Si hubiera un título de “forzudo de los mares” el buque Pioneering Spirit sería un serio candidato. Serio y difícil de batir. La compañía Allseas reivindica que su criatura es el navío de construcción más grande del mundo y hay quien va más allá y lo señala como la mayor embarcación por arqueo bruto. Tamaño necesita desde luego para realizar su tarea: instalar y retirar enormes estructuras en alta mar, como plataformas petroleras, plantas para extracción de gas o pesados oleoductos.
Gracias a su diseño es capaz de transportar y manejar enormes topsides, las cabezas de las plataformas offshore que lucen por encima del agua y sobre las que se distribuye el equipamiento. Allseas asegura que sus vigas elevadoras le permiten trabajar con estructuras de hasta 48.000 tn.
Otra de las piezas que suele mover durante sus misiones son los jackets, grandes piezas también encargadas de soportar el peso de los topsides en alta mar. Cuando le toca lidiar con una, el Pioneering Spirit es capaz de levantar de una tacada armazones de unas 20.000 toneladas.
Objetivo: acortar los trabajos en alta mar
¿Para qué semejante músculo? Sencillo: para simplificar las operaciones que se hacen en mitad del océano y trasladar el resto, como el desmantelamiento de una plataforma petrolífera, a naves donde resulta más fácil operar. “Reduce significativamente la cantidad de trabajo en alta mar, trasladándolo a tierra, donde es más seguro y rentable”, explican desde la firma Allseas.
Su primera misión al poco de abandonar el astillero consistió de hecho en eliminar una enorme plataforma de 13.500 tn en el campo petrolífero de Yme, en el Mar del Norte, cerca de Noruega, y no mucho después se atrevía con la plataforma Brent Delta de Shell, de 24.000 toneladas.
Otras de las misiones con las que demostró su capacidad fue la instalación de un enorme topside en 2018 para Equinor o tuberías de 32 pulgadas —0,8 metros— a 2.200 m de profundidad, operación que completó en 2017 en el Mar Negro avanzando a un promedio de cinco kilómetros por día.
Si puede completar hazañas así es en gran medida por su diseño, similar al de un gigantesco catamarán con forma de trineo. Pioneering Spirit es un buque con doble casco, 382 m de eslora y 124 de manga. En la proa tiene una apertura en forma de “U”, una amplia herradura de 122 m de largo y 59 de ancho que le permite moverse alrededor de una plataforma. Gracias a ese peculiar diseño y un “arsenal” de ocho potentes vigas elevadoras es capaz de manejar los topsides.
Para la retirada e instalación de jackets incorpora en la popa dos vigas de 170 m de largo que pueden girar sobre bisagras. “Los sistemas de elevación se complementan con una grúa especial de 5.000 tn para izamientos adicionales, como cubiertas y jackets más ligeros, módulos y puentes”, comenta la compañía. A mediados del año pasado, después de haber eliminado estructuras en Morecambe Bay, calculaba que había trabajado ya —entre diferentes labores— más de 200.000 toneladas de materiales, trasladándolos a tierra para que se encargaran de manejarlos.
El buque dispone además de ocho generadores diésel que le proporcionan una potencia de 95 MW, alcanza los 14 nudos y se tiene en cuenta las vigas de elevación basculante y su “aguijón” de popa, además de los 382 m de eslora, su longitud total se extiende a 477. Su capacidad de elevación de la parte superior es de 48.000 tn y la de la estructura diseñada para jackets de 20.000 tn repartida en seis bloques con capacidades individuales de 5.000. A bordo pueden ir 571 tripulantes.
El buque tiene también una historia casi tan peculiar como su ficha técnica.
El navío se fabricó entre 2011 y 2014 en el astillero DSME (Daewoo Shipbuilding & Marine Engineering), en Corea del Sur, y empezaba a operar en alta mar en 2016. Aunque sus datos y misión son lo que más impresionan, durante un tiempo la atención se centró en su nombre.
Sus promotores querían bautizarlo Pieter Schelte en un guiño al padre del propietario de Alsseas, figura destacada del sector. Los vínculos de Schelte con las SS durante la Segunda Guerra Mundial llevaron sin embargo a la empresa a decantarse por otro más impersonal: Pionerring Spirit.
El navío sigue aún dando servicio a plena máquina. Hace solo unos días trascendía que EnQuest acaba de contratara Allseas para que lo use en la retirada de las partes superiores de la plataforma Heather Alpha, en el Mar del Norte. Allí se encargará de levantar topsides modulares de 13.000 tn.
Ni es un alienígena, ni el delirio de un artista empeñado en representar diablos ni tampoco la última locura surrealista de la IA de Dall-e. Lo que ves aquí es un retrato, un primerísimo primer plano de una criatura real que respira, se alimenta y vaga tranquilamente por este nuestro planeta igual que tú o yo. Lo que puedes ver aquí, con esos dos puntitos color cinabrio, esa especie de fauces y una media sonrisa digna de alentar pesadillas es, ni más ni menos, que una hormiga.
Eso sí, ampliada cinco veces bajo un potente microscopio
La imagen la ha captado Eugenijus Kavaliauskas y aunque bien podría aspirar a la gran galería de los horrores microscópicos o inspirar a los maquilladores encargados de recrear los orcos de Tolkien, su intención al tomarla era otra: participar en el Concurso de Fotomicrografía Nikon Small World.
Una cuestión de perspectiva
El doctor Kavaliauskas no logró colarla entre las 20 mejores a juicio del jurado, ni siquiera figurar en la lista de 15 menciones honorífica; pero sí en la galería de imágenes “distinguidas”. Y de ese selecto catálogo de microfotografñias a la viralización en redes, claro, tardó medio suspiro.
Kavaliauskas sacó su cámara y lentes de aumento y la imaginación se encarga del resto. Con sus colores, mezclas de ocres terroso y rojo sanguinolento, la foto, que su autor ha titulado “Ant (Camponotus)” parece el mismísimo retrato de una de las criaturas del averno.
No, this isn't some alien monster out of a horror movie, this is an actual photograph of an ant using a magnifying lens. Nikon awarded it an 'Image of Distinction' this year.
Sleep well, my friends, and appreciate the blessings of size that your Lord has given you over this 😎! pic.twitter.com/ayVOhh6ZLP
“Cuando comencé con la microfotografía yo también pensaba que todos los escarabajos se parecían a monstruos —explica Kavaliauskas a Insider—. Peor ahora me he acostumbrado y me sorprende que haya tantos milagros interesantes, hermosos y desconocidos bajo nuestros pies”.
Su objetivo al retratar la naturaleza con lentes capaces de mostrar hasta las membranas y filamentos más delicados es de hecho, confiesa, cazar “detalles, sombras y rincones invisibles”. “Estoy fascinado por las obras maestras del Creador y la oportunidad de ver los diseños de Dios”.
Y por si quedaran dudas, Kavaliauskas, fotógrafo lituano especializado en vida silvestre y que ha logrado algún que otro premio con sus imágenes de aves rapaces, recalca: “No hay horrores en la naturaleza”. Al ver su espeluznante trabajo o el de otros concursantes del Small World de Nikon no cuesta creer que haya quien opine lo contrario y crea estar ante el universo de Lovecraft.
A él, abunda Insider, su foto le ha valido 35 dólares en material de Nikon.
A más de uno probablemente le habrá alimentado alguna que otra pesadilla.
Cuando algo funciona, es mejor no tocarlo mucho. Es lo que ha hecho Lenovo con la séptima generación de su Lenovo Yoga Slim 7 Carbon, un ultraportátil puro (no convertible) que mantiene el legado de esta familia pero lo hace con cambios en su diseño y también -cómo no- con componentes renovados.
Precisamente para analizar si ese legado y esa renovación merecen la pena hemos pasado unos días analizándolo. El esfuerzo de los ingenieros de Lenovo, como podréis ver a continuación, ha tenido como resultado un equipo impecable… aunque no sea barato.
El nuevo Yoga Slim 7 Carbon lo es por muchas razones: en estos equipos la renovación suele venir en el interior, pero aquí estamos ante una renovación que también se nota en el exterior.
El chasis cambia de formato, y ahora contaremos con unos laterales mucho más redondeados y que hacen que llevar el portátil en la mano de un lado a otro sea más cómodo. Atrás quedan esos laterales más rectos de pasadas generaciones, aunque seguimos estando ante un diseño ligeramente en cuña.
El exterior es ejemplar: la construcción con fibra de carbono hace que al tacto el equipo parezca estar hecho de plástico, pero nada más lejos de la realidad: este material permite que tengamos la ligereza que aportaría esa alternativa, pero con una resistencia y durabilidad envidiables.
De hecho el Lenovo cuenta con certificación militar MIL-STD-810H, lo que garantiza que podremos usarlo en condiciones extremas de temperatura o humedad, por ejemplo.
La sensación general es, gracias en gran parte al uso de ese material, extraordinaria. El equipo es compacto y muy, muy ligero (baja de la barrera psicológica del kilogramo), pero es que se nota desde el primer momento una construcción pulida en todos los detalles.
En la carcasa superior, de color negro en nuestro modelo de pruebas, solo existe un pequeño y elegante logo de “Yoga” en la parte inferior derecha junto a una pequeña placa con la marca Lenovo en la esquina opuesta.
Hay otra buena señal de esa construcción sobresaliente: es posible abrir el equipo con un solo dedo: la base pesa lo suficiente para que la pantalla se eleve de forma firme pero suave en cuanto hacemos ese gesto, algo de lo que no muchos portátiles pueden presumir.
Ayuda el hecho de que la parte superior de la pantalla es una especie de ‘notch invertido’ en el que se incluyen la webcam, el ToF y la cámara IR que conforman ese módulo. Esos componentes e integran en una zona que sobresale ligeramente y que como decimos es una ayuda a la hora de abrir el equipo con facilidad.
Una vez abierto nos encontramos con una pantalla que ocupa el 91% de ese frontal. Los marcos son especialmente reducidos en los laterales. El marco inferior es algo más grueso, pero no demasiado, y el marco superior es desigual por esa “muesca invertida” de la que hablábamos anteriormente. La sensación es ciertamente la de que la pantalla ocupa la práctica totalidad de se frontal y hace que la experiencia de uso sea más inmersiva.
Tenemos además un teclado de tamaño completo con teclas muy generosas -de hecho nos parecen hasta más grandes de lo normal- y con un touchpad también muy decente en su tamaño, y eso que el equipo es muy compacto con su diagonal de 13,3 pulgadas.
En el teclado nos encontramos con una fila superior de teclas de función algo más pequeñas y que incluye teclas para Imprimir Pantalla que al ser pulsadas permiten ejecutar la nueva herramienta de capturas de Windows 11.
Los laterales son, como decíamos, redondeados, pero aquí tenemos que hablar de un incómodo sacrificio: el de los puertos. Contamos con un puerto USB-C con interfaz Thunderbolt 4/USB 4 en el lado izquierdo, y otro con interfaz USB 3.2 Gen 2 en el derecho.
Ambos se pueden usar para cargar el equipo -el adaptador de 65 W tiene un tamaño correcto- gracias al soporte de la tecnología Power Delivery, y también para conectar el portátil a dos monitores externos.
En el lateral derecho contamos, además de con uno de esos puertos USB-C, con el botón de encendido y con el siempre llamativo interruptor físico de privacidad. Del primero, una petición de futuro: combinarlo con un lector de huella para reforzar las opciones biométricas, algo que han hecho otros fabricantes y que creemos que es muy buena idea.
Del segundo, un ruego inverso: ojalá todos los fabricantes lo incluyeran. Ese interruptor garantiza que en caso de que un ciberatacante logre infiltrarse en nuestro equipo, no logrará activar la webcam remotamente si la hemos bloqueado con este interruptor físico.
En el lado izquierdo contamos con el citado puerto USB-C con interfaz Thunderbolt 4 y además con un pequeño LED que indica el estado de carga. Lo que no tenemos, y es algo sorprendente en un portátil, es un puerto de auriculares. Lenovo lo ha eliminado de la ecuación, y en su lugar parece apostar totalmente por los auriculares inalámbricos, o por el uso de un adaptador que luego conectemos al puerto USB-C.
Esa decisión es difícilmente razonable: el grosor del equipo da de sobra para este conector, y en los portátiles el argumento de “así ganamos espacio” de los móviles no es defendible. El fabricante, eso sí, incluye un adaptador de USB-C a minijack.
En Lenovo incluyen con este equipo un curioso adaptador o hub USB-C con un puerto de auriculares, uno HDMI y… ¿uno VGA?
Estamos pues ante una decisión que nos parece polémica -¿lo habrán hecho para reducir el peso?- y que desde luego certifica que la limitadísima oferta de puertos es probablemente lo peor de todo este conjunto.
La parte inferior mantiene ese diseño elegante en color oscuro, pero aquí contamos con las pequeñas gomas que permiten mantener el equipo ligeramente elevado y, además, una serie de rejillas que se encargan de ofrecer el audio de los dos altavoces de 2 W integrados en el equipo y desarrollados en colaboración con Harman.
Una pantalla con luces y alguna sombra
La renovación exterior del equipo era inesperada, pero la de su interior era lógica y llega con notas destacadas. La primera, la de su pantalla OLED táctil, que cuenta con una resolución “2.5K” (2.560 x 1.600 píxeles) y un formato 16:10 que nos hace ganar unos preciosos píxeles en la vertical, donde el scroll es cada vez más amplio.
El panel cuenta además con un 100% del soporte del gamut sRGB y tiene un brillo que sin ser espectacular sí es muy correcto: la experiencia en exteriores es muy buena, aunque el mismo acabado brillo de la pantalla que ayuda a que colores y tipografías aparezcan más “vivos” también nos pueda jugar malas pasadas con los reflejos.
El panel cuenta con una tasa de refresco de hasta 90 Hz que además podremos ajustar con la combinación de teclas Fn+R. Al pulsar ese atajo accederemos al modo Auto que adapta la tasa según las necesidades de la sesión, a un modo de refresco fijo de 60 Hz o a un modo de refresco fijo de 90 Hz. La idea es desde luego interesante y facilita que el usuario tenga un acceso sencillo y rápido a este parámetro.
La pantalla cuenta además con soporte HDR Dolby Vision. La experiencia multimedia es muy buena al ver contenidos de vídeo. Al hacerlo comprobamos como los colores son vivos e intensos, mientras que el contraste es estupendo y permite disfrutar incluso de escenas más comprometidas a nivel de iluminación.
Estas especificaciones no decepcionan: el rendimiento es de notable alto
El equipo está gobernado por el Intel Core i7-1260P, un procesador de la familia Alder Lake con un TDP de 28 W y que cuenta con cuatro núcleos de alto rendimiento y 8 núcleos de alta eficiencia. La frecuencia base de los primeros es de 2,1 GHz pero pueden llegar a los 4,7 GHz, aunque solo durante cortos periodos de tiempo.
A ese procesador le acompaña una gráfica Intel Iris Xe con 96 unidades de ejecución y una frecuencia de reloj de 1,4 GHz. No hay aquí demasiada evolución respecto a las gráficas integradas de la anterior generación, pero tampoco hay demasiado problema: siguen siendo chips notables que además cuentan con decodificación nativa del formato AV1 y soporte de hasta cuatro monitores.
La potencia gráfica de hecho no es despreciable, y nos permitirá disfrutar de juegos a 1080p si somos cuidados con el nivel de detalle elegido. Puede que algunos títulos exigentes sean demasiado para este equipo, pero aún así podremos aprovecharlo para disfrutar de alguna que otra sesión ocasional o, claro, de juego en la nube en servicios como xCloud o GeForce Now.
El procesador está acompañado de 16 GB de memoria RAM DDR5 a 4800 MHz y de una unidad SSD de 1 TB M.2 PCIe 4.0 con soporte NVMe que literalmente vuela, como veremos a continuación.
La inclusión de ese procesador de Intel es desde luego una opción muy adecuada: estamos ante un chip que con ese TDP de 28W resulta perfecto para este chasis: el sistema de refrigeración funciona a la perfección —los ventiladores solo “bufaron” en momentos muy puntuales de las pruebas— y mantienen a raya la temperatura del micro sin problemas.
La filosofía híbrida de los chips Alder Lake también se comporta de manera notable: no hay aquí saltos de rendimiento increíbles con respecto a otros competidores con procesadores máso menos recientes, pero podemos estar tranquilos, porque las pruebas sintéticas demostraron que estamos ante un equipo que se comportará de forma notable en escenarios de trabajo convencionales.
Lenovo Yoga Slim 7 Carbon
Huawei MateBook X Pro
Surface Laptop 4
Surface Pro 7+
Procesador
Core i7-1260P
Core i7-1260P
Ryzen 7 4980U
Core i5-1135G7
PCMark 8 Home
4.168
4.774
3.809
3.445
PCMark 8 Creative
4.664
4.566
4.395
4.084
PCMark 10
5.163
n.d.
4.796
3.975
Geekbench 5 (Single/Multi)
1.592 / 8.789
n.d.
1.052 / 6.663
1.284 / 4.535
3DMark Cloud Gate
18.007
n.d.
19.586
13.061
3DMark Time Spy
1.785
1.377
n.d.
n.d.
CInebench R20 (Multi)
3.521
n.d.
3.428
1.747
Cinebench R23 (Single/Multi)
1.419 / 8.732
1.542 / 6.616
n.d.
n.d.
Así lo pudimos comprobar en nuestra batería de pruebas compuesta por las suites PCMark 8 y PCMark 10, Geekbench o Cinebench R23. Las pruebas gráficas con 3DMark también dejaron buen sabor de boca, y de nuevo aunque no estemos ante un portátil gaming sí que podremos disfrutar de sesiones de videojuegos si ajustamos resolución y detalle para mantener una fluidez adecuada.
También pudimos comprobar cómo la unidad SSD de este equipo es un prodigio de la velocidad de transferencias. Las pruebas con CrystalDiskMark indicaron velocidades de lectura de hasta 6.193 MB/s, mientras que las de escritura alcanzaron los 4.931 MB/s.
Aquí la conexión PCIe 4.0 es una garantía y permite dar un salto notable respecto a portátiles con unidades PCIe 3.0. Si el usuario necesita altas velocidades de transferencia, este tipo de opción es desde luego especialmente recomendable.
El Lenovo Yoga Slim 7 Carbon en su uso real
Las pruebas sintéticas de rendimiento son como siempre una buena referencia para saber qué esperar del equipo, pero siempre es especialmente importante comprobar cómo es la experiencia al usarlo en el día a día. En el tiempo que hemos podido disfrutar del Yoga Slim 7 Carbon el comportamiento ha sido fantástico.
Para empezar, se trata de un equipo que da gusto mover de un lado a otro. La construcción, como comentábamos, es sólida y ligera. De hecho parece incluso más ligero de lo que indican esas cifras, y quienes busquen un equipo de dimensiones reducidas tienen aquí una excelente alternativa.
Eso no compromete la experiencia con el teclado, por ejemplo. La disposición, tamaño y recorrido es perfecto, y los tiempos de respuesta tanto del teclado como del touchpad —con un soporte de gestos de Windows 11 perfecto— es estupendo. Es cierto que las dimensiones del equipo no dejan espacio para un touchpad más grande, pero trabajar con el incluido en el Yoga Slim 7 no da problema alguno y la detección de la palma de la mano es impecable.
El arranque de Windows 11 Home es inmediato —instantáneo si usamos la suspensión— y aquí tenemos como gran aliada a la unidad SSD PCIe 4.0: los tiempos de lanzamiento de las aplicaciones son muy cortos, y la sensación de fluidez a la hora de manejarlas y manejar la interfaz del sistema operativo es también notable.
En materia de software, por cierto, hay que destacar que apenas hay presencia de bloatware, pero sí contamos con una versión de evaluación de McAfee Internet Security. La suite Lenovo Vantage es siempre interesante por su capacidad para ayudarnos a gestionar diversos apartados del equipo, pero salvo esas opciones estamos aquí ante un “Windows casi puro”.
A ello contribuye esa tasa de refresco de 90 Hz que además podremos activar con el citado atajo Fn+R. Por supuesto trabajar con esa frecuencia de forma constante acortará la autonomía del equipo, por lo que creemos más aconsejable dejar esa preferencia en el modo “Auto” para que sea el equipo el que nos ayude a optimizar el uso de la tasa de refresco.
El módulo que alberga la webcam y el sensor IR para Windows Hello es una idea muy interesante. Como decíamos ese ‘notch invertido’ ayuda a abrir el portátil con un solo dedo y además ofrece espacio para integrar todos esos componentes ópticos.
Es una lástima que aquí Lenovo no haya hecho el esfuerzo de incluir una webcam con calidad 1080p, pero lo cierto es que la calidad de imagen ofrecida por esta cámara era correcta para videoconferencias. También fue perfecto el comportamiento del reconocimiento facial, aunque hubiera sido interesante contar además con un sensor de huella dactilar.
Los altavoces están situados en la parte baja del equipo, algo que hace que hace difícil lograr la mejor calidad de audio. Aún así el volumen es sorprendentemente alto, bien definido y preciso, aunque lógicamente los bajos son prácticamente inexistentes.
Los vídeos en YouTube se disfrutan sin problemas, pero tanto para música como disfrutar más de la experiencia sonora recomendamos utilizar unos buenos auriculares inalámbricos (o con adaptador USB-C, se incluye uno en la caja). Aquí la ausencia de la tradicional toma de auriculares sorprende, pero es cierto que ya es muy normal que contemos con unos auriculares inalámbricos.
La autonomía de la batería es también muy decente, a pesar de que su capacidad de 50 Wh no es especialmente elevada. Dicha batería se puede recargar desde cualquiera de los dos puertos USB-C (uno a cada lado, lo que ayuda) y además del cargador incluido podremos utilizar cualquiera que dé soporte al estándar PowerDelivery, como mencionábamos anteriormente.
En nuestras pruebas rondamos las nueve horas y media de uso continuado y con un brillo del 50%. La cifra es muy correcta, y se la podemos agradecer no tanto a la batería (el tamaño compacto hace difícil incluir una batería de mayor capacidad) como al procesador de Intel.
Las mejoras en eficiencia que ha recibido la última generación de estos chips es una buena noticia en este apartado, y aunque no tenemos aquí cifras de récord el comportamiento es bueno.
Lenovo Yoga Slim 7 Carbon, la opinión y nota de Xataka
Estamos pues ante uno de los ultraportátiles más interesantes y equilibrados que hemos analizado en Xataka. El rendimiento es notable y es probable que vaya sobrado para un uso convencional, pero aquí lo que brilla es esa construcción tan impecable que desde luego hace que la experiencia de uso sea en todo momento fantástica.
Puede que a la pantalla AMOLED le falte algo de ‘punch’ en el ámbito del brillo —con lo que trabajar en exteriores puede ser un reto—, pero esa tasa de refresco de 90 Hz compensa en parte esa pequeña carencia, y la calidad del panel es elevada. Lo mismo ocurre con el teclado o el touchpad, que se comportan también a la perfección.
Estamos pues ante un equipo muy recomendable, aunque el precio no es bajo: en la configuración que hemos manejado este equipo tiene actualmente un precio de 1.589,37 euros. Aún así, las garantías de contar con un portátil compacto y solvente son totales, y eso desde luego tiene también mucho valor para muchos usuarios.
8,9
Diseño 9,75
Pantalla 8,5
Rendimiento 8,25
Teclado/trackpad 9,0
Software 9,25
Autonomía 8,75
A favor
Su construcción es impecable
A pesar de sus dimensiones y peso, el rendimiento notable
Buena autonomía gracias a la eficiencia de su procesador
La tasa de refresco de 90 Hz mejora la fluidez de la interfaz de usuario
Su unidad SSD "vuela"
En contra
La oferta de puertos de conexión es demasiado limitada
No tener un conector de auriculares es discutible en un portátil
El precio es algo elevado
Nos hubiera gustado que además del reconocimiento facial hubiera contado con sensor de huella dactilar
“Más renovables, menos inflación”. Los expertos de las firmas Ember y E3G acaban de dirigirse a Bruselas así, de forma clara, para recordarle que la apuesta por las energías verdes está permitiendo a los 27 países de la Unión Europea ahorrarse miles de millones de metros cúbicos de gas y evitar una escalada aún mayor de la inflación. Sus cálculos dejan además otra conclusión interesante: el peso récord que han logrado la fotovoltaica y eólica a lo largo de los últimos meses.
Son datos en pasado que el think tank esgrime para el futuro.
Un récord en eólica y solar. Los cálculos de Ember y E3G son claros: desde marzo, coincidiendo con la guerra en Ucrania, la eólica y solar generaron un récord del 24% del mix eléctrico de la UE. Los técnicos calcularon el dato entre marzo y septiembre y obtuvieron 345 teravatios-hora (TWh) —192 de eólica y 153 de solar—, lo que representa un incremento interanual de 39 TWh. El estudio recuerda además que la hidroeléctrica se vio afectada durante el verano por la sequía, con una reducción del 21%, con lo que el peso de las renovables podría haber sido aún mayor.
La radiografía por países. Las tablas muestran además que 19 países de la UE alcanzaron un récord de energía eólica y solar. En la lista se incluyen Francia (14%), Italia (20%), Polonia (17%) y España, que destaca con un 35%. Entre todos, los autores del informe destacan de hecho el caso de España, que registró “el mayor incremento absoluto de generación con 7,4 TWh”.
El dato está en sintonía con los que se han ido desgranando los últimos meses. En abril Ember ya estimaba que España había cubierto por primera vez el 40% de su generación eléctrica con eólica y solar. En julio Red Eléctrica señalaba que la solar había alcanzado un récord en la producción.
Más allá de los porcentajes. El informe no arroja solo porcentajes y Twh. Sus responsables han querido ir más allá y recordar a Bruselas el ahorro que están favoreciendo las renovables en plena crisis energética. En un escenario marcado por los efectos de la guerra en el suministro de gas ruso —una fuente que en 2020 aportaba cerca del 40% de las importaciones de la UE—, los expertos calculan que la solar y eólica han permitido al bloque ahorrarse millones de euros en gas.
¿Cuánto? El think tank señala que ambas renovables evitaron a la UE la necesidad de unos 8.000 millones de metros cúbicos adicionales de gas, una cantidad considerable que valora en un coste de aproximadamente 11.000 millones de euros. “La capacidad total de energía renovable ahorró a la UE 99.000 millones en importaciones de gas que se evitaron, un aumento récord de 11.000 millones en comparación con 2021”, subraya el dossier elaborado por Ember y E3G: “España registró el mayor incremento absoluto de generación con 7,4 TWh. La producción de esta electricidad en España con gas habría requerido una cantidad que cuesta aproximadamente 1.700 millones de euros”.
Un dato con un efecto claro. El informe no aporta solo una estimación de costes. Va más allá y señala su influencia en la propia evolución de los precios y los bolsillos de las familias y empresas. “El estudio muestra que las opciones políticas pasadas que aumentaron la dependencia de la UE del gas y frenaron la ambición de eficiencia energética y renovable son los principales impulsores de la inflación récord de Europa ahora —esgrime—. La capacidad eólica y solar evitó considerables importaciones de gas a un alto coste y una inflación aún mayor y una crisis más profunda”.
El informe recalca que la dependencia del gas ruso y las restricciones en el suministro han derivado en “graves consecuencias para los precios de la energía en el continente”. “La exposición de la Unión Europea a estos combustibles fósiles de alto costo es lo que más contribuye a la crisis inflacionaria”, zanja el informe, que recuerda que en septiembre el precio de la energía era un 40,8% superior al de un año antes, “contribuyendo al 36% de las elevadas cifras globales de inflación en la UE”.
Mensaje para el futuro. La conclusión para los autores del informe es clara y apunta al futuro. “La energía eólica y solar ya están ayudando a los ciudadanos europeos; pero el potencial futuro es aún mayor”, señala el informe, que incide en que RePowerEU, un plan que busca precisamente reducir la dependencia de los combustibles fósiles rusos, “tiene el potencial de reducir la exposición de Europa a las costosas importaciones de gas de manera significativa y rápida, fortaleciendo su seguridad energética y de precios”. Por esa razón urge el apoyo de los estados y el Parlamento Europeo.
“Con mercados de gas natural licuado (GNL) ajustados que mantienen altos costos de gas durante los próximos años, los gobiernos deben respaldar la ambición de energía limpia de RePowerEU, convirtiéndolo en un elemento central de la respuesta a la crisis del precio de la energía”, zanja Artur Patuleia, asociado sénior centrado en las transiciones del sistema energético en E3G.
El pasado 4 de octubre tuvimos la oportunidad de hablar con Abi Go, jefa de producto en Xiaomi. La conversación tuvo lugar en el evento de presentación de los Xiaomi 12T, la nueva incorporación al catálogo de gama alta y familia Xiaomi 12. Hablamos sobre la estrategia de Xiaomi, cómo entienden este tipo de lanzamientos en un portfolio tan saturado y sobre la visión de futuro de la compañía, entre otras cuestiones interesantes.