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diciembre 10, 2022

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Adriana P

El LHC ha cerrado 2022 con una gran noticia: su luminosidad es mucho más alta de lo esperado

El LHC ha cerrado 2022 con una gran noticia: su luminosidad es mucho más alta de lo esperado

El último haz de protones recorrió los 27 km de circunferencia del LHC el pasado 28 de noviembre a las 6 de la madrugada. Los técnicos del CERN ya no volverán a poner en marcha el mayor acelerador de partículas del planeta hasta 2023, pero lo realmente importante es que esta complejísima máquina ha cerrado la primera ronda de pruebas del actual periodo de actividad con matrícula de honor.

Este laboratorio de física de partículas sigue sumando éxitos. No todos son grandes hitos a la altura del descubrimiento del bosón de Higgs, pero cada uno de ellos, por pequeño que sea, permite a los físicos dar un pasito hacia delante en la búsqueda de la tan ansiada nueva física que nos permita ir más allá de los sólidos muros del modelo estándar. Y, afortunadamente, las pruebas llevadas a cabo en el LHC durante 2022 nos invitan a ser optimistas.

El último éxito fraguado en estas instalaciones es muy reciente. El pasado 18 de noviembre los investigadores del LHC lograron colisionar con éxito dos haces de núcleos de plomo con un nivel de energía récord: nada menos que 5,36 TeV. Esta prueba es importante porque están más cerca de recrear las condiciones necesarias para estudiar con precisión un estado de la materia conocido como QGP (Quark-Gluon Plasma). Pero hay más. Mucho más.

El LHC ha superado las expectativas de luminosidad de los físicos del CERN

El LHC de alta luminosidad está en camino. Desde que comenzaron los experimentos en el acelerador, en 2010, hasta finales de 2018, que fue el momento en el que cesó esa etapa de actividad, se produjeron en su interior 150 femtobarns inversos. Esta es, precisamente, la unidad de medida de la luminosidad. Este parámetro es muy importante debido a que refleja cuántas colisiones de partículas se producen por unidad de superficie y tiempo.

Como acabamos de ver, la luminosidad se mide en femtobarns inversos, de manera que cada uno de ellos equivale a 100 billones de colisiones entre protones. Eso sí, se trata de billones en escala larga, por lo que un femtobarn inverso son 100 millones de millones de colisiones. Como podemos intuir, un mayor número de colisiones entre partículas permite a los científicos recabar más información, de manera que una vez que ha sido analizada minuciosamente puede ayudarles a inferir nuevo conocimiento.

El acelerador de alta luminosidad debería ser capaz de producir 250 femtobarns inversos cada año

Las modificaciones que requiere el LHC para incrementar su luminosidad estarán listas a partir de 2026, por lo que el acelerador de alta luminosidad debería ser capaz de producir 250 femtobarns inversos cada año hasta alcanzar los 4.000 durante todo el periodo de actividad. Para incrementar tanto la luminosidad del acelerador es necesario concentrar los haces de partículas justo antes de la colisión.

De esta manera los protones estarán más juntos, lo que incrementa la probabilidad de que dos de ellos colisionen al ser acelerados en sentidos contrarios a lo largo de la trayectoria curva del acelerador. Para hacerlo posible los técnicos del CERN han instalado en los detectores CMS y ATLAS nuevos imanes superconductores fabricados en un compuesto de niobio y estaño que nunca se ha usado en un acelerador de partículas.

Lhc Luminosidad

En esta gráfica podemos observar que la luminosidad que han medido los técnicos del CERN en el detector CMS a partir del pasado mes de octubre es muy superior a la esperada.

Este compuesto superconductor permitirá incrementar la intensidad del campo magnético hasta los 12 teslas en los nuevos imanes superconductores, y también se usará en los dos imanes dipolos empleados para curvar la trayectoria de los haces. No obstante, esto no es todo. Para transportar la corriente eléctrica que requieren el acelerador y los nuevos imanes es necesario utilizar cables de boruro de magnesio capaces de transportar corrientes eléctricas de hasta 100.000 amperios y de soportar temperaturas altísimas.

La fase de tests que acaba de concluir el LHC después de la introducción en el acelerador de estas y otras mejoras ha permitido a los científicos poner a prueba su luminosidad, y, afortunadamente, va por muy buen camino. De hecho, en la gráfica que publicamos un poco más arriba podemos ver que la luminosidad que han medido en el detector CMS a partir del pasado mes de octubre es perceptiblemente más alta que la esperada.

Los científicos habitualmente son muy prudentes cuando se ven en la obligación de presentar los resultados que están obteniendo, pero no cabe ninguna duda de que esta es una gran noticia. Y, lo que es si cabe más importante, nos predispone a esperar con los brazos abiertos la puesta en marcha del LHC de alta luminosidad debido a que, como hemos visto, será la mejor herramienta de la que dispondrá la humanidad a corto plazo para ir más allá del modelo estándar de la física de partículas.

Imágenes: CERN

Más información: CERN


La noticia El LHC ha cerrado 2022 con una gran noticia: su luminosidad es mucho más alta de lo esperado fue publicada originalmente en Xataka por Juan Carlos López .

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Adriana P

Huawei Watch Buds: el nuevo (y peculiar) smartwatch de Huawei esconde dos auriculares bajo la pantalla

Huawei Watch Buds: el nuevo (y peculiar) smartwatch de Huawei esconde dos auriculares bajo la pantalla

Tras dejarse ver hace algunos días, Huawei ha hecho oficial el Huawei Watch Buds, un reloj inteligente que, como su propio nombre indica, no solo funciona como smartwatch, sino que aloja en su interior un par de auriculares TWS. Un dispositivo como poco peculiar y que, al menos por ahora, se queda en su mercado natal.

Porque sí, el reloj ha sido lanzado en China y parece que durante esta primera fase solo se podrá conseguir allí. Actualizaremos cuando tengamos más información. En China, su precio es de 2.988 yuanes, que al cambio son unos 406 euros. Dicho lo cual, vamos a conocerlo mejor.

Ficha técnica del Huawei Watch Buds

huawei watch buds

dimensiones y peso

47 x 47 x 14,99 mm

66,5 gramos sin correa

pantalla

AMOLED de 1,43 pulgadas

Resolución 466 x 466 píxeles

326 gramos

sistema operativo

HarmonyOS 3

batería

N/D

Autonomía de 3 días

Carga completa en 100 minutos

conectividad

Bluetooth 5.2

WiFi 2,4 GHz

NFC (en China)

compatibilidad

HarmonyOS 2 y superior

Android 7.0 y superior

iOS 9.0 y superior

geoposicionamiento

Beidou, GPS, Glonass, Galileo

resistencia al agua

IP54

botones

Corona no giratoria

sensores

Huawei TruSeen 5.0

Acelerómetro de seis ejes

Sensor de luz ambiental

Sensor Hall

Sensor de capacitancia

Sensor óseo VACC

otros

Monitorización del sueño

Monitorización de la frecuencia cardíaca

Monitorización del estrés

SpO2

Más de 80 modos deportivos

AppGallery

auriculares incluidos

Tamaño: 21,8 x 10,3 x 10,3 mm

Peso: 4 gramos

Control gestual

Cancelación de ruido

Cancelación de ruido en micrófono

Hasta 3 horas de autonomía con ANC

precio

Unos 406 euros al cambio

Este reloj viene con sorpresa

Huawei Watch Buds 1

A simple vista, el Huawei Watch Buds es un smartwatch bastante convencional, aunque si echamos un vistazo a su grosor de 15 milímetros veremos que algo hay. Y sí, vaya si hay algo: debajo de la pantalla hay un compartimento que carga y aloja dos auriculares pequeñitos para escuchar música o responder llamadas. Para abrir la “tapa”, basta con pulsar el botón dedicado en la zona inferior de la caja. Curiosamente, esta implementación no ha supuesto sacrificar la resistencia al agua IP54.

Estos auriculares se pueden usar tanto en la oreja izquierda como en la derecha, ya que son gemelos y cuentan con su propio sistema de detección. Cada auricular pesa cuatro gramos y dispone de un sensor óseo que permite que interactuemos con los auriculares tocando en el pabellón de la oreja o en la mejilla, como los Sony LinkBuds pero un paso más allá.

Huawei Watch Buds 5

No hay mención al tamaño del driver, pero Huawei sí ha mencionado que tienen una autonomía de hasta cuatro horas, tres si usamos la cancelación de ruido activa que sí, hace acto de presencia. En resumidas cuentas, es una vuelta de tuerca bastante curiosa al concepto de smartwatch que tendremos que ver cómo cuaja.

En lo que concierne al reloj como tal (dejando de lado que tiene dos auriculares en su interior), nada particularmente rompedor. Tiene una pantalla AMOLED de 1,43 pulgadas con 466 x 466 píxeles (una resolución más que suficiente, sin duda) y un botón lateral con forma de corona que, desgraciadamente, no tiene función de rotación. Tampoco tiene micrófono y altavoz por motivos evidentes: ya hay unos auriculares dentro para coger las llamadas.

Huawei Watch Buds 2

El reloj dispone de chip GPS integrado compatible con las principales constelaciones y es capaz de monitorizar unos 80 modos deportivos. Hablando de monitorizar cosas, el dispositivo puede analizar la frecuencia cardíaca, el nivel de oxígeno en sangre, el estrés y el sueño. Además, tiene todas las funciones a las que Huawei ya nos tiene acostumbrados.

Finalmente, cabe destacar que Huawei promete una autonomía de hasta tres días. Es una cifra lejana a lo que consiguen sus mejores smartwatches hasta la fecha, pero hay que comprender que tiene unos auriculares dentro. Dicho de otra forma, tres días no parece una mala cifra. La carga, por cierto, se hace de forma totalmente inalámbrica.

Versiones y precio del Huawei Watch Buds

Huawei Watch Buds 4

El Huawei Watch Buds se puede conseguir desde ya en China, donde su precio es de unos 406 euros al cambio. Está disponible en dos versiones, una con correa de cuero negro y otra con correa de cuero convencional. No hay diferencias en el precio.


La noticia Huawei Watch Buds: el nuevo (y peculiar) smartwatch de Huawei esconde dos auriculares bajo la pantalla fue publicada originalmente en Xataka por Jose García .

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Adriana P

Si queremos colonizar Marte debemos aprender a cultivar en Marte. Y ya trabajamos en cápsulas para lograrlo

Si queremos colonizar Marte debemos aprender a cultivar en Marte. Y ya trabajamos en cápsulas para lograrlo

La colonización de la Luna o Marte no plantea solo un reto tecnológico. En gran medida lo es también para la logística. Si queremos ver misiones tripuladas y de larga duración con destino a nuestro satélite o el planeta rojo debemos solucionar antes unos cuantos desafíos de calado: ¿Cómo alimentar a los astronautas? ¿Hay alguna forma de mejorar nuestros sistemas de soporte vital? ¿Sería posible, por ejemplo, sacar adelante cultivos en órbita o incluso en otros mundos?

Las preguntas no son nuevas. Los trabajos para darles respuesta, tampoco.

En ese empeño destaca —entre otras iniciativas— la labor de Interstellar Lab, compañía fundada en 2018 por la emprendedora e inversora Barbara Belvisi y que está embarcada en un reto apasionante: la fabricación de cápsulas agrícolas, sofisticados invernaderos capaces de reproducir las condiciones necesarias para el cultivo de especies vegetales incluso en los entornos más inhóspitos, como el espacio. El objetivo, como comenta Belvisi a Wired, es recrear “las condiciones climáticas y atmosféricas perfectas para la vida”, ya sea aquí, en la Tierra, en órbita u otros planetas.

En octubre la startup presentó su primer prototipo funcional de BioPod, “una granja de ambiente controlado” que actúa como una suerte de cápsula en la que se generan las “condiciones climáticas óptimas” para el cultivo sostenible de vegetales. La unidad lanzada este mismo otoño es la primera una decena que la compañía plantea ir instalando a lo largo del próximo año mientras trabajaba, en paralelo, en una factoría que le permita acelerar la producción ya para el año que viene.

Con la vista puesta en la Tierra… y más allá

“BioPod se inspira en las tecnologías espaciales para ofrecer un sistema de producción totalmente sellado, protegido de las condiciones climáticas y estaciones. Se despliega con rapidez y no requiere cimientos ni acceso al agua”, detalla la compañía antes de desgranar la ficha de su dispositivo, capaz de garantizar el equilibrio climático en su interior, controlando factores como la temperatura, niveles de CO2 o humedad, y condiciones lumínicas, lo que implica la intensidad de la luz o fotosíntesis.

Las BioPod —abunda la compañía— también controla el aporte de nutrientes e incorpora un software de gestión y seguimiento basado en inteligencia artificial, además de servicio de reposición.

Sus creadores aseguran que un BioPod, de 55 metros cuadrados y con una altura que no pasa de los cinco metros, es capaz de multiplicar de forma exponencial el rendimiento de los cultivos, reducir en un 98% el consumo de agua y recortar hasta 20 veces el gasto de energía. A mayores, captura una tonelada anual de dióxido carbono y acelera el crecimiento de los propios vegetales.

Semejante despliegue… ¿Para qué?

Interstellar Lab tiene dos retos en mente: uno aquí, en la Tierra; el otro, sobre nuestras cabezas.

La startup tiene la vista puesta en la exploración espacial y asegura que ya tiene una alianza, en la que se incluye la NASA, para desarrollar sistemas de cultivo en la órbita terrestre baja (LEO) a partir de 2025. Su mirada va sin embargo más allá y apunta a las misiones lunares o marcianas.

Para la órbita terrestre baja la empresa tiene ya un primer proyecto sobre la mesa, NUCLEUS, que consiste en un cubo modular de ambiente controlado que permite cultivar microvegetales, vegetales, hongos e insectos frescos dentro de las estaciones espaciales. Otra de sus unidades se basa en un módulo automatizado e inflable que puede acoplarse a una estación orbital para crear un laboratorio de plantas experimentales, también con la vista puesta en LEO. Wired asegura que ya trabaja con varias agencias espaciales en un módulo inflable para la Estación Espacial Internacional.

Con la vista puesta en horizontes más lejanos, como Marte o la Luna, y sobre todo en misiones tripuladas de larga duración, la startup plantea “módulos desplegables” en los que producir alimentos. “Nuestras cápsulas lunares están diseñadas para resistir condiciones extremas mientras brindan de manera autónoma las condiciones ambientales ideales para que la vida biológica pueda prosperar en el espacio”, señala la compañía, cuyo objetivo, precisa, pasa por proporcionar cápsulas para una base lunar sostenible en el marco del programa Artemis o las futuras misiones a Marte.

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El otro foco de atención de la startup está aquí, en nuestro planeta, con un planteamiento casi igual de ambicioso: relocalizar el cultivo de más de 300 especies de plantas que usamos con frecuencia para alimentarlos o curarnos, de tal forma que puedan crecer allí donde se demanden, saltando por encima de los límites geográficos o estacionales. “Su capacidad para reproducir cualquier condición climática podría permitir que se cultive vetiver indio en Londres o ashwagandha africana en Dublín”, reivindica la empresa. Su modelo permitiría reducir emisiones de CO2 asociadas al transporte.

“La creciente demanda de cultivos sostenibles, la reducción de la tierra cultivable, la necesidad de reubicación y la pérdida de biodiversidad mundial son factores que empujan a los fabricantes hacia el cultivo en un entorno controlado”, zanja. Interstellar Lab aplica en su prototipo un sistema aeropónico automatizado y tecnología que permite el control atmosférico y de iluminación, además del reciclaje de agua y la dosificación de los nutrientes para cultivos. La firma trabaja ya en un prototipo a gran escala de su cápsula, dotada de equipos hidropónicos o acuapónicos para el cultivo sin tierra.

El objetivo está claro: facilitar las misiones espaciales… y el cultivo en la Tierra.

Imágenes: Interstellar Lab


La noticia Si queremos colonizar Marte debemos aprender a cultivar en Marte. Y ya trabajamos en cápsulas para lograrlo fue publicada originalmente en Xataka por Carlos Prego .

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Adriana P

Getir compra Gorillas por 1.200 millones de dólares: gran fusión en las entregas ultrarrápidas para sobrellevar la crisis

Getir compra Gorillas por 1.200 millones de dólares: gran fusión en las entregas ultrarrápidas para sobrellevar la crisis

Terremoto en el sector de las entregas ultrarrápidas. Getir, la empresa turca y uno de los líderes del sector, ha comprado Gorillas, la empresa alemana pionera en Europa y su mayor rival. El acuerdo se ha cerrado por unos 1.200 millones de dólares, según Financial Times. Una cifra considerable pero que representa menos de la mitad de lo que inicialmente se había hablado en septiembre del año pasado.


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