiva.

Este es un buen ejemplo de que podemos tener resultados mucho más aceptables. Incluso en modo retrato hay un buen trabajo, aunque en esta fotografía el sol incidía de forma menos directa. De nuevo, inconsistencia. Podemos tener una gran fotografía o una poco aprovechable. No lo sabremos hasta que no abramos la galería.

Vídeo

La interpretación de vídeo sigue sin convencernos. El punto fuerte es el poder grabar en resolución 8K, la cual inevitablemente nos da una cantidad de información abrumadora. Pero en los formatos habituales, Full HD+ y 4K, hay mucho trabajo por delante. La sobresaturación que acusa la cámara durante el día en el apartado fotográfico, también se acusa por la noche, por lo que estamos ante un vídeo con colores muy artificiales y un look algo extraño.

OnePlus 11, la opinión de Xataka

Este OnePlus 11 me deja con buenas sensaciones en general. Ha mejorado su calidad de construcción, el apartado fotográfico es ligeramente superior, el rendimiento es sencillamente impecable y, en definitiva, es un móvil con bastante equilibrio. Tiene casi todo lo que se le puede pedir a un teléfono: potencia, pantalla 2K, un software digno y un apartado fotográfico que será suficiente para la mayoría de usuarios.

Pese a esto, OnePlus se sigue topando con el mismo problema de casi todas las generaciones: la cámara. En condiciones relativamente sencillas no hay menor problema, pero no hemos logrado la consistencia que se espera en un móvil de este calibre.

Este OnePlus 11 tiene un precio base que parte de los 849 euros. Es, prácticamente, el precio de un Pixel 7 Pro, relativamente cercano al de un Galaxy S23 y, también, próximo al de un iPhone 14. No le pedimos a OnePlus el apartado fotográfico de dichos exponentes, pero sí el equilibrio que debe tener un gama alta.

Si la cámara nos es algo secundario, pocos móviles son capaces de ofrecer una mejor experiencia de uso que este OnePlus. Cumple con nota en el resto de apartados, y el procesador que monta nos asegura un envejecimiento envidiable, siempre y cuando las actualizaciones acompañen.

– La noticia OnePlus 11, análisis: el precio justo por el rendimiento más salvaje fue publicada originalmente en Xataka por Ricardo Aguilar .