PLD Space no ha tenido tiempo de celebrar como se merece el lanzamiento del Miura 1. Más allá de un desayuno con el equipo, la empresa ha estado analizando los datos recabados durante el vuelo para hacer una presentación detallada de los resultados. Los datos respaldan lo que la empresa dijo desde un principio: se cumplieron todos los objetivos de la misión, con la salvedad del objetivo secundario. No lograron recuperar el cohete del océano Atlántico.
“Un éxito sin paliativos”. Adelantándose a las preguntas de los periodistas, Ezequiel Sánchez, presidente ejecutivo de PLD, puso una estadística sobre la mesa antes de empezar con la presentación: “La tasa de éxito de un primer lanzamiento en la industria espacial es solo del 45%”. PLD se cuenta ahora entre las empresas del 45%. Luego comentó otra estadística: “Ha habido unos 6.500 lanzamientos de cohetes a lo largo de la historia, y se han recuperado alrededor de 100”.
Aunque ya van más del doble de esos 100 cohetes por la frenética racha de lanzamientos de SpaceX, PLD siempre ha defendido que la recuperación del Miura 1 era un objetivo secundario, y por eso considera que el lanzamiento ha sido un éxito sin paliativos. No obstante, con la transparencia que caracteriza a la empresa, ha explicado en detalle qué pasó durante la reentrada del cohete.
El cohete cayó en la zona prevista. Al igual que el lanzamiento, la reentrada del Miura 1 tuvo dos fases, una supersónica y otra subsónica. La parte supersónica fue perfecta: las superficies aerodinámicas funcionaron mejor de lo previsto a la hora de estabilizar el cohete, y los aerofrenos lograron un frenado “excelente”. La fase subsónica también fue “estable” y el paracaídas se eyectó como estaba programado para frenar aún más la caída.
La misión concluyó con el amerizaje del Miura 1 en el océano Atlántico, dentro de la zona de impacto prevista en la costa de Huelva. Los barcos encargados del rescate estaban fuera de la zona de exclusión, y tardaron algo más de una hora y media en llegar. El centro de control perdió la telemetría del cohete justo antes del amerizaje, al comandar su pasivación (un proceso que elimina el combustible restante).
Ocho horas buscando el Miura 1. PLD ha diseñando sus cohetes con el objetivo de que sean reutilizables. La misión secundaria con el Miura 1 era recuperarlo del océano y analizar su estado tras el contacto con el mar, para estudiar posibles problemas como la corrosión. Sin embargo, el Miura 1 no apareció, y los barcos de rescate tuvieron que abortar su búsqueda después de ocho horas de intentos.
De acuerdo con Raúl Torres, CEO de la compañía, el contacto del Miura 1 con el agua se produjo de forma lateral, lo que provocó que uno de sus dos tanques principales se rompiera. El tanque roto se llenó de agua y el cohete acabó hundiéndose. Se cree que, más allá del tanque roto, el vehículo estaba intacto, pero las labores de recuperación fueron inviables.
Luchando contra el viento a 2600 km/h. Después de un lanzamiento abortado por exceso de viento y otro por un fallo en los cables umbilicales, el Miura 1 despegó con la trayectoria programada y alcanzó los 2600 kilómetros por hora, superando antes la fase de máxima presión aerodinámica y algún problema de control por viento cruzado en la parte subsónica del vuelo.
El vuelo tuvo una duración de 306 segundos y un apogeo de 46 kilómetros. PLD había anunciado que el cohete alcanzaría una elevación de 80 kilómetros, pero decidió cambiar la trayectoria para evitar que algo algún elemento acabara fuera de la zona de seguridad, como las playas cercanas, en caso de fallo.
Fotos familiares y un queso de oveja. Cuando el Miura 1 entró en condiciones de microgravedad, una cámara dentro de la cofia mostró en directo cómo flotaban decenas de fotos de tamaño carné de los empleados de PLD y sus familias. En el cohete iban también dos tarjetas de visita que Raúl Torres imprimió en 2008 y un queso de la marca Ahuyentalobos. Lanzar un queso en un vuelo de prueba es una tradición a la que se han sumado algunas empresas espaciales como SpaceX.
En este lanzamiento, PLD también logró recoger los datos de un experimento científico del Centro de Tecnología Espacial Aplicada y Microgravedad alemán (ZARM), que de alguna manera se ha convertido en el primer cliente que usa los servicios de transporte de la empresa ilicitana.
Un cohete de 30 millones de euros, una ganga. PLD insiste en que lo más difícil de hacer un cohete es conseguir el dinero, y si algo ha demostrado con el Miura 1 es que el sector privado puede hacerlo con una contención de gastos inusitada. La empresa ha recaudado 65 millones de euros en total, pero el desarrollo y lanzamiento del Miura 1 ha costado menos de 30.
Con su nueva fábrica de Elche, ya centrada en el desarrollo del Miura 5, las instalaciones de PLD suman 150.000 metros cuadrados. La empresa tiene 150 empleados y prevé duplicar la plantilla hasta alcanzar los 300 en 2024.
Miura 5, tus clientes te esperan. La reciente pérdida de un satélite español por un fallo en el despliegue de una misión Vega hace todavía más evidente que Europa necesita lanzadores alternativos de la industria privada. El Miura 1 es el primer cohete de una startup europea que alcanza su objetivo, pero es un pequeño lanzador suborbital que fue diseñado como demostrador tecnológico para el verdadero negocio de PLD: el Miura 5, con el que planea poner satélites de hasta 500 kg en órbita polar y de hasta una tonelada en órbita ecuatorial.
El desarrollo y la prueba del Miura 1 ha servido para mejorar el diseño del Miura 5 en más de mil puntos, según Raúl Torres, lo que permitirá a PLD avanzar más rápidamente hacia su debut. El Miura 5 podría estar listo a finales de 2025 y empezar a operar a principios de 2026 desde la Guayana Francesa. Si bien suena optimista, PLD asegura que su desarrollo está más avanzado de lo que la gente cree. Sus motores empezarán a probarse en Teruel a finales de este año.
Imágenes | PLD Space
– La noticia Tras su lanzamiento exitoso, el Miura 1 se hundió en las costas de Huelva. PLD ya sabe por qué fue publicada originalmente en Xataka por Matías S. Zavia .