Hay quienes aseguran que los portaviones pueden tener los días contados en el campo de batalla. Si bien este tipo de buques ha sido durante mucho tiempo símbolo del músculo militar de unos pocos países, su utilidad en escenarios bélicos modernos es objeto de debate. Aún así, Estados Unidos sigue apostando por ellos, y el ejemplo más reciente lo tenemos con el carísimo USS Gerald R. Ford (CVN-78) de casi 13.000 millones de dólares.
Si hablamos de cazas polivalentes (aviones diseñados para atacar objetivos en aire y tierra), la mayoría de los analistas coinciden en que su papel es cada vez más importante. Sin embargo, se enfrentan a un problema común del ámbito al que pertenecen: el de los costes elevados. El presupuesto desarrollo y fabricación de nuevas versiones, en general, se dispara generación a generación, y el Pentágono quiere hacer algo al respecto.
Aviones más baratos (y sin pilotos)
En cifras, el Lockheed Martin F-35 se ha ganado el apodo de ser “el avión de combate más caro de la historia”. Cada unidad cuesta alrededor de 100 millones de dólares, un salto extraordinario a nivel presupuestario en relación los aproximadamente 35 millones necesarios para comprar un Lockheed Martin F-16, el avión que reemplaza. Nuevos vehículos aéreos no tripulados de entre cuatro y dos millones de dólares podrían abordar este problema.
Y decimos nuevos porque, al menos en Estados Unidos, los drones vienen operando desde hace décadas. Uno de los más conocidos es el UAV Predator MQ-1 de General Atomics, pero este activo tiene un campo de acción muy diferente. El Pentágono aspira a contar con un avión lo más parecido a un caza, sin piloto y reduciendo al máximo su coste de fabricación, mantenimiento y operación. Aquí, precisamente, es donde entra en escena el Kratos XQ-58 Valkyrie.
Se trata de un proyecto impulsado por el programa Low Cost Attritable Strike Demonstrator (LCASD) del laboratorio Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (AFRL). Como sabemos, no es directamente esta organización la encargada de construir sus aeronaves, sino que se apoya en contratistas privados, en este caso en Kratos Defense & Security Solutions, que ha brindado algunos detalles sobre el proyecto.
A simple vista nos encontramos con una aeronave que es muy diferente a un dron convencional y más parecida a un avión de combate. Es que estamos frente a un avión multipropósito. Ha sido diseñado para explorar diferentes áreas con cámaras y sensores enviando los datos recabados al centro de comando y aviones tripulados. Además, puede ejecutar contramedidas armadas para protegerse a sí mismo y al grupo que integra, incluso derribando enemigos en el aire.
Como decimos, no se trata de un dron convencional. También es una especie de “nave nodriza” que lleva a bordo varios ALTIUS-600 que pueden ser desplegados en el aire (en la imagen superior podemos ver a uno de estos drones desplegarse). Estos pequeños drones fabricados por la compañía de defensa Anduril tienen capacidad merodeadora y pueden retransmitir imágenes, actuar en la guerra cibernética e incluso transportar ojivas para atacar objetivos en superficie.
El campo de acción del Kratos XQ-58 Valkyrie va incluso más allá. Puede escoltar cazas F-22 o F-35 durante las misiones de combate. Como integra el concepto “loyal wingman”, tiene la capacidad de ser controlado por otros aviones, operar como parte de un enjambre de los de su tipo e incluso completar misiones sin intervención humana gracias a una serie de algoritmos de inteligencia artificial entrenados “durante millones de horas” por el AFRL.
“La IA, las operaciones autónomas y el trabajo en equipo hombre-máquina continúan evolucionando a un ritmo sin precedentes y necesitamos los esfuerzos coordinados de nuestro gobierno, academia y socios de la industria para mantener el ritmo”, ha señalado en un comunicado de prensa el general de brigada Scott Cain, comandante de AFR, después de una serie de pruebas con un prototipo.
A nivel de operación, Kratos explica que los XQ-58 Valkyrie todavía están en desarrollo y que podría haber cambios si el Gobierno da luz verde para su producción en masa. En la actualidad dice que montan motores turbofán, pero no especifica su modelo. Sin embargo, señala que puede alcanzar una velocidad máxima de 0.72 Mach (882 km/h), presume de un rango de 5.600 km y un techo de servicio de 14.000 m.
Con una longitud de 9,3 metros, envergadura de 8,2 metros, peso vacío de 1,134 kg y operativo máximo de 2,722 kg, cuenta con una amplia variedad de sitios de lanzamiento. No solo puede despegar desde una pista como un avión tradicional, sino entrar en misiones desde barcos e incluso camiones con estructuras de lanzamiento especiales. Se trata de ventajas a nivel estratégico nada despreciables que podríamos ver en el campo de batalla del futuro.
Imágenes: Fuerza Aérea de Estados Unidos
En Xataka: La industria aeronáutica quiere meter a más pasajeros en sus aviones. Con asientos a dos alturas
– La noticia XQ-58A Valkyrie, el dron de EEUU diseñado para combatir con cazas tradicionales (y que puede ser pilotado por una IA) fue publicada originalmente en Xataka por Javier Marquez .