Europa quiere atraer a los grandes fabricantes de chips. Sin ASML el Viejo Continente sería irrelevante en la industria de los semiconductores, y a pesar de contar con el empuje que le da esta compañía de Países Bajos, que actualmente es la única capaz de fabricar equipos de litografía de ultravioleta extremo (UVE), su posición es débil. Lo es sobre todo frente a Estados Unidos y un continente asiático en el que Taiwán, Corea del Sur, China y Japón llevan la voz cantante.
A principios de febrero de 2022 Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, y Thierry Breton, el comisario europeo de mercado interior y servicios, anunciaron que Europa estaba preparando su propia ley de los semiconductores. La directiva ‘Chips Act’, que es como se la conoce, persigue poner al Viejo Continente en el mapa mundial de los circuitos integrados, y para hacerlo posible movilizará 43.000 millones de euros entre inversión pública y privada.
Intel invertirá 17.000 millones de euros en las dos fábricas que va a poner a punto en Madgeburgo (Alemania), y se ha comprometido con Europa a invertir durante esta década un total de 80.000 millones de euros con el propósito de reforzar el rol del Viejo Continente en la industria de los chips. Además, durante los últimos meses TSMC, que es con mucha diferencia el mayor fabricante de circuitos integrados del planeta, se ha mostrado interesado en poner a punto una planta en suelo europeo. Poco a poco esta posibilidad se va concretando, aunque parece que en cierto modo va a dejarnos con la miel en los labios.
TSMC está buscando socios en Alemania
La información que maneja Bloomberg sostiene que los ejecutivos de TSMC se están reuniendo con las cúpulas directivas de varios grupos empresariales, como Robert Bosch GmbH, NXP Semiconductors NV o Infineon Technologies AG para constituir una alianza estratégica que tendrá como primer objetivo financiar la construcción de una planta de semiconductores en el estado alemán de Sajonia. Además, al parecer estiman que su coste total rozará los 10.000 millones de euros. A priori suena bien, pero antes de sacar conclusiones es importante que pongamos esta cifra en contexto.
Las dos fábricas que está construyendo TSMC actualmente en Arizona (Estados Unidos) van a tener un coste total de 40.000 millones de dólares, una cifra que casi multiplica por cuatro los 12.000 millones iniciales. Miremos ahora hacia Intel. Las dos plantas que está poniendo a punto en Ocotillo (Arizona) costarán cuando estén listas 20.000 millones de dólares, y, como he mencionado unas líneas más arriba, la planta de Magdeburgo, en Alemania, costará 17.000 millones de euros.
Estas empresas no afrontan estas inversiones solas. Ni mucho menos. Cuentan con el respaldo económico tanto de otros socios, que es precisamente lo que está negociando actualmente TSMC en Alemania, como de la Administración de los países en los que se están instalando. En cualquier caso, lo que nos interesa en este artículo son los importes que se están manejando. Y es que es evidente que el coste de la fábrica que TSMC planea construir en Alemania palidece frente al de las plantas que ya está poniendo a punto en Arizona. Y también al de las próximas instalaciones de Intel en Estados Unidos y Alemania.
El coste total de una fábrica de chips está condicionado de una forma muy profunda por el tipo de equipos de litografía que se van a instalar en su interior. Las máquinas más sofisticadas son las de fotolitografía UVE que fabrica ASML, y cada una de ellas cuesta más de 100 millones de dólares. Sabemos oficialmente que TSMC será capaz de producir chips de 3 nm en una de las plantas que está construyendo en Arizona, y la otra contará con los nodos litográficos N5, N5P, N4, N4P y N4X.
Esta tecnología justifica en gran medida los 40.000 millones de dólares que costarán estas plantas debido a que aglutinarán una gran cantidad de equipos de vanguardia de ASML y Tokyo Electron. Los 10.000 millones de euros (unos 11.000 millones de dólares) que TSMC y sus socios planean invertir en la fábrica de Sajonia no son suficientes para dotar a esta planta de equipos litográficos realmente punteros.
Desafortunadamente, las filtraciones confirman nuestras sospechas. Y es que, según Bloomberg, esta compañía taiwanesa planea utilizar estas instalaciones para producir chips de 28 nm. Si esta planta finalmente se construye no marcará una gran diferencia para Europa desde un punto de vista estrictamente tecnológico. Cabe la posibilidad de que este proyecto sea aprobado definitivamente en agosto, por lo que no tendremos que esperar mucho para comprobar si llega a buen puerto.
Imagen de portada: TSMC
Más información: Bloomberg
– La noticia TSMC planea gastarse un auténtico dineral en su primera fábrica europea (y aun así no será suficiente) fue publicada originalmente en Xataka por Juan Carlos López .