Aunque aún falten 5 días para que llegue el auténtico día de Black Friday, todas las tiendas han comenzado con bastante antelación sus ofertas en todos los dispositivos de tecnología. MediaMarkt no ha sido menos, lanzando su Traca Final de rebajas en móviles, smart TVs, consolas, dispositivos de audio y también en movilidad urbana. Nosotros hemos seleccionado las cinco ofertas más interesantes, aunque hay muchas más.
Samsung TQ55QN86CATXXC
Esta smart TV de Samsung viene con pantalla QLED de 55 pulgadas, resolución 4K y refresco de 120 Hz. También incluye Modo Director de Cine y unos altavoces con 60 W de potencia RMS compatibles con Dolby Atmos. Dispone de puertos HDMI 2.1 para jugar en 4K.
Su precio habitual se encuentra en los 999 euros, pero ha bajado de precio hasta tal punto de quedarse en los 795 euros, precio mínimo que nos hace ahorrar 204 euros.
* Algún precio puede haber cambiado desde la última revisión
iPhone 15
El último modelo de Apple dispone de un panel OLED Super Retina XDR de 6,1 pulgadas, resolución 2.532 x 1.170 px, True Tone y brillo de 2.000 nits. Monta el chip Apple A16 Bionic, siendo esta versión la de 128 GB de almacenamiento.
El apartado fotográfico cuenta con un sensor principal de 48 MP, además de tener5G (sub-6 GHz), LTE Gigabit, WiFi 6 y Bluetooth 5.3. Su precio cae por primera vez de los 959 a los 919 euros.
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Xiaomi Mi Electric Scooter Essential
Es un patinete eléctrico que pertenece a la gama de entrada en el fabricante chino. Cuenta con un formato plegable y muy ligero, con un peso de 12 kg. Su potencia permite subir pendientes del 10% y cuenta con un sistema de doble frenado (antibloqueo E-ABS en la rueda delantera y freno de disco en la trasera).
Sus prestaciones son más ajustadas, con una velocidad máxima de 20 km/h y una autonomía que permite recorrer hasta 20 km. Su precio pasa de los 249 a los 199 euros.
Xiaomi Mi Electric Scooter, versión francesa con antirrobo, Fijo, Negro
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Microsoft Xbox Series S + Xbox Game Pass Ultimate (3 meses)
La versión más económica de la consola de Microsoft integra el procesador Zen 2 y la gráfica RDNA 2. Además, incorpora 16 GB de RAMy una unidad de estado sólido (SSD), que cuenta con una capacidad de 512 GB. Permite usar un cable HDMI 2.1 para emitir imágenes con resolución 4K UHD de hasta 120 fps, además de tres puertos para USB 3.1 y un conector Ethernet.
El pack en oferta viene con un regalito, y es que incluye tres meses de Xbox Game Pass Ultimate totalmente gratuitos por un precio de récord de 249 euros.
Pack Xbox Series S + 3 Meses de Xbox Game Pass Ultimate
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JBL Charge Essential 2
Si buscas un altavoz portátil y con mucha potencia, este modelo de JBL cuenta con 40 W de potencia y una respuesta en frecuencia de 20 kHz. Es impermeable y dispone de protección IPX7 contra el polvo y el agua. Con Bluetooth para conectarlo al móvil, su batería promete una duración de 20 horas.
Este altavoz Bluetooth baja de los 129 euros a los 99 euros, con un descuento de 30 que lo deja más barato que nunca.
JBL Charge Essential 2 Altavoz bluetooth portátil, altavoz y batería integradada en uno, resistencia al agua IPX7 y batería recargable de 20 horas de duración, negro
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Imágenes | Samsung, Microsoft, Xiaomi, Apple y JBL
Como maniobra comercial quizás no tenga todo el sentido del mundo: Netflix ha estrenado una serie anime basada en el cómic Scott Pilgrim, un pequeño éxito a nivel editorial subterráneo a principios de este siglo. Obtuvo algo más de repercusión con su adaptación al cine, ‘Scott Pilgrim contra el mundo’, una pequeña catástrofe protagonizada por Michael Cera y Elizabeth Winstead que costó 86 millones de dólares y recaudó algo menos de 50.
Sin embargo, lo que sí sabe Netflix es que la película se convirtió, al poco tiempo de su estreno, en un fenómeno de culto, a lo que ayudó un extraordinario videojuego publicado por UbiSoft y un excelente reparto que con el futuro se convertirían en estrellas. Ahora revisaremos el tremendo plantel de actores y actrices de la película (que podéis ver en Movistar Plus+), pero antes.. ¿de qué va ‘Scott Pilgrim contra el mundo’?)
Scott Pilgrim es un atribulado y perfectamente normal adolescente que conoce a la chica de sus sueños, Ramona V. Flowers. Para conquistarla no solo tendrá que llamar su atención, sino vencer a sus siete malvadas exparejas. Una historia perfectamente cotidiana si no fuera porque muchas de ellas todavía están enamoradas de Ramona, y querran enzarzarse en combates que convertirán esta historia romántica en una odisea de guiños a los videojuegos, conciertos de rock y combates de artes marciales.
Edgar Wright, que acababa de rodar las sensacionales ‘Zombies Party’ y ‘Arma fatal’, así como el increíble falso trailer de ‘Don’t’ para el proyecto ‘Grindhouse’ de Tarantino y Rodríguez, se embarcó aquí en su primera película de presupuesto medio. La abundancia de su reparto, variedad de escenarios y continuo empleo de efectos especiales dio pie a una película única y de abrumadora complejidad visual, todo un homenaje al mundo del videoclip, el cómic y los videojuegos.
Más allá de su fascinante acabado visual y los innumerables detalles de genio que plagan la película (de los secundarios con personalidad a los temazos de Sex Bob-omb, la banda de Scott, compuestos por Beck), ‘Scott Pilgrim contra el mundo’ ha perdurado porque sus héroes están llenos de aristas. Aunque tiene su estructura argumental, estamos lejos de la típica película a lo ‘Chico conoce chica’: Scott está lleno de dudas y toma decisiones cuestionables a la hora de conquistar a Ramona. Es esa fragilidad, el hecho de que Scott nunca será el “héroe” de su propia película es lo que le ha dado al film una frescura que se mantiene intacta.
Todos contra Scott
En cuanto al reparto, estos son algunas de las entonces aún emergentes estrellas que se dejan ver por la película.
Michael Cera (Scott Pilgrim): Uno de los pocos actores de la película que por entonces ya eran conocidos, gracias a éxitos del cine juvenil con retranca como ‘Supersalidos’ o ‘Juno’. Recientemente lo hemos podido ver dando vida a Allan en ‘Barbie‘.
Mary Elizabeth Winstead (Ramona Flowers): Aunque ya era conocida por pequeños papeles como el de ‘Death Proof’ a las órdenes de Tarantino, fue ‘Scott Pilgrim’ la que la catapultó a cierta fama de culto, que la ha llevado a películas como ‘La cosa’, ‘Calle Cloverfiel 10’, ‘Kate’ y series como la tercera temporada de ‘Fargo’ o ‘Ahsoka‘.
Kieran Culkin (Wallace Wells, compañero de piso de Scott): Empezó como actor infantil (igual que su celebérrimo hermano Macaulay), pero su consagración definitiva ha llegado en los últimos años, dando vida a Roman Roy en ‘Succession‘.
Anna Kendrick (Stacey Pilgrim, hermana de Scott): Poco antes de Scott Pilgrim ya había sido vista en un papel secundario en ‘Crepúsculo’, pero fue solo dos años después de la película de Wright cuando alcanzó el éxito internacional con la franquicia ‘Dando la nota’.
Alison Pill (Kim Pine, amiga de Scott): Pill, por desgracia, no ha alcanzado la fama de muchos de sus compañeros de reparto, pero la hemos visto en el reparto de series como ‘Devs‘, ‘Star Trek: Picard’, ‘American Horror History’ o ‘The Newsroom’.
Aubrey Plaza (Julie Powers, amiga de Scott): Uno de los talentos cómicos más singulares de su generación. Plaza comenzaba a ser conocida por su tronchante papel en Parks and Recreation, pero la fama le llegó después de ‘Scott Pilgrim’, gracias a series como ‘Legion‘ o ‘The White Lotus’ y películas como el reboot de ‘Muñeco diabólico’.
Jason Schwartzman (Gideon Graves, ex de Ramona): Según el director, quería que el villano de la película tuviera más aspecto de “adulto” que el resto, y escogió a este actor que ya estaba consagrado en el cine indie, como demuestra el haber aparecido en seis películas de Wes Anderson. También se le vio en películas como ‘Extrañas coincidencias’, ‘Maria Antonieta’ y más recientemente, en la nueva entrega de ‘Los juegos del hambre’.
Chris Evans (Lucas Lee, ex de Ramona): Evans ya tenía una carrera sólida antes de Scott Pilgrim: fue la Antorcha Humana en las adaptaciones de Los Cuatro Fantásticos de Fox, y protagonizó la magnífica parodia ‘No es otra estúpida película americana’. Pero en 2011, solo un año después de Scott Pilgrim, empezó a dar vida al Capitán América para Marvel, lo que le convirtió en uno de los actores mejores pagados de Hollywood.
Brie Larson (Envy Adams, ex de Ramona): Actriz desde muy corta edad, su despegue a la fama se daría poco después de ‘Scott Pilgrim’, el drama independiente ‘Las vidas de Grace’, pero sobre todo con ‘La habitación’, gracias a la que ganó el Oscar a la Mejor Actriz en 2016. Su salto definitivo a la fama mainstream se daría también gracias a Marvel, que la convirtió en su Capitana Marvel, a la que ha interpretado en varias películas.
Si queremos construir una base fija en la Luna y usarla como “trampolín” para destinos más ambiciosos, como Marte, necesitamos solucionar algunos cuantos desafíos técnicos: cómo construir allí, cómo garantizar el suministro de oxígeno, agua y combustible y, por supuesto, cómo asegurar la producción de alimentos. Los científicos llevan años devanándose los sesos buscando la mejor forma de cultivar plantas en el regolito, un esfuerzo que les ha llevado incluso a realizar pruebas a -40º C en mitad de la Antártida. Ahora han dado con un valioso aliado que puede ayudarnos en ese propósito: un puñado de bacterias especiales.
Por lo pronto ya les ha permitido cultivar tabaco.
Un aliado microscópico. Microscópico, pero muy valioso. Lo que ha querido averiguar un grupo de científicos de la Universidad Agrícola de China, con sede en Pekín, es si podríamos aprovechar un puñado de bacterias para que en el futuro tengamos más posibilidades de que nuestros cultivos lunares salgan adelante
¿Cómo? Con un experimento en el que usaron tres grandes ingredientes: cinco tipos de bacterias PSB, denominadas así por su capacidad para convertir fósforo insoluble en soluble; algunas semillas de Nicotiana benthamiana, una planta de tabaco autóctona de Australia muy utilizada en estudios botánicos; y una muestra que simulaba al regolito lunar traído en su día por la misión Apolo 14.
Mejorando el terreno. Con esos materiales dispuestos en el laboratorio, el experimento del equipo chino fue relativamente sencillo. Los científicos probaron si las bacterias toleraban las condiciones de la copia del regolito lunar y, aún más importante, si eran o no capaces de disociar el fósforo insoluble de la muestra. Que se centraran en ese detalle en concreto no es causalidad. Junto al nitrógeno y potasio, el fósforo es uno de los nutrientes esenciales para los cultivos.
Luego los investigadores plantaron Nicolatina benthamiana, también conocida como “benth”, para comprobar cómo respondía y si realmente las bacterias habían mejorado la fertilidad de la muestra de terreno. “Teniendo en cuenta que el fósforo es uno de los principales elementos que necesitan las plantas y componente clave de la fertilidad del suelo, y que supone cerca del 1% de la masa total del regolito, los estudios carecen de pruebas de que la actividad microbiana descomponga las estructuras minerales y provoquen la disociación del fósforo”, comparten.
Lo que dicen las cifras. Los resultados del equipo chino son elocuentes. Al menos según las tablas que han publicado en la revista Communications biology. Sus resultados muestran que después de siete días de cultivo el fosfato de calcio se descompuso y la concentración de fósforo inorgánico soluble en líquido aumentó de forma notable, entre un 212,7 y 519,7%. Durante sus análisis vieron además que las plantas que crecían en suelos tratados con bacterias mostraban un 104% más de clorofila que aquellas que lo hacían en suelos con bacterias muertas.
Fotografías de plantas en dos grupos de control y con cuatro tratamientos.
¿Y cuál es la conclusión? Que hay tres bacterias PSB especialmente interesantes. Su estudio muestra que B. mucilaginosus, B. megateriumy P. fluorescens no solo “toleran” las condiciones del regolito; además “disocian de forma eficaz el fósforo inorgánico insoluble” y hacen el terreno mucho más fértil para convertirlo en “un buen sustrato de cultivo”. “Demostramos que es factible que las PSB mejoren el regolito de la Luna y que tienen un gran valor de aplicación y perspectivas para la futura exploración espacial”, rematan los investigadores.
“El tratamiento con bacterias solubilizadoras de fósforo mejora el contenido de fósforo disponible. Aquí demostramos que las PSB pueden mejorar de forma eficaz la fertilidad del simulante de regolito lunar, convirtiéndolo en un buen sustrato de cultivo para plantas superiores”, concluyen los autores del experimento, e incluso van más allá: “Los resultados pueden sentar las bases técnicas para el cultivo de plantas a partir de los recursos del regolito lunar en las futuras bases lunares”.
Un paso más hacia los cultivos extraterrestres. El de la Universidad Agrícola de China no es el primer estudio que busca mejorar las posibilidades de los cultivos fuera de la Tierra. El año pasado la Universidad de Florida compartía sus propias conclusiones tras realizar plantaciones en muestras de regolito lunar, lo que les permitió averiguar cómo responden y desarrollan los vegetales en un entorno “radicalmente distinto” al de nuestro planeta. Para su análisis usaron muestras aportadas por las misiones Apolo 11, 12 y 17 y semillas de berro.
“Esta es la razón por la que estamos aquí: unobtainium. Porque esta pequeña roca gris se vende a 20 millones el kilo. Es la única razón. Es lo que paga toda la fiesta. Es lo que paga tu ciencia”.
La perorata —la recordarás— se la suelta durante la primera entrega de ‘Avatar’ un pasivo agresivo Parker Selfridge encarnado por Giovanni Ribisi a la doctora Grave Augustine (aka Sigourney Weaver) mientras gesticula con un guijarro brillante en la mano, no mayor que un mechero Zippo.
La escena dura medio suspiro y no es ni de lejos la mejor intervención de Ribisi o Weaver a lo largo de la cinta, pero sí resulta clave para entender la peli. Con el monólogo de Selfridge, James Cameron viene a exponernos de forma clara qué hace aquel grupo de humanos explorando una irrespirable y lejana luna perdida en Alfa Centauri. Aparte de mosquear a los nativos Na´vi, por supuesto.
Y es caro porque es un material superconductor muy codiciado en nuestro planeta. Como el oro desde hace siglos o las tierras raras por las que suspiramos en 2022, solo que en versión sideral y milmillonaria. Todo esto, claro está, dentro del universo fantástico creado por Cameron.
Más allá de Pandora
Lo que quizás no sepan Selfridge o Augustine es que a este lado de la ficción, en el mundo real, el unobtainium es algo más complejo y no un patrimonio exclusivo de Pandora. Quizás la peli de 2009 le haya hecho saltar a la fama, pero el término —más bien expresión— se usaba ya mucho antes: más o menos desde mediados del siglo pasado, para ser precisos.
Y no siempre en cintas de ciencia ficción para aludir a rocas fantasiosas, como la de Pandora.
Desde la década de 1950 los ingenieros lo utilizan con ironía para referirse a materiales o bien muy difíciles de conseguir por su coste, rareza o disponibilidad o bien directamente quiméricos, dotados de propiedades perfectas para ciertos usos pero que pertenecen al mundo de la especulación. Un “y si…” de manual, solo que combinando buenas dosis de imaginación, tecnología y ciencia.
No busques la palabra en los diccionarios. No aparece. Y eso hace muy difícil perfilar una definición exacta de qué abarca y qué no; pero el propio término nos da algunas pista: básicamente, parte de la palabra inglesa “unobtainable” (inalcanzable) e incorpora el sufijo “-ium” que se aplica a elementos químicos. Unobtainium es por lo tanto cualquier material tan deseado como inaccesible, bien porque es escaso, carísimo, su uso está restringido o directamente no existe en el mundo real.
El Unobtainium de Avatar cumple al dedillo todos esos criterios, con lo que si pudiese existir un museo con una muestra de referencia bien podría ser la que sostiene Selfridge mientras alecciona a Augustine. Hay quien va un poco más allá y ve un trasfondo filosófico en la elección de Cameron.
Que el director de ‘Titanic’ o ‘Terminator’, maniático del detalle hasta el extremo de estampar el emblema de White Star Line en toda la cubertería del atrezo de Titanic, se conformase con dar un nombre tan manoseado y genérico al codiciado mineral de Avatar, pieza clave de la trama, tendría una razón muy simple: el palabro es impersonal porque así es como lo ven los humanos que acuden a Pandora para extraerlo; no les interesa qué es o qué le rodea, sino a cuánto cotiza el kilo.
Reflexiones aparte, lo cierto es que Cameron no fue especialmente original al pensar en el unobtainium. Ni en lo que se refiere al nombre, ni desde luego al propio concepto. El canadiense pisaba arena bien batida cuando optó por incluir en el corazón de la trama la idea de un material fascinante y propiedades extraordinarias. Ni fue el primero ni el último en sacarle provecho.
Los orígenes del término en la jerigonza técnica no están del todo claros. Algunos apuntan al apodo con el que en los ingenieros aeroespaciales de los años 50 se referían al deseado titanio. Aún hoy se bromea de vez en cuando con el palabro cuando logramos desarrollar un material hi-tech dotado de unas propiedades especialmente interesante. Lo que sí sabemos es que el concepto lleva unas cuantas décadas dando buenos réditos a los autores de ciencia ficción y fantasía.
Veamos. Unobtainium en sentido estricto —es decir, un material ficticio, inalcanzable y por el que los Selfridge del mundo estarían dispuesto a dar un brazo o cargarse media Pandora— es la aleación de adamantium con la que se fabricaron las garras de Lobezno o el vibranium del que tan buen partido sacan el Capitán América o Black Panther. Incluso la kryptonita, ese pedrusco verdoso capaz de poner en apuros al poderosísimo hijo de Jor-El, podría considerarse como tal.
Más allá de las páginas de los cómics unobtainium puede considerarse también el metal con el que se fabricó el casco e la Enterprise de ‘Star Trek’ o el vehículo de ‘El núcleo’, capaces de salir de una pieza de pruebas tan rematadamente extremas que harían temblar al más osado de los ingenieros. Lo mismo pasaría con el scrith ideado por Larry Niven para Mundo Anillo, el acero valyrio de ‘Canción de hielo y fuego’ o el mithril que con tanta maña trabajaban los enanos de ‘El Señor de los Anillos’.
El listado es bastante largo e incluye muchos otros universos. Materiales con un rol semejante se encuentran en las cintas o páginas de ‘Ben10’, ‘Cat´s Cradle’ u otros episodios de ‘Los Vengadores’, como en el que se habla del blindaje de Ultrón. El campo es tan fecundo que incluso se ha llegado a publicar algún que otro libro reflexionando sobre sus supuestas propiedades fantásticas.
Lo de recurrir a un elemento fantasioso, indestructible y con propiedades que dejan en gravilla cualquiera de nuestras aleaciones actuales da al fin y al cabo mucho juego. Queda la duda de hasta qué punto puede acabar convertido en un elemento manido que aleje al lector, pero desde luego Selfridge acertó en algo: con los años ha servido para generar millones de dólares… en taquilla.
No todas las mentes sobresalientes pueden convertirse en CEOs sobresalientes. En la industria tecnológica encontramos varios ejemplos de este escenario, pero uno de los más notables es el de Marissa Mayer, una joven que había demostrado ser un prodigio en el mundo académico y profesional hasta que le tocó, o más bien decidió, tomar las riendas de Yahoo!
Aquella lista de éxitos que había obtenido a lo largo de su carrera se vio en cierto modo empañada cuando la compañía, que alguna vez fue una de las más destacadas de Silicon Valley, no consiguió remontar. ¿Qué fue de Mayer después de aquel suceso? El paso del tiempo puede ayudarnos a entender qué sucedió desde otra perspectiva. Volvamos en el tiempo.
La mente sobresaliente que destacó en Silicon Valley
Mayer nació un 30 de mayo de 1975 en Wisconsin, Estados Unidos. Es hija de una profesora de arte y de un ingeniero ambiental. Desde muy pequeña se interesó por realizar actividades extracurriculares que, en cierto modo, acabaron marcando parte de su vida. Principalmente dedicó mucho tiempo y esfuerzo a participar de los equipos de curling y danza durante la escuela.
Su sueño era convertirse en neurocirujana pediátrica. Con el claro objetivo de alcanzarlo se apuntó en la Universidad de Stanford, pero no tardó en cambiar sus planes académicos y empezó a estudiar Sistemas de símbolos, donde destacó enormemente, al tiempo que no desatendió su pasión por la danza. De hecho, participó de varios certámenes universitarios de ballet.
Mayer continuó en Stanford hasta finalmente graduarse en Sistemas de símbolos y obtener una maestría en ciencias de la computación. Para 1999 había completado este trayecto académico con un dedicado enfoque en inteligencia artificial. Ahora puede resultar curioso que la joven apostó por esta disciplina cuando no era tan popular como lo es hoy en día.
Su camino por el mundo académico continuó a la par del profesional, obteniendo un doctorado honoris causa del Instituto Tecnológico de Illinois. Mayer se había convertido a finales de la década de 1990 en una profesional con gran potencial que muchas tecnológicas querían fichar. Después de recibir más de una decena de ofertas de trabajo se decantó por Google.
El gigante de las búsquedas, ciertamente, no era gigante. De hecho Mayer fue la empleada número 20. Sus primeras tareas dentro la empresa fueron “picar código”, supervisar equipos pequeños de ingenieros y desarrollar las primeras ofertas de búsqueda de Google. Uno de sus aportes más notables fue la página de inicio “limpia” de Google que todos conocemos.
La joven desarrolló una interesante carrera profesional dentro de la firma del buscador, que incluyó identificar talentos y prepararlos para nuevos roles en jornadas intensivas de formación. En Google llegó a ser una de las máximas responsables de Productos de Búsqueda y Experiencia de Usuario, también lideró Servicios Locales, Mapas y Localización.
Su vida, aparentemente, no estaba destinada a seguir en Google. En 2012 dio el salto a la competencia. Mayer fue nombrada presidente y CEO de Yahoo! después de varios cambios de dirección y en medio de un deterioro en el número de visitas del portal. Su misión era clara: debía revitalizar la compañía, preferentemente aumentando el tráfico y los ingresos publicitarios.
Medidas drásticas y cruzada contra el trabajo remoto
En 2013 el trabajo remoto no estaba tan extendido como en la actualidad, principalmente después de la pandemia, pero muchos empleados de Yahoo! cumplían con sus obligaciones fuera de la oficina. Esto no fue del agrado de Mayer, que hizo del trabajo presencial el primer mandamiento de su dirección. Aquella decisión le costó una oleada de críticas por falta de flexibilidad.
También puso en marcha un sistema de evaluación del desempeño donde los jefes calificaban a los empleados. Aquellos que recibían un puntaje desfavorable podían ser despedidos. Esto también generó controversias e incluso se acusó a Yahoo! de impulsar prácticas laborales que estaban por fuera de lo establecido en las leyes locales de California.
Debemos reconocer que muy pocos CEOs tienen la capacidad de admitir sus errores públicamente. Recientemente lo vimos con Satya Nadella, lamentándose por haber cortado de raíz el desarrollo de Windows Phone. Mayer hizo lo propio con la mencionada adquisición de Tumblr. Este año dijo que haber comprado Netflix en 4.000 millones de dólares o Hulu en 1.300 habría sido una mejor decisión.
Mayer tuvo un comienzo prometedor al frente de Yahoo! Al principio la firma presentó resultados financieros favorables. Además, la ejecutiva consiguió aumentar las visitas desde dispositivos móviles y desarrollar un esquema publicitario que fue más allá de la versión de escritorio del portal. Estos logros no fueron suficientes para contentar a los accionistas, cuya visión estaba enfocada en otra clase de crecimiento general.
Para 2015, las acciones habían recibido un fuerte golpe, al tiempo que el tráfico general global de Yahoo! seguía cayendo y los ingresos publicitarios no mejoraban. Todo esto al tiempo que el grupo inversor Starboard Value ejercía presión para mantener su participación en Alibaba y clamaba por la venta del negocio de Internet de la compañía. Una encuesta de Owler calificó a la directiva como una de las menos queridas del sector.
Un año más tarde Mayer anunció que Verizon Communications compraría el core de Yahoo! por más de 4.000 millones de dólares, excluyendo la participación de Yahoo! en Alibaba y en Yahoo! Japan. La ejecutiva permaneció en el cargo hasta 2017, cuando la operación autorizada por los reguladores y finalmente concretada. Tras su renuncia decidió seguir vinculada al mundo de la tecnología, aunque con un proyecto propio.
En la actualidad, Mayer es cofundadora y CEO de Sunshine (anteriormente Lumi Labs), una startup con sede en Palo Alto, California, que ofrece una aplicación que utiliza inteligencia artificial para organizar contactos en teléfonos inteligentes, Sunshine Contacts. Yahoo! fue vendido varias veces más y ahora forma parte de Apollo Global Management.
Andalucía es un importante destino turístico y parte esencial del sector agrario español y el mapa nacional de las energías renovables, pero su economía toca otros muchos más palos. En la provincia de Sevilla se localiza quizás el más llamativo: la industria de los dildos y succionadores de clítoris. Allí, entre las localidades de Dos Hermanas y Carmona, no muy lejos de Sevilla capital, se concentra lo que algunos ya denominan “la milla de oro de los juguetes sexuales” en España.
Tal peso ha ganado el sector que durante la pandemia hubo quien, tirando de sorna, aseguraba que sus ventas suponían un “consuelo” en la crisis.
La (otra) industria local. Dos Hermanas y Carmona, dos localidades muy próximas a Sevilla, son conocidas por sus casas de fachadas blancas, patrimonio histórico y campos de girasoles. Bastante menos conocida es la próspero industria de los juguetes sexuales que acoge, una que mueve millones de euros al año.
En el Parque Logístico de Carmona tiene sus instalaciones International Dreamlove, que se define a sí mismo como un “fabricante y distribuidor” de “productos eróticos, juguetes sexuales, lencería y cosmética para la salud sexual”. En Dos Hermanas se localiza Fleshlight, que en su página web europea anuncia una amplia gama de vaginas artificiales, vibradores y dildos y precisa que su punto para devoluciones y pagos se sitúa en un área industrial de la urbe sevillana.
Cuestión de placer… y euros. Se dedica al placer, pero la industria de los juguetes sexuales es en realidad un negocio. Uno enorme, jugoso, en crecimiento y con muy buenas perspectivas. Statista calcula que en 2019 su mercado mundial se valoraba en 28.640 millones de dólares y en 2021 pasaba de los 34.000 millones como parte de una curva creciente que espera alcanzar los 52.700 en 2026.
Los negocios sevillanos no son ajenos a esa demanda. Dreamlove asegura en su web que registra 31 millones de pedidos al año, cuenta con más 150 trabajadores y maneja hasta 80.000 productos cada día. En cuanto a Fleshlight International, El Correo de Andalucía asegura que facturó 18,5 millones en 2021 tras registrar un aumento de pedidos considerable, del 15%. Al menos en 2018 El Confidencial lo presentaba de hecho como el primer productor europeo de vaginas de látex.
El efecto del COVID-19. Aunque el negocio andaluz de los juguetes eróticos atraía interés ya antes de la pandemia, el COVID hizo que cobrase una importancia peculiar. El motivo: los confinamientos forzados parecieron sentarle bien. En abril de 2020, poco después del decreto del estado de alarma, Fleslight reconocía a Efe estar experimentando un alza considerable de pedidos. Su portavoz, Juan Ziena, hablaba en concreto de un incremento del 33% en comparación con el mismo mes de 2019. Destacaba el aumento de encargos desde Italia, un 52% mayor.
“Son meses en los que las personas salen menos, se relacionan menos con otras personas, y estos productos tienen una mayor salida”, reflexionaba Ziena: “Se nota mucho que la gente está en casa y buscando en Internet cómo hacer la cuarentena más llevadera”. El Correo precisaba que en noviembre ese alza llegó al 155,92% y en 2021 la compañía aún disfrutaba de una tendencia positiva, con un 15% más de pedidos. En Dreamlove International hablan también de un “crecimiento orgánico”, con subidas anuales de ventas a un ritmo de más del 40%.
Objeto de deseo (ilícito). Tan interesante es la industria que no ha tardado en despertar pasiones muy diferentes a las que buscan caldear Fleslight o Dreamlove. En febrero unos ladrones se colaron en la nave de esta última firma, en Carmona, y se hicieron con un botín sorprendente… y valioso: varios consoladores chapados en oro de 24 quilates y valorados cada uno en más de 15.000 euros, otros dildos fabricados en acero inoxidable y aproximadamente 25.000 euros de la caja.
Fleshlight también ha protagonizado crónicas que poco tienen que ver con el erotismo. Al menos directamente. Hace unos años presentó una demanda contra antiguos directivos por lo que consideraba una competencia desleal y revelación de la fórmula secreta del material con el que elabora sus juguetes sexuales. En 2020 ABC publicaba que el juzgado había desestimado parcialmente su querella.
Remontándose al origen. La pregunta del millón llegados a este punto es… ¿Por qué están allí ambas empresas? ¿Cómo se explica el peculiar polo del placer erótico creado a escasos kilómetros de la ciudad de Sevilla ¿Qué hacen allí dos compañías que suelen citarse entre los mayores distribuidores y fabricantes de juguetes sexuales? La historia de ambas compañías son diferentes, aunque comparten una trayectoria de crecimiento en un sector en alza.
Detrás de Fleslight está el estadounidense Steve Shubin y su esposa Kathleen, quienes la lanzaron en 2010. Al menos en 2018 contaba ya con una producción anual de 350.000 vaginas de plástico en Dos Hermanas, facturaba 50 millones de euros y contaba con una fábrica también en Austin, Estados Unidos, y centros de distribución situados en Canadá y Australia. Sus ventas rondarían por entonces los tres millones de vaginas artificiales, lo que las convertían —aseguraba la empresa— en el juguete sexual para hombres más exitoso tras la muñeca de plástico.
Derribando tabúes e innovando. ¿El origen de todo? Steve, expolicía en Austin, decidió crear un primer modelo inspirándose en la forma de una linterna cuando un embarazo de riesgo impidió a la pareja mantener relaciones sexuales. Aficionada al mundo equino, el matrimonio optó por Andalucía tras visitarla y conocer a quien acabaría convirtiéndose en director general de la firma.
Los orígenes de Dreamlove los relataba hace poco su gerente, Mario Romero, quien detectó un “vacío empresarial” en el que decidió ahondar para un trabajo de su carrera, en la universidad. “Al principio no le vi salida laboral, requería mucha inversión”, confiesa. Pero sí lo tenía. Y el proyecto creció hasta llevarlo a Alcalá de Guadaíra y una planta de Carmona. “En España se consumen muchos productos eróticos. Cuando empecé era complicado hablar del asunto, la imagen del sector era muy oscura”, recuerda. Ahora celebra que hayan dejado de ser un “tabú”.
La reunión que mantuvieron Joe Biden y Xi Jinping el miércoles pasado en San Francisco (EEUU) perseguía relajar la tensión que sostienen las dos superpotencias desde hace ya más de un lustro. Las fotografías marcadamente amistosas que han publicado los medios de comunicación nos invitan a aceptar que esta cumbre ha alcanzado su objetivo, pero, en realidad, solo llegaron a acuerdos en algunos de los temas que abordaron, como la lucha contra el fentanilo o la reanudación de la comunicación en el ámbito militar.
En otros, entre los que podemos destacar la discusión del estatus actual de Taiwán o la estrategia de EEUU en lo que se refiere a la venta a las empresas chinas de sus tecnologías de semiconductores, las diferencias entre ambos países parecen seguir siendo irreconciliables. Precisamente en este último ámbito, el de los chips, la postura que mantiene el Gobierno estadounidense frente a China es extraordinariamente dura. Y, curiosamente, ahora mismo su mejor baza no es un producto estadounidense; lo es una máquina de Países Bajos.
El equipo de litografía más avanzado del planeta ya está listo. Y lo controla EEUU
La compañía neerlandesa ASML, el mayor fabricante de equipos de litografía del planeta, es junto a NVIDIA la otra gran afectada por las sanciones de EEUU que entraron en vigor el 16 de noviembre. Y es que en adelante no podrá entregar a sus clientes chinos ninguna de las máquinas de litografía de ultravioleta profundo (UVP) que hasta ahora sí podía venderles, como, por ejemplo, el equipo de litografía TwinScan NXT:1980Di. Esta máquina no es tan avanzada como los equipos de ultravioleta extremo que produce ASML, pero, como ha demostrado SMIC, es posible usarla para fabricar chips de vanguardia.
ASML prevé entregar a uno de sus clientes antes de que finalice este año su primer equipo de litografía UVE de alta apertura
En cualquier caso, este ya no es el equipo de fotolitografía más sofisticado que tiene esta empresa. Y es que, como os explicamos a principios de septiembre, ASML prevé entregar a uno de sus clientes antes de que finalice este año su primer equipo de litografía UVE de alta apertura (EUV High-NA por su sigla en inglés). Lo ha confirmado Peter Wennink, el director general de la compañía de Países Bajos, por lo que es una información fiable.
Lo que no ha trascendido es el nombre del cliente de ASML y el destino de este primer equipo de litografía UVE de segunda generación, pero podemos estar razonablemente seguros de que se trata de Intel. Y también de que esta máquina irá a parar a alguna de las plantas que tiene la empresa dirigida por Pat Gelsinger en EEUU o Israel. Intel planea tener listo su nodo litográfico 18A (1,8 nm) durante la segunda mitad del próximo año, y necesita esta máquina para cumplir su itinerario.
Cada equipo de litografía UVE de alta apertura costará aproximadamente 300 millones de dólares (el doble que una máquina UVE de primera generación). Canon ya tiene lista una máquina de litografía de nanoimpresión (NIL) mucho más económica con la que en teoría es posible fabricar circuitos integrados de 2 nm, pero sobre el papel no es tan avanzada como el equipo High-NA de ASML.
China está desarrollando su propia máquina de litografía UVE, pero es muy poco probable que consiga tener un equipo de segunda generación similar al que ya tiene preparado ASML en un plazo de tiempo moderado. En el mejor de los casos quizá consiga ponerlo a punto a lo largo de la próxima década, lo que da a EEUU una ventaja muy importante en materia de semiconductores. Esta es su mejor arma si nos ceñimos a esta industria indiscutiblemente estratégica.
Los primeros prototipos reales del futuro super avión de combate ya surcan los cielos. Fue en 2014 cuando la Fuerza Aérea de los Estados Unidos empezó a trabajar en el programa NGAD, siglas en inglés de ‘Dominio del aire de próxima generación’. El sucesor del F-22 Raptor. El caza de sexta generación que está destinado a convertirse en el avión más avanzado del mundo.
Un proyecto ultra secreto X que esta semana ha sido desvelado y confirmado por Frank Kendall III, Secretario de las Fuerzas Aéreas (SecAF) de los Estados Unidos, durante el POLITICO Defense Summit.
Es la primera vez que un representante de alto nivel de las fuerzas aéreas (USAF) habla abiertamente sobre el estado de este proyecto ultrasecreto del Pentágono. Sí se sabía de su existencia, pues hace tres años el entonces Subsecretario de Adquisiciones, Tecnología y Logística de la Fuerza Aérea, Dr. Will Roper, anunció que Estados Unidos estaba trabajando en un prototipo de caza de sexta generación para este programa NGAD. Ahora conocemos los primeros detalles.
En vez de producir un único caza, el programa NGAD tiene intención de producir una “familia de sistemas”. Según explica Kendall, el programa tuvo un presupuesto inicial de 1.000 millones de dólares, dividido a partes iguales entre las Fuerzas Aéreas, la Armada y DARPA.
El futuro de la aviación militar no pasa por un único caza
Esta semana el SecAF ha confirmado que se han “producido algunos prototipos que demostraron con éxito las tecnologías que necesitamos”. Esta frase expone varias cosas. Por un lado de que ya se han probado algunos prototipos. Después de que hay varios en marcha. Y finalmente de que han sido un éxito, lo que significa que ya han volado.
El enfoque de una “familia de sistemas” implica que el proyecto estará compuesto de varios sistemas, entre los que se esperan drones autónomos con inteligencia artificial, misiles tácticos como el AIM-260 JATM y sensores externos, todo ello controlado por un avión de combate central comandado por un piloto humano.
“El estudio inicial duró aproximadamente un año y arrojó una recomendación para una familia de sistemas. No sólo un caza, por así decirlo, sino un caza junto a sensores externos. Posiblemente también sin tripulación y con nuevas municiones”, explica Kendall. Un enfoque que diferencia a este futuro avión de combate X del actual F-35.
US Air Force Research Lab
El programa, que se inició durante la Administración Obama, ya ha producido varios prototipos exitosos, ha confirmado el SecAF. Y se remarca la idea de varios prototipos, en plural. Se desconoce el número oficial de prototipos para el NGAD que se han creado. Según explica Defense & Aerospace Report, al menos tres sistemas de avión X se han construido en los últimos años.
Y aquí está la pregunta del millón. ¿Qué empresas han sido las encargadas de realizar estos prototipos? No hay ningún tipo de confirmación, pero Lockheed Martin, Boeing o Northrop Grumman son los principales candidatos. Cada una de estas empresas ha ido mostrando sus prototipos a lo largo de los años, principalmente en imágenes conceptuales.
En agosto de 2022, Estados Unidos concedió un contrato por valor de 4.900 millones de dólares a cinco compañías: General Electric, Raytheon Technologies’ Pratt & Whitney, Boeing, Lockheed Martin y Northrop Grumman para desarrollar “prototipos de un motor adaptativo para cazas de nueva generación”. Cada uno de estos fabricantes dispone de unos 975 millones de dólares para diseñar y testear estos nuevos sistemas. Un trabajo que debe ser completado antes de 2032.
Collins Aerospace
En 2024 está previsto que se apruebe el proyecto de ley de Defensa ‘Collaborative Combat Aircraft (CCA)’ del nuevo año fiscal. Se espera que se aprueben unos 5.800 millones adicionales, que deberían financiar el proyecto de vehículos autónomos que acompañarán al prototipo elegido del NGAD. La fase de producción llegaría en 2028. El proyecto CCA y NGAD no son el mismo, aunque sí que se desarrollarán “en paralelo”, según explica Kendall. Las Fuerzas Aéreas tienen previsto producir unos 200 cazas NGAD, a los que habría que añadir unos 1.000 CCA autónomos de apoyo.
El coste de cada NGAD y de cada CCA no está publicado, aunque sí hay algunas estimaciones. Se espera que el coste de cada caza NGAD tenga un coste similar al del F-22: unos 300 millones de dólares por cada avión. En el caso de los CCA su coste debería ser entre “un tercio y un cuarto del coste de un F-35”, que ahora se encuentra alrededor de los 82 millones de dólares.
Esto supone que el coste de los CCA autónomos sería de algo menos de 30 millones de dólares. Un precio suficiente pequeño para producirlos en gran cantidad pero suficiente grande como para no ser desechables. “Sistemas de los que se pueden aceptar pérdidas de una porción de ellas y no tener un gran impacto operativo”, explica Kendall.
La gran diferencia del nuevo super caza NGAD no será por tanto su precio o las prestaciones propias del avión principal, sino su capacidad para sincronizarse con otros vehículos autónomos mediante inteligencia artificial, pudiendo actuar como escudos para absorber misiles, realizar ataques desde varios ángulos de manera sincronizada o simplemente ampliar el alcance de los sensores. Un proyecto en el que Estados Unidos lleva trabajando en secreto desde hace años y que ya empiezan a confirmarse públicamente sus primeros detalles.
El iMac fue el patito feo en el catálogo de ordenadores de Apple durante años. En octubre de 2015 la empresa presentaba el iMac 27″ con pantalla Retina 5K -al año siguiente llegaría el modelo de 21,5 pulgadas-, pero desde ese momento el desarrollo y evolución del Todo-en-Uno de Apple se detuvo.
El lanzamiento de los chips Apple M1 provocó que finalmente estos equipos sufrieran un importante lavado de cara con los iMac M1 (2021). Llegaba un nuevo y único tamaño de pantalla, 24 pulgadas, y un colorido diseño que convertía estos equipos en renovados compañeros de usuarios que buscaban un equipo en este formato con todas las garantías de Apple.
Sin embargo, Apple volvió a dejarlo en el olvido un año. El lanzamiento de los chips M2 debería haber supuesto una renovación interna de los iMac, pero hemos tenido que esperar al lanzamiento de los Apple M3 para ver esa renovación que ahora tenemos en estos iMac M3 (2023). Estos chips son la gran excusa y, en realidad, la única diferencia que existe con los modelos anteriores, y hemos podido pasar unos días evaluando su rendimiento para saber si se cumple la promesa de los M3. Vamos allá.
Ficha técnica del iMac M3
Apple iMac (2023) con chip M3
Pantalla
Retina 4.5K de 23,5 pulgadas
4.480 x 2.520 píxeles (218 ppp)
500 nits, gama cromática alta, True Tone
SoC
Chip M3 de Apple
CPU de 8 núcleos
GPU de 10 núcleos
Memoria
24 GB
Almacenamiento
1 TB
Cámara
FaceTime HD a 1080p
Audio
Seis altavoces de alta fidelidad con cancelación de fuerza en los woofers
Soporte Dolby Atmos
Tres micrófonos con calidad de estudio (soporte “Oye Siri”)
Puertos de conexión
2 x USB-C (Thunderbolt 4)
Toma de auriculares
Gigabit Ethernet
2 x USB-C (USB 3)
Entrada
Magic Keyboard con Touch ID y teclado numérico
Magic Mouse
Magic Trackpad
Conectividad
Wi‑Fi 6E (802.11ax), Bluetooth 5.3
Sistema operativo
macOS Sonoma
Dimensiones y peso
547 x 461 x 147 mm (soporte incluido)
4,48 kg (según modelo)
Adaptador de corriente
143 W
Toma Gigabit Ethernet
PRECIO
2.930 euros (según configuración actual)
Apple 2023 iMac Ordenador de Mesa Todo en uno con Chip M3: CPU de 8 núcleos, GPU de 8 núcleos, Pantalla Retina 4,5K de 24 Pulgadas, 8 GB de Memoria, 256 GB de SSD, Accesorios a Juego, Plata
* Algún precio puede haber cambiado desde la última revisión
Un diseño que sigue asombrando por su delgadez
La renovación de los iMac de 2021 trajo muchas novedades al chasis de los equipos. Llegaban los colores -los siete que aparecían en el primer logo oficial- en tonos pastel algo diluidos, pero también un diseño marcado por una espectacular delgadez.
En esos 11,5 mm de grosor del panel es donde se encierran todos los componentes del iMac, aunque en realidad el verdadero corazón del iMac ocupa tan solo una pequeña porción de ese espacio. Mucho ha llovido desde aquellos iMac de 1998 con carcasa semitransparente, y en sucesivas iteraciones el formato de este Todo-en-Uno ha ido refinándose para llegar a esta última expresión.
El formato, eso sigue, mantiene la herencia de aquellas primeras generaciones, y en él la pantalla es absoluta protagonista. Es tras ella donde Apple ha ido integrando todos los compoentes, pero la llegada de la familia Apple Silicon permitió ahorrar más espacio que nunca gracias a la eficiencia de estos procesadores.
De hecho la placa base de los iMac se sitúa en la parte baja del equipo, en esa pronunciada barbilla que quizás choque a estas alturas. Aquí es probable que Apple haya preferido sacrificar la estética —un formato sin esa barbilla, más simétrico, sería aún más espectacular— en favor de la integridad estructural del equipo: ese elemento tiene un propósito funcional, y también uno diferencial: mantiene la herencia de los antiguos (y reconocibles) iMac.
El verdadero corazón de los iMac, su placa base, ocupa tan solo la parte inferior de estos equipos. En la imagen, un iMac M1 de 2021.
De hecho los marcos de la pantalla, que se suman a la barbilla, permiten también a Apple evitar hacer algo que ha hecho en otros dispositivos: incluir su notch o, en los últimos tiempos, la isla dinámica. La introducción de este elemento en los MacBook Pro y MacBook Airpierde sentido funcional: no hay allí cabida para Face ID, y por tanto la decisión de incluirlo es puramente estética: uno sabe que eso es un nuevo MacBook Pro o un MacBook Air precisamente por el notch. En el iMac eso no parece necesario, quizás —precisamente— por la presencia de la barbilla.
Ese diseño está coronado por el soporte de la pantalla —que permite inclinarla, pero no ajustar la altura— y por una parte trasera en la que hay tres elementos destacados. El primero, el gran logotipo de Apple. El segundo, los cuatro puertos USB-C con interfaz Thunderbolt 4 en la parte inferior izquierda de esa trasera (que son solo dos en el modelo de partida). Y el tercero, el conector magnético para la alimentación que permite anclar el cable de alimentación.
Este último elemento es especialmente llamativo por su estupendo funcionamiento, muy al estilo del puerto MagSafe de los portátiles de Apple. El adaptador de corriente, eso sí, es de tamaño considerable, aunque es cierto que en el equipo que la compañía cedió para pruebas incluía además el puerto Gigabit Ethernet para aprovechar esa conexión que no está disponible en la trasera, una omisión en mi opinión destacable en un equipo de sobremesa.
La conexión inalámbrica cumple, desde luego, pero omitir esa capacidad vuelve a ser sin duda un sacrificio por esa delgadez y esa estética del equipo. Uno que además hace que quienes quieran esa capacidad tengan que pasar por caja, bien con algún adaptador de USB-C a Ethernet (o un dock), o bien con este adaptador de corriente que eso sí, está incluido en los iMac M3 más caros.
Es inevitable aquí hablar también de los accesorios que venían incluidos en nuestro equipo de pruebas. El teclado Magic Keyboard con sensor Touch ID —incluido aquí, pero que supone un extra en el modelo de partida, que es aún mayor si lo quieres con el teclado numérico— sigue siendo excelente en diseño y prestaciones, con un perfil bajo envidiable —si os gusta esa opción, como a mí— pero que se sigue cargando vía puerto Lightning y omitiendo el soporte de retroiluminación, algo difícilmente justificable con el precio de estos equipos.
El ratón Magic Mouse incluido se caracteriza por un diseño especialmente plano —no especialmente ergonómico en mi opinión— y con un sistema de carga absurdo: un conector Lightning —que tiene los días contados— y que está incompresiblemente en su parte inferior: usar el ratón mientras quieres cargarlo es básicamente imposible. Como explicaba nuestro compañero Miquel López en Applesfera, es normal dejar de usarlo y dar el salto a otra alternativa.
En nuestro equipo de pruebas Apple incluyó su Magic TrackPad —que puede comprarse de forma opcional por 155 euros. Esta superficie táctil funciona como uno esperaría y ciertamente es una forma agradable de interactuar con el equipo, y plantea una opción interesante al ratón.
Sea como fuere, la atención al detalle sigue siendo una de las características definitorias de este equipo. Eso se nota desde la caja que lo contiene —en sí, un pequeño ejercicio de ingeniería— hasta la factura de los cables incluidos para cargar el ratón o el del adaptador de corriente, con unos acabados excepcionales.
El imac tiene un problema en su pantalla: mucha resolución para tan poca diagonal
Apple decidió que con la renovación de estos equipos ya no tenía sentido contar con dos diagonales de 21,5 y 27 pulgadas. En lugar de eso la presentación de los nuevos iMac M1 en 2021 nos sorprendió con un formato único: una pantalla de 24 —perdón— 23,5 pulgadas con resolución 4.480 x 2.520 píxeles y una densidad de 218 píxeles por pulgada.
La calidad del panel es excepcional. Es capaz de ofrecer hasta 500 nits de brillo y cuenta con la tecnología True Tone que optimiza la temperatura de color de acuerdo a la luz ambiente. Los colores son vivos —pero no chillones— y la definición es fantástica.
El problema es precisamente el tamaño. Esas 24 pulgadas se quedan cortas para tanta resolución, y lo normal —si uno no tiene vista de halcón y puede conservarla— es hacer uso de la resolución escalada que permite ver todo —sobre todo, los textos— a un tamaño aceptable.
Aquí lo ideal sería contar con una diagonal de 27 pulgadas y, ya puestos, dar el salto a una resolución 5K. Apple no tiene intención alguna de lanzar un modelo con ese tipo de configuración, así que para tener tu “iMac 27 pulgadas” puedes comprarte un Mac mini o un Mac Studio y conectarlo a un monitor como el Studio Display que analizamos hace unos meses y que vende la propia Apple. O ya puestos, conectarlo a cualquier otro monitor.
Que el iMac renuncie a ese tamaño es extraño porque si algo ha aprendido la empresa es que a la gente le gustan las pantallas grandes —hola, iPhone 15 Pro Max—. Es evidente que eso incrementaría las dimensiones y peso del equipo, pero quizás daría la oportunidad a Apple de incluir más puertos de conexión y una configuración más “pro” para quienes siguen prefiriendo el formato Todo-en-Uno.
Esa diagonal que hace recomendable una resolución escalada hace que aparezcan los compromisos en el día a día. En mi caso lo normal es que trabaje con dos ventanas de navegador enfrentadas. En mis Mac mini M1 y en este iMac he usado Rectangle porque inexplicablemente macOS sigue sin ofrecer una forma sencilla de acoplar ventanas a bordes o esquinas de pantalla de Windows.
La resolución por defecto es correcta para ventanas maximizadas, pero se queda algo corta si trabajamos con ventanas divididas o con múltiples ventanas.
Y lo que ocurre es que en esta pantalla esas ventanas enfrentadas se me quedan algo estrechas: hay menos resolución en anchura que en una resolución 1440p —la que utilizo en mi día a día—, lo que hace que note una molesta limitación en espacio de trabajo en esas ventanas divididas.
De lo que no hay queja es de tres elementos integrados en esa pantalla. El primero, la webcam Facetime con calidad 1080p, que captura una imagen con muy buen detalle y color. Es de hecho mejor que muchas de las webcams “1080p” que he podido probar en los últimos años. El segundo, los micrófonos, que se comportaron también de forma sobresaliente y que probablemente sean hasta suficientes para quien quiera iniciarse en la grabación de podcasts o en retransmisiones de vídeo en directo en servicios como Twitch.
El tercer apartado a destacar es el del sonido. El sistema de seis altavoces con dos woofers con “cancelación de fuerza” —están enfrentados en diferentes direcciones para cancelar las vibraciones de los bajos— sigue ofreciendo una calidad de sonido más que decente, y aunque sigo prefiriendo usar altavoces externos dedicados a esta tarea, el soporte de Dolby Atmos Spatial Audio es una garantía de que es posible disfrutar de todo tipo de contenidos audiovisuales y música con una gran calidad.
La toma de auriculares de 3,5 mm en el lateral izquierdo es un elemento bienvenido que además soporta auriculares de alta impedancia. El sonido sale por una rejilla en el borde inferior de la pantalla, y desde ahí se refleja en la superficie de la mesa en la que apoyamos el iMac.
Rendimiento: el M3 va sobrado
La verdadera (y única) novedad de los nuevos iMac es la integración de los chips Apple M3, que han dado un importante salto en términos de fabricación y han adoptado la fotolitografía de 3 nanómetros de TSMC.
Eso ha permitido ganar enteros en eficiencia y desde luego en rendimiento, pero la gran beneficiada no es la CPU, sino la GPU integrada, que como apuntaban en Apple ahora es capaz de convertirse, sobre todo en los M3 Pro y los M3 Max, en una decente competidora de tarjetas gráficas dedicadas como las de AMD y NVIDIA en PCs basados en Windows.
En nuestras pruebas con el iMac M3 la experiencia ha sido fluida en todo momento, y en los benchmarks utilizados se puede ver cómo estos procesadores permiten mejorar de forma sensible las cifras que se lograban con sus antecesores de 2021.
Geekbench 6
Puntuación mononúcleo
Puntuación multinúcleo
iMac m1
1750
7699
Mac mini M1
1736
7475
Mac mini M2
2677
10112
iMac M3
3177
12046
En las pruebas con Geekbench 6 se muestra cómo por ejemplo el rendimiento respecto a los M1 es notablemente superior tanto en el rendimiento de un único núcleo como en el del modo multinúcleo. La ganancia respecto a los M2 es mucho más modesta.
Cinebench R23
CPU SIngle Core
CPU Multi Core
iMac M1
1500
7809
Mac mini M1
1519
7730
Mac mini M2
1644
8714
iMac M3
1896
9515
En el caso de las pruebas con Cinebench R23 la mejor en cuanto a rendimiento de la CPU en mononúleo y multinúcleo también es (lógicamente) mucho más sensible cuando comparamos este equipo con su predecesor, que contaba con los chips M1.
BlackMagic Disk SPeed TEST
Lectura
Escritura
iMac M1
2834,9
2935,2
Mac mini M1
1951,1
2837,4
Mac mini M2
4040,9
5750,6
iMac m3
2960,2
2839,9
El comportamiento de la unidad SSD de los iMac M3 es sobresaliente, pero curiosamente aquí el rendimiento es inferior al de los Mac mini M2 que analizamos hace unos meses. Las cosas en este ámbito no han cambiado mucho desde que aparecieran los primeros equipos con los chips M1. Nuestro equipo venía configurado con 1 TB de SSD, pero el modelo de partida cuenta con solo 256 GB y ampliar esa cantidad es muy, muy caro.
3DMark Wild Life Extreme
puntuación
FPS
iMac M1
4688
26,9
Mac mini m1
4807
28,8
Mac mini m2
6867
41
iMac m3
7923
47,4
También quisimos analizar el rendimiento de esa GPU, que en este modelo cuenta con 10 núcleos (ocho para el modelo de partida) y que ciertamente gana enteros con respecto a los chips M1 y M2. En la prueba de 3DMark Wild Life Extreme se puede comprobar como la ganancia respecto a los M1 es de nuevo notable, pero mucho menos apreciable respecto a los M2.
Aquí obviamente es donde las variantes más ambiciosas de estos chips (M3 Pro, M3 Max y los hipotéticos M3 Ultra) dan el do de pecho y su comportamiento se equipara el de gráficas gaming convencionales.
En macOS Sonoma existe de hecho el llamado “modo Juego” que prioriza automáticamente la experiencia a CPU y GPU cuando se ejecutan videojuegos, algo que aunque no convierte a este ordenador en el más adecuado para jugar, hace un guiño a estos escenarios que poco a poco parece que van cobrando cierto protagonismo en estos equipos.
Las pruebas demuestran que estos chips son desde luego más potentes que sus predecesores, y aquí la pregunta clave es si esa mejora compensa para quienes por ejemplo quieren dar el salto desde los anteriores iMac M1. El salto es desde luego decente, y como demuestran las pruebas, esa mayor potencia permite ganar algo esencial: tiempo. Muchas tareas se realizarán en menos tiempo, y eso siempre es interesante.
En el día a día durante nuestro periodo de pruebas no he notado nada especialmente distinto con este equipo respecto al Mac mini M1 que utilizo a diario, salvo quizás algo más de alegría al lanzar las aplicaciones. Quienes califican a este equipo como un modelo “para navegar y para tareas ofimáticas” se quedan cortos: yo hago bastante más en el M1 —como editar vídeos 4K en DaVinci Recode sin problemas—, y el M3 podrá hacer todo eso mejor. No es un equipo básico en absoluto aunque su configuración de partida así lo plantee, y estos chips llevan años demostrando que son tan capaces como PCs con hojas de especificaciones más llamativas.
De hecho, todos esos segundos ganados mientras usamos el equipo se irán acumulando con el M3, y aunque la percepción inmediata no es tan clara, es evidente que a es posible ahorrar tiempo a lo largo del tiempo: es algo que ocurre en mayor o menor medida con cada nueva iteración de un producto, y que esa mejora nos compense o no es ya cuestión de cada uno.
iMac M3 (2023), la opinión y nota de Xataka
La buena noticia que Apple sigue prestando atención al iMac. La mala es que este equipo es una iteración muy poco ambiciosa que se centra únicamente en reemplazar el SoC. Todo lo demás se mantiene igual, y también lo hacen unas estrategias de precios con muchas decisiones discutibles para nosotros, los usuarios.
La primera de ellas, la que afecta al modelo de partida. En 2023 que un equipo de más de 1.600 euros —1.619, para ser exactos— llegue con 8 GB de memoria y 256 GB de capacidad es difícilmente defendible. Es cierto que la calidad de fabricación es sobresaliente y que el equipo, incluso con esa configuración, puede hacer más de lo que hace un PC basado en Windows con esas especificaciones.
Y sin embargo, sería muy difícil recomendar este equipo con configuración básica a nadie que lo quisiera utilizar a largo plazo. Apple lleva años capando las opciones de actualización en sus equipos, y el iMac es la prueba fehaciente de ello: si te compras la versión con 8 GB de memoria unificada y 256 GB de capacidad de disco, eso es lo que tendrás para siempre. Luego podrás, eso sí, conectar unidades externas de disco.
Ampliar esa memoria es caro, pero lo que realmente castigan son las ampliaciones de SSD, porque son especialmente caras: una unidad de 2 TB en formato M.2 cuesta a día de hoy unos 100 euros y podemos instalarla en cualquier PC de sobremesa. Dar ese salto desde el iMac que lo permite cuesta 920 euros, nueve veces más.
Es precisamente lo que ocurre con este equipo, que con la configuración elegida por Apple (accesorios incluidos) nos costaría 2.930 euros, una cifra muy elevada para esa configuración. Si el dinero no es problema está claro que estamos ante un equipo con un diseño atractivo y que funcionalmente no tiene problemas, pero por ese mismo dinero creemos que hay opciones —incluso de la misma Apple— mucho más acertadas.
Hay además otro factor que juega en su contra: los iMac M1 (2021) ya eran máquinas con este mismo enfoque, y la actualización a esta versión no parece especialmente interesante. Los nuevos iMac M3 (2023) son sin duda un paso adecuado para quienes busquen lo último y mejor, pero creemos que hay mejores alternativas en este segmento.
Apple 2023 iMac Ordenador de Mesa Todo en uno con Chip M3: CPU de 8 núcleos, GPU de 8 núcleos, Pantalla Retina 4,5K de 24 Pulgadas, 8 GB de Memoria, 256 GB de SSD, Accesorios a Juego, Plata