Una investigación llevada a cabo por los servicios de radiotelevisión pública de Dinamarca, Noruega, Suecia y Finlandia ha revelado recientemente que Rusia sondea, desde hace una década, parques eólicos marinos, gaseoductos y redes de cableado submarinos localizados entre el Mar Báltico y el Mar del Norte. Según las pesquisas, este mapeo forma parte de un programa militar ruso cuyo objetivo es planificar el sabotaje de estas instalaciones en caso de un enfrentamiento con la OTAN.
Rutas sospechosas. Para realizar el reportaje, los periodistas han analizado millones de datos proporcionados por el Sistema de Identificación Automática, el sistema que transmite la posición de los barcos para evitar colisiones entre sí. Además, han analizado los movimientos en aeropuertos, áreas de entrenamiento militar y ejercicios de la OTAN, buscando y localizando embarcaciones rusas cuyas rutas “no pueden ser explicadas por una actividad normal”.
La flota espía del Kremlin. En este sentido, las investigaciones señalan que al menos cincuenta barcos rusos “han tenido oportunidad de obtener información en secreto” durante esta última década. Algunas de estas embarcaciones han aparecido en zonas de entrenamiento de la OTAN, en puertos en los que habían atracado barcos estadounidenses o cruzando cables submarinos que posteriormente fueron dañados, como fue el caso del cable de fibra óptica que conectaba la estación satélite ubicada en la isla noruega de Svalbard con el continente europeo.
Planificando el sabotaje. Para Ståle Ulriksen, investigador en la academia naval noruega, esta flota de barcos rusos es una muestra de la cantidad de navíos que Rusia puede desplegar con el objetivo de sabotear cables energéticos y de comunicación. “Estamos hablando de varios cientos de barcos que, potencialmente, pueden ser utilizados” con este fin, añadió Ulriksen en conversaciones con DR.
Conversaciones ajenas. Por otro lado, además de analizar los movimientos del Sistema de Identificación Automática, los medios participantes en la investigación lograron interceptar comunicaciones de radio provenientes de la armada rusa. Según los periodistas, estas comunicaciones revelan que hay “barcos fantasma” rusos navegando en el Mar del Norte, cerca de las costas de la península escandinava y de las islas británicas. Tal es el caso del navío ‘Almirante Vladimirsky’.
A hurtadillas en aguas del Norte. El ‘Almirante Vladimirsky’ es un barco de investigación oceanográfica fabricado en 1975 que, según las pesquisas, es empleado por la inteligencia rusa para recopilar información. En este sentido, la investigación señala que esta embarcación navegó durante el mes de noviembre de 2022por el estrecho de Kattegat sin compartir su ubicación en el Sistema de Identificación Automática. Sin embargo, sí enviaba datos de su posición a una base naval situada en territorio ruso.
Un hombre armado en cubierta. Dada esta situación, un periodista y un fotógrafo de la televisión pública danesa decidieron aproximarse al Vladimirsky para obtener más información. La escena que encontraron fue inquietante para tratarse de un navío de investigación oceanográfica, pues en cubierta se hallaban varios hombres que ocultaban sus caras con pasamontañas, incluido un individuo que portaba un rifle de asalto de fabricación rusa, según la investigación.
La ruta del Almirante. Este barco posteriormente realizó una ruta hacia la costa británica, deteniéndose en áreas cercanas a parques eólicos marinos escoceses e ingleses. También pasó cerca de la plataforma petrolífera Nini East, ubicada en aguas danesas del Mar del Norte en su vuelta al puerto de Kaliningrado, región rusa ubicada entre Lituania y Polonia. Un miembro de la inteligencia occidental afirmó en el reportaje que “esto es lo que los barcos de investigación hacen como parte de una preparación para una guerra con la OTAN”.
Enfrentamiento. Por su parte, Nils Andreas Stensønes, jefe de los servicios de inteligencia noruegos, considera que las acciones de estos navíos rusos demuestran que entre Rusia y occidente la colaboración ha desaparecido y ahora existe confrontación.
Los barcos ocultos de Rusia. Esta investigación periodística revela hasta qué punto son útiles los navíos fantasma para los intereses del Kremlin. Además de estas embarcaciones espías, Rusia está empleando buques sin identificar para transportar los productos energéticos afectados por las sanciones occidentales, lo cual permite al gobierno de Putin eludir parcialmente estas restricciones.
A pesar de que Rusia ha desmentido las acusaciones de espionaje, lo cierto es que este reportaje muestra el elevado grado de tensión entre la OTAN y el Kremlin.
Imagen: Jens Rademacher / Unsplash
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– La noticia Una flota fantasma para espiar a la OTAN: el plan de los barcos rusos para sabotear el cable submarino occidental fue publicada originalmente en Xataka por Javier Fernández .