Mi Blog

March 12, 2023

Technology
Adriana P

Es probable que hayamos alcanzado el pico del coche de combustión: las cifras de ventas son claras

Es probable que hayamos alcanzado el pico del coche de combustión: las cifras de ventas son claras

Peak. Cima, pico o punto máximo, en español. En los últimos años, el uso de peak en los textos españoles se ha extendido, empujado por su uso en redes sociales. Tanto que la Fundeu ya explicó su uso en 2020, recomendando el uso de “máximo, nivel más alto o pico (donde esta voz no sea malsonante)” como alternativas recomendadas.

Pero lo que aquí nos trae es el peak de los coches de combustión. El máximo o el nivel más alto de las ventas, si escuchamos a los académicos, ya se ha dado. Y, probablemente, nunca volvamos a recuperarlo. Y aunque nunca digas nunca jamás, la tendencia del mercado apunta a que el coche de combustión ha tocado techo. De hecho, lo hizo ya hace años.

Un lustro de caída

Esto es lo que aseguran desde Bloomberg y lo que nos podíamos imaginar si estamos atentos a los últimos movimientos que se están tomando en el sector. Nunca se vendieron tantos coches de combustión (incluidos los híbridos eléctricos) como en 2017. Y parece que nunca se volverá a alcanzar estas cifras.

Según sus propios datos y los recopilados a través de Jato Dynamics y Marklines, en 2017 se vendieron 85,9 millones de vehículos en todo el mundo en los que el motor de combustión ea el absoluto protagonista. Es decir, automóviles no enchufables. Los que sí lo son (híbridos enchufables y eléctricos) entonces apenas sumaban poco más de 1 millón de unidades. Es decir, el 98,74% de los vehículos eran automóviles de combustión.

Desde entonces, los automóviles de combustión no solo han visto mermadas sus ventas, también han perdido mucho peso en las ventas globales. Y aunque siguen representando la inmensa mayoría de la producción mundial, los automóviles enchufables han comido una parte importantísima del pastel.

En 2018 ya se perdieron 1,2 millones de vehículos de combustión por el camino. En 2019, se vendieron 81,5 millones de coches con esta tecnología. En dos años se perdieron casi cuatro millones y medio. Pero el gran descalabro llegó con la pandemia de coronavirus. Desde entonces, los automóviles de combustión se han estancado justo por debajo de los 70 millones de vehículos, siendo 2021 con 68,9 millones de combustión vendidos el que peores resultados tiene.

Al mismo tiempo, la pérdida de peso en el mercado global ha sido evidente. Si en 2017 su dominio era prácticamente absoluto, en 2022 representaron el 86,81%. El peso en la industria sigue siendo aplastante, pero la tendencia apunta a que poco a poco irán perdiendo protagonismo, con el coche eléctrico ganando posiciones.

El crecimiento de los enchufables

La otra cara de la moneda, por supuesto, la muestran los vehículos enchufables. Si en 2017 apenas pasaban del 1%, su cuota de mercado creció por encima del 13% en 2022. Desde las 700.000 unidades de eléctrico de 2017, el mercado del coche eléctrico no ha dejado de aumentar, sumando 7,5 millones de coches eléctricos el pasado año.

Los híbridos enchufables, por su parte, también han crecido pero de forma mucho más lenta. En 2020 se vendieron 1,1 millones de vehículos con esta tecnología, mientras que en 2022 se colocaron 2,9 millones en el mercado. En el mismo periodo de tiempo, los eléctricos pasaron de 2,2 millones a los ya mencionados 7,5 millones de unidades.

Además, desde Bloomberg señalan otro dato interesante. Aunque los híbridos eenchufables sumaran como vehículos de combustión (el criterio que está siguiendo la Unión Europea para su prohibición a partir de 2035), el panorama no cambiaría en absoluto. Desde 2017, ningún año se habrían superado los 86,3 millones de vehículos que aglutinaron los automóviles de combustión y los híbridos (tanto enchufables como no enchufables).

La pandemia del coronavirus ha marcado un antes y un después en las ventas de este tipo de coches. En 2019, la suma de híbridos enchufables y combustión alcanzó las 82 millones de unidades. El año que más cerca se ha estado de repetir estas cifras ha sido en 2022 y apenas se sumaron 73 millones de unidades.

China, Europa y una crisis

Desde el punto de vista del ciudadano europeo, es lógico pensar que los movimientos europeos han tenido mucho que ver en el impacto mundial de las ventas de vehículos eléctricos e híbridos enchufables. Y, en parte, así es, pero este motivo no es el único.

Las duras condiciones en materia de emisiones impuestas en Europa han provocado que la industria tuviera que primar la venta de vehículos eléctricos en los últimos años. Con ellos conseguían reducir sensiblemente la media de emisiones de su flota y, al mismo tiempo, vender vehículos de un mayor precio. Como ejemplo, un dato: sólo en el último trimestre de 2021 se vendieron un 24,9% más eléctricos que en 2020.

China vendió en 2022 siete millones menos de coches de combustión que en 2017

Al caso anterior se ha sumado la dura crisis derivada de la pandemia de coronavirus. Desde el cierre de fábricas hasta la posterior escasez de semiconductores, que obligó a los fabricantes a priorizar. ¿Cómo? Intentando colocar híbridos enchufables y eléctricos antes que automóviles de combustión. Vender menos pero (mucho) más caro.

Pero el mayor impacto en el mercado mundial no lo ha conseguido Europa. Mientras que nuestro continente registró 9.255.930 vehículos en 2022, según datos de ACEA, en China se vendieron 23,55 millones de coches.

De los más de nueve millones de vehículos vendidos en Europa, 1.123.778 fueron eléctricos. Un crecimiento del 28% que, pese a todo, tiene un peso final en la cuota de mercado de un 12,14%. Si se suman los híbridos enchufables (874.182 unidades), el porcentaje alcanza el 21,58%.

Sin embargo, el 2022 fue el despegue absoluto del coche eléctrico en China. Su crecimiento estaba siendo bueno en los últimos años pero de las 2,54 millones de unidades de 2021 se pasaron a los 4,60 millones matriculados el pasado año. Es decir, el 19,53% de los vehículos que se vendieron en el país fueron eléctricos. Y el porcentaje alcanza el 25,82% si sumamos los híbridos enchufables, que allí sí los igualan a la hora de hacer los recuentos anuales.

Todo esto ha provocado que, aunque en China se han alcanzado niveles de ventas como en 2018 y cercanas a 2017 (su mejor año con 24,74 millones de matriculaciones), los vehículos de combustión tampoco han dejado de caer. De hecho, se vendieron menos coches de este tipo en 2022 que en los dos años anteriores de pandemia y sus 17,47 millones de automóviles de combustión en 2022 están lejísimos de los 24,22 millones registrados en 2017.

En Xataka | Europa se ha empezado en imponer el coche eléctrico. El primer beneficiado es China

Foto | Carles Rabada


La noticia Es probable que hayamos alcanzado el pico del coche de combustión: las cifras de ventas son claras fue publicada originalmente en Xataka por Alberto de la Torre .

Technology
Adriana P

Tenemos un nuevo material superconductor (y si cumple con lo que promete, será crucial para la tecnología)

Tenemos un nuevo material superconductor (y si cumple con lo que promete, será crucial para la tecnología)

Desde hace décadas una de las grandes obsesiones de los físicos, tanto en los laboratorios universitarios como en los de la industria tecnológica, pasa por dar con un material capaz de ofrecer propiedades superconductoras en condiciones “cotidianas”, con niveles de presión asumibles y sin la necesidad de reproducir temperaturas extremadamente bajas. Motivos no les faltan. Por sus aplicaciones, un recurso así abriría las puertas a ordenadores más eficientes, potentes reactores nucleares, una mejor tecnología de rayos X o trenes “maglevs” más rápidos.

Y eso entre un largo etcétera.

Ahora un equipo de investigadores de la Universidad de Rochester, en EEUU, asegura haber dado un paso crucial para lograrlo. Tan crucial que ha despertado ya la expectación del resto de la comunidad científica. Y sus cautelas, claro.

¿Qué es la superconductividad? En palabras de Miguel Ortuño, se trata de “uno de los fenómenos físicos más exóticos”. Y con “mayor potencial práctico”, también. Su nombre es bastante elocuente: nos indica que, sometidas a ciertas condiciones, como bajas temperaturas, algunos metales conducen electricidad sin oponer resistencia. Semejante peculiaridad —que se suma a otras, como el “efecto Meissner“— los convierte en una opción magnífica para el paso de corriente eléctrica sin problemas de pérdida de energía o de resistencia.

Las aplicaciones de un material capaz de comportarse así a una temperatura ambiente serían enormes, abriendo la puerta a una reducción de pérdidas en los cables de alta tensión, el diseño de motores, generadores y transformadores más pequeños, trenes con levitación magnética o mejores resonancias magnéticas.

Fea Superconducting Materials Reddmatter Lutetium Hydride

¿Y cuál es la última novedad? El último logro parte de la Universidad de Rochester, al norte de Nueva York, donde trabaja un equipo de investigadores que asegura haber desarrollado un material superconductor que puede operar con una temperatura y presión lo suficientemente bajas como para permitir aplicaciones. La universidad lo ha presenta como “un logro histórico” y uno de sus principales impulsores, el profesor Ranga Dias, ha ido más allá para hablar directamente de “la llegada del amanecer de la superconductividad ambiental”.

¿Cuáles son esas condiciones? El material es el hidruro de lutecio dopado con nitrógeno (NDLH) y, según los investigadores estadounidenses, es capaz de exhibir superconductividad sometido a 69 grados Fahrenheit (20,5ºC) y una presión de 10 kilobares, equivalente a 145.000 libras por pulgada cuadrada (psi).

Este último dato no es menor. The New York Times recuerda que supera con creces los niveles de presión del fondo de las fosas más profundas del océano. Eso no quiere decir que se trate de una magnitud insalvable para los laboratorios. A día de hoy en la fabricación de chips ya se utilizan técnicas que incorporan materiales que se mantienen unidos por presiones químicas internas mayores.

¿En qué consistió su experimento? Dias y sus colegas han detallado su investigación en un artículo publicado en la revista Nature, en el que explican cómo trabajaron con una pequeña y fina lámina de lutecio entre dos diamantes entrelazados para, más tarde, bombear en el interior de la cámara un gas formado por hidrógeno y un pequeño porcentaje de nitrógeno y someterlo a altas presiones.

“El equipo creó una mezcla de gases de 99% hidrógeno y uno por ciento nitrógeno, la colocó en una cámara de reacción con una muestra pura de lutecio y dejó que los componentes reaccionaran durante dos o tres días a 392 grados Fahrenheit”, relata la Universidad de Rochester. El compuesto inicial tenía un color azulado brillante, pero cambió primero a rosado y finalmente a un estado rojo brillante.

¿Por qué tanto empeño? Como recuerda el organismo, los materiales superconductores tienen dos propiedades destacadas: se anula la resistencia eléctrica y los campos magnéticos expulsados pasan a su alrededor. Gracias a esas características se abren a un amplio abanico de usos que van desde el desarrollo de trenes de alta velocidad que levitan sin fricción a una electrónica más eficiente.

La universidad asegura que con un semiconductor capaz de operar en condiciones similares a las ambientales podríamos crear redes eléctricas capaces de transmitir corriente y ahorrarnos la pérdida de hasta 200 millones de megavatios hora, la energía que ahora se queda en el camino por la resistencia de los cables.

¿Lanzamos las campanas al vuelo? Los datos de Dias y su equipo son interesantes y, como reconoce a The New York Times Timothy Strobel, de la Carnegie Institution for Science, “lucen muy bien sobre el papel”. De momento conviene sin embargo manejar la noticia con cierta cautela. Primero porque de momento se trata solo de un artículo y —si bien se ha publicado en la prestigiosa Nature tras superar el escrutinio de su sistema de revisión por pares— al anuncio le ha dado difusión sobre todo el laboratorio estadounidense, parte interesada.

Segundo —y este es probablemente el motivo que ha animado a algunos especialistas a mirar las conclusiones con atención— es que en 2020 el mismo grupo ya publicó en Nature un controvertido estudio sobre superconducción. En aquella ocasión los editores de la revista acabaron retractándose entre dudas sobre los datos y problemas para reproducir las pruebas. “Su trabajo anterior todavía no ha sido reproducido por un grupo independiente, pero este debería ser reproducido con extrema rapidez”, señala Strobel a New Scientist.

Imágenes: University of Rochester photo / J. Adam Fenster

También en Xataka: Fabricar superconductores a temperatura ambiente es todo un desafío. El ADN se postula como la solución


La noticia Tenemos un nuevo material superconductor (y si cumple con lo que promete, será crucial para la tecnología) fue publicada originalmente en Xataka por Carlos Prego .

Technology
Adriana P

Tres teclados mecánicos ‘hot swap’ perfectos para entrar en el fascinante mundo de los teclados personalizables

Tres teclados mecánicos 'hot swap' perfectos para entrar en el fascinante mundo de los teclados personalizables

El mercado de los teclados ha alcanzado una madurez envidiable. Actualmente los usuarios tenemos a nuestro alcance un abanico amplísimo de dispositivos de membrana, mecánicos y optomecánicos de mucha calidad y precio razonable. La experiencia que nos propone un buen teclado de cualquiera de estas tecnologías puede ser muy satisfactoria, pero los teclados mecánicos personalizables en particular cuentan con una legión de entusiastas que no duda en alabar sus virtudes.

Los tres que os proponemos en este artículo encajan como un guante en esta categoría. Son de tipo hot swap, por lo que los interruptores que nos entregan no están soldados a la placa de circuito impreso. Esto quiere decir, sencillamente, que podemos cambiarlos por otros diferentes sin difultad. Además, también nos permiten cambiar las teclas (keycaps) por otras de más calidad o con un diseño diferente. Incluso podemos, si nos liamos la manta a la cabeza, desmontarlos para modificar su interior y mejorar su sonido.

No obstante, tienen algo más en común. Algo importante. Los tres tienen un precio razonable. De hecho, podemos conseguirlos por menos de 100 euros. No son ninguna ganga, pero los teclados mecánicos de buena calidad no son precisamente baratos. Por otro lado, las teclas están disponibles en varios colores, por lo que no tendréis necesariamente que ceñiros a los tonos que podéis ver en las imágenes que publicamos. Un último apunte: desafortunadamente no están disponibles con la distribución ISO en español.

Akko 3068B Plus

Akko

Este teclado mecánico es una opción estupenda para cualquier usuario que quiere meterse en el mundo de los dispositivos personalizables sin gastarse demasiado dinero. Tiene conectividad Bluetooth 5.0 (incorpora una batería de 1.800 mAh) y USB-C; el PCB es compatible con interruptores de 5 contactos; tiene iluminación RGB y las teclas que nos entrega Akko están fabricadas en PBT de doble inyección, un plástico que habitualmente tiene más calidad que el ABS.

Los interruptores pueden ser los CS Jelly Pink o los CS Jelly Purple de Akko. Los primeros son lineales, mientras que los segundos son táctiles. Por otro lado, en la imagen podemos ver que es un teclado de tipo 65%, por lo que no tiene teclas de función ni teclado numérico. Eso sí, esto le permite ser muy compacto (mide 316 x 107 x 39 mm). Actualmente podemos hacernos con él por 99,99 euros.

Akko 3068B Plus RGB Teclado Mecánico Gaming, 3 Modos (BT5.0/2.4Ghz/Tipo C) ISO-UK Layout Compacto Mini Keyboard con Hotswap, PBT Cherry Keycap, Programables (Azul & Blanco, Lineal Switch)

Epomaker TH66

Epomaker

Aquí tenemos otro teclado mecánico personalizable de precio moderado que a nosotros nos gusta mucho. Comparte formato con el modelo de Akko en el que acabamos de indagar (65%), y, al igual que aquel, nos propone conectividad Bluetooth 5.0 y USB-C. También tiene retroiluminación RGB, una batería de 2.200 mAh, viene con software para Windows y macOS, y es completamente modular, por lo que no solo podemos cambiar los interruptores con libertad; también podemos modificar su interior a nuestro antojo.

En la fotografía podemos ver que en la esquina superior derecha incorpora un dial programable de aluminio que podemos utilizar para actuar sobre el volumen, abrir la caja de búsqueda del sistema operativo u otras funciones. Lo más importante: Epomaker nos lo entrega con interruptores Gateron Pro, estabilizadores prelubricados de fábrica y teclas en PBT de doble inyección. Podemos hacernos con él por 95,99 euros.

EPOMAKER TH66 65% Hotswap Teclado 2,4 GHz/Bluetooth 5.0/teclado mecánico para juegos con iluminación RGB, teclas MDA PBT para Mac/Win

Keychron C1 TKL

Keychron

Nuestra tercera propuesta es un teclado mecánico en formato TKL, por lo que incorpora teclas de función y cursores. Este dispositivo de Keychron no es inalámbrico, por lo que tendremos que conectarlo a nuestro ordenador utilizando el cable USB-C extraíble que nos entrega junto a él este fabricante. Es compatible con Windows y macOS, y, al igual que los otros dos modelos, tiene retroiluminación, pero no es de tipo RGB. Solo emite luz blanca.

Los teclados de Keychrone suelen estar bien construidos, y este C1 TKL no es una excepción. De hecho, sus 685 g de peso lo delatan. Por otro lado, los interruptores que nos entrega son unos estupendos Gateron Red, y las teclas son de doble inyección, aunque están fabricadas en ABS. Honestamente, yo prefiero las de PBT, pero hay keycaps de ABS que tienen muy buena calidad. Podemos hacernos con él por unos razonables 69,90 euros.

Teclado mecánico Keychron C1 TKL. Retroiluminación blanca. Interruptores Gateron Red. Keycaps ABS de doble inyección. Compatible con Windows y macOS.

En Xataka: He probado decenas de alternativas y de aquí no me bajo: sigo prefiriendo mi ‘trackball’ a cualquier ratón | Así he reducido el consumo de mi procesador Intel para ahorrar en la factura de la luz


La noticia Tres teclados mecánicos ‘hot swap’ perfectos para entrar en el fascinante mundo de los teclados personalizables fue publicada originalmente en Xataka por Juan Carlos López .

Technology
Adriana P

Cómo instalar Chrome OS junto a Windows 11

Cómo instalar Chrome OS junto a Windows 11

Vamos a explicarte cómo instalar ChromeOS junto a Windows 11 en el mismo ordenador, de forma que puedas elegir iniciar uno u otro cuando quieras. Hay varios métodos con los que puedes hacer esto, incluyendo ese que ya te dijimos en su día para instalar ChromeOS junto a Windows 10.  Por eso, para no hacerlo repetitivo hoy te diremos uno alternativo.

Lo que vamos a hacer es instalar ChromeOS junto a Windows 11 sin necesidad de instalar ninguna distro de Linux primero ni usar un USB externo. Lo que vamos a hacer es utilizar la consola de comandos y el subsistema de Linux para Windows.

Requisitos para instalar Chrome OS

Chrome OS es un sistema operativo basado en Linux, y desarrollado por Google para los Chromebooks. Si quieres poder instalarlo en tu ordenador o tu portátil, vas a tener que asegurarte de que este cumple con algunas especificaciones mínimas para poder funcionar.

Para empezar, te conviene saber las especificaciones y componentes de tu ordenador. Para instalar Chrome OS, tu ordenador necesita tener cualquier CPU y GPU de Intel Sandy Bridge o posterior, procesadores Atom, CEleron o Pentium, o AMD Ryzen o AMD Stoney Ridge.

También necesitarás el procesador sea de 64 bits, así como tener 16 GB o más espacio de almacenamiento libre, y tener activado Hyper-V o Virtualization en la BIOS.

Además de esto, también necesitarás que la placa base tenga soporte para UEFI. Esto no debería ser ningún problema en los ordenadores con Windows, porque todos deberían tener UEFI a no ser que tengan varios años a sus espaldas.

Normalmente, este proceso solía requerir instalar también una distribución de GNU/Linux. Sin embargo, nosotros vamos a usar otro método disponible en Windows 11, ya que será suficiente con instalar el subsistema de Ubuntu que tiene. Por último, vas a necesitar un USB donde alojar y luego lanzar para instalar Chrome OS. Pero antes de esto hay algunos pasos previos que debes dar.

Desactiva el inicio rápido y Secure Boot

Lo primero que tienes que hacer es desactivar el inicio rápido de Windows 11 y la hibernación. También tienes que desactivar Secure Boot de la UEFI. Al hacerlo, estarás ayudando a que el inicio dual de ambos sistemas operativos funcione correctamente.

Opciones Energia

Para lo primero, tienes que buscar y entrar en el Panel de control de Windows 11 heredado de versiones anteriores. En él, en la sección Sistema y seguridad tienes que pulsar en la opción de Cambiar las acciones de los botones de inicio/apagado, que está dentro del apartado de Opciones de energía que verás con el icono de una pila y un cable.

Inicio Rapido

Aquí dentro, primero pulsa en Cambiar la configuración actualmente no disponible, y tras darle permisos de administrador podrás desactivar el inicio rápido y la opción de hibernar de Windows. Cuando lo hagas, no te olvides de pulsar en la opción de guardar los cambios.

Inicio Rapidor

A continuación toca ir a por Secure Boot. Para ello, en la configuración de Windows, ve a Windows Update y entra en Opciones avanzadas. Aquí, pulsa en Recuperación, y luego pulsa en el botón Reiniciar ahora del apartado de Inicio avanzado. Esto reiniciará Windows y te llevará al inicio avanzado.

Config Uefi

Dentro de la pantalla del inicio avanzado, pulsa en Solucionar problemas, y luego en Opciones avanzadas. Aquí, pulsa en Configuración de firmware UEFI,y esto hará que llegues a la UEFI de tu PC o portátil.

Secure Boot

Cuando entres en la UEFI, la interfaz variará dependiendo de cada fabricante. Pero por lo general tendrás que ir hasta la pestaña Security o la de Boot Options, y en una de ellas deberías poder ver y desactivar la opción de Secure Boot,  haciendo que cambie de Enabled a Disabled. Si tu UEFI lo tuviera, desactiva también el Legacy Support. Luego, elige la opción de Save changes and exit para reiniciar tras guardar los cambios.

Instala el subsistema de Ubuntu

Install

Para algunas operaciones del proceso vas a necesitar Linux, pero no es necesario que andes descargando e instalando ninguna distribución, porque puedes instalar Ubuntu directa y fácilmente en Windows. Para eso, abre la aplicación Terminal y escribe el comando rwsl --install para instalar el subsistema de Linux. Durante la instalación, tendrás que ir dándole a Windows los permisos que te pida.

Username

Cuando termine la instalación, el mismo terminal te va a iniciar Ubuntu, y lo primero que te pedirá es que escribas un nombre de usuario y una contraseña. Todo lo harás de forma textual, primero escribiendo el nombre de usuario y luego dos veces la contraseña.

(Si te diera error la instalación del subsistema, una solución es abrir el Terminal con permisos de administrador y escribir el comando DISM /Online/Disable-Feature/FeatureName:Microsoft-Hyper-V-All para desactivar Hyper-V, y luego volver a intentar instalar Ubuntu.)

Sudo

Una vez estés dentro de Ubuntu a través del Terminal de Windows 11, tienes que escribir el comando sudo apt update && sudo apt -y install pv cgpt para instalar todos los componentes que necesites. Cuando termine la instalación, ya habrás terminado, ya puedes cerrar la terminal o esperar a necesitar utilizar Ubuntu otra vez más adelante.

Crea una partición para Chrome OS

Particiones

Ahora toca hacerle un sitio a Chrome OS en tu disco duro creando una partición. Para hacerlo, entra en la aplicación de Crear y formatear particiones del disco duro, una herramienta que puedes encontrar con solo escribir “particiones” en el menú de inicio.

Reducir

Dentro del administrador de discos, haz clic derecho en la unidad donde pone Windows de la lista, o en el disco duro secundario donde vayas a instalar Chrome OS. Se abrirá un menú de opciones, donde tienes que pulsar en la opción de Reducir volumen que te aparecerá.

El proceso es así de sencillo porque por lo general en el disco tendrás una única partición. En el caso de que quieras instalar Chrome OS en un disco duro ya particionado, tendrás que elegir en la parte de abajo la partición que quieras reducir para liberar espacio y elegir en ella la opción de reducir volumen.

Chromeos Particion

Tras hacer esto, simplemente tienes que liberar un espacio de 16 GB o más, lo que consideres que necesitarás dependiendo de cómo y para qué vas a utilizar Chrome OS. Este espacio te aparecerá como No asignado, tienes que hacer clic derecho sobre él para crear un nuevo volumen al que puedes ponerle el nombre de chromeos.

Descarga Chrome OS y otras herramientas

Descarga

Ahora, vamos a pasar a la parte en la que toca descargar cosas. Lo primero va a ser descargar una imagen de recuperación de Chrome OS, que es la que usaremos para instalar el sistema operativo. Hay distintas versiones dependiendo de tu CPU y su generación, aquí tienes las disponibles para buscar la última versión de cada una:

Además de esto, también vas a necesitar descargar la herramienta Brunch de su página de Github. Por último, descarga la aplicación Grub2Win para crear el Dual Boot de esta página web.

Todos los archivos que hemos descargado, los anteriores y estos, mételos en una carpeta con un nombre específico (sin espacios), yo los he metido en una carpeta llamada chromeos dentro de C.

Entonces, procede a descomprimirlo todo dentro de esta carpeta y a borrar los archivos que has descargado para no tener demasiadas cosas. Brunch lo tendrás que descomprimir dos veces, y necesitarás una aplicación para descomprimir archivos.

Procede con las instalaciones

Cd Chromeos

Ahora vamos a empezar a utilizar todo lo que hemos descargado, así como otras cosas necesarias. En primer lugar, tenemos que montar los archivos descargados de Chrome OS, algo para lo que vas a necesitar recordar la carpeta donde has descargado los archivos de recuperación.

Para ello, abre la aplicación de Ubuntu y escribe: cd /mnt/(la ubicación de los archivos bajados)" por ejemplo: cd /mnt/c/chromeos/

Codigo Escribe

Verás que en el terminal aparece ahora esa ubicación en azul, indicándote que estás dentro. Aquí dentro, ahora tienes que escribir sudo bash chromeos-install.sh -src (imagen de recuperación nombre.bin) -dst /mnt/(letra de partición de ChromeOS) -s (tamaño de la partición).

Escribe Dualboot

Se iniciará un proceso de instalación que puede durar unos minutos. Cuando termine, el sistema te va a preguntar si quieres hacer un dualboot, y para decir que sí tienes que escribir dualboot y pulsar Enter. Al hacerlo, te dará las instrucciones para seguir.

Instrucciones

Esto es importante, porque cuando escribas Dualboot, la aplicación te dará en el terminal la ubicación del archivo que ha creado con el código que vas a tener que utilizar para generar la entrada para ChromeOS en el sistema de selección de sistema operativo.

Abre Grub2win

Ahora, tienes que lanzar el archivo setup de Grub2Win que hemos descomprimido antes. Al hacerlo, te dirá que el instalador tiene que realizar unas descargas, y tienes que pulsar en Aceptar. Esto te llevará a una pantalla de descarga donde se completará el proceso.

Cuando termine la descarga, irás a la ventana de instalación. En ella tendrás marcadas las opciones de crear un acceso directo y lanzar Grub2Win al terminar,  y solo tienes que pulsar en el botón Setup para seguir adelante. Este otro proceso tardará un poco, al terminar ya podrás cerrar el instalador.

Grub2win

Ahora, abre la aplicación de Grub2Win. En esta ventana, pulsa en el botón de Manage Boot Menu que aparece abajo sin necesidad de cambiar nada más.

New Entry

Entrarás en la ventana en la que puedes administrar el menú de elección de sistema operativo que verás al encender el ordenador. Aquí, para añadir ChromeOS tienes que pulsar en el botón de Add a New Entry que tienes arriba.

Pega Codigo

Irás a una pantalla donde tienes que configurar la nueva entrada para el menú de selección de sistema. Aquí, en Title escribe Chrome OS, y en Type elige create user section. Esto abrirá un bloc de notas. Y ahora, simplemente tienes que pegar en este blog de notas el código que hay en el archivo que te dijo el proceso anterior en el terminal. Y al guardarlo, al reiniciar y acceder al menú Grub para elegir sistema operativo ya podrás elegir Chrome OS.


La noticia Cómo instalar Chrome OS junto a Windows 11 fue publicada originalmente en Xataka por Yúbal Fernández .

Technology
Adriana P

Por qué seguimos llamando teléfono al smartphone aunque no lo usamos para llamar.

Por qué seguimos llamando teléfono al smartphone aunque no lo usamos para llamar.

Por higiene moral e intelectual debo empezar este texto confesando que desde pequeño siempre he sido hincha (enfervorecido, loco, radical) del Racing de Avellaneda. Inexplicablemente; porque nací en un pueblecito de Andalucía y, en aquellos años, mi único contacto con Argentina era un bote de dulce de leche que guardábamos en la despensa.

Lo aclaro para que se valore lo mucho que me está costando recomendar ‘¿Hola un réquiem para el telefóno‘. Y es que su autor será un magnífico novelista, un pensador muy divertido y una excelente persona, sí; pero, sobre todo, es un hincha del Boca Juniors. “No pasa nada”, me digo mientras redacto estas líneas. “Podía ser peor, podía ser del Independiente”.

Una generación que no conoce lo que es un teléfono

Camilo Jimenez Qzeno Gq7qa Unsplash

Imagen | Camilo Jimenez Qzeno

Más allá de la broma, el libro está muy bien. Sobre todo, porque cuando uno escribe sobre una tecnología en plena retirada siempre se corre el riesgo de convertirse en un “señor mayor gritándole a las nubes“. Y algo de eso hay, claro. Pero Kohan va mucho más allá y, sin dejar de reconocer que hemos ganado muchísimo estos años,  reflexiona también sobre lo que hemos perdido.

Desde el ritual adolescente de llamar a la persona que nos gustaba y tener que hablar, entre tanto se ponía, con el padre, la madre o los hermanos mayores a un número que, por lo visto, existía en Argentina al que podías llamar para que te dijeran la hora. Cosas que configuraban el mundo antes de que el teléfono móvil entrara en nuestras vidas y que pueden parecer nimias, pero que constituían una forma específica de hablar, escuchar y vincularse que ya ha dejado de existir.

Leyendo el libro, mientras recorrían en sus páginas el largo final de la telefonía convencional, me he hecho una pregunta tan simple que no sabía responder: ¿por qué seguimos llamando teléfono al smartphone si no lo usamos para llamar?

Y, ojo, reconozco que el “no lo usamos ya para llamar”, puede ser polémico, pero a efectos prácticos los datos están conmigo. Según las encuestas, la mensajería instantánea le ha comido el terreno al teléfono de forma espectacular. Mientras un 60% de la población envía mensajes de forma diaria, solo uno de cada cuatro realiza algún tipo de llamadas desde el móvil y apenas un 12% utiliza el teléfono fijo.

Está claro que es algo muy generacional. El 98,6% de los jóvenes entre 25 y 34 años usan la mensajería instantánea como canal preferido de comunicación. Cifras que no se dan en el conjunto de la población. Sin embargo, a medida que el tiempo pasa, esa “característica generacional” se está convirtiendo en la opción generacional por defecto.

Y, en el fondo, no es solo una cuestión de “usos y costumbres”. Lo que llevamos en el bolsillo dejó hace mucho de ser “un teléfono móvil”: es una computadora. Al fin y al cabo, fuimos a la Luna con dispositivos menos potentes que un smartphone cualquiera y, sin embargo, seguimos llamándolos móviles.

La forma en que pensamos en la tecnología

No es que me extrañe. De hecho, me recuerda a la polémica recurrente sobre si usar un disquette como símbolo de guardar sigue siendo útil. O un sombre para los mensajes o una lupa para buscar.  Es decir, sobre cómo los términos, símbolos e ideas se ‘independizan’ de su referente clásico y pasan a usarse de otra manera.

El tema, no obstante, tiene otra vuelta. Hace unas semanas, discutíamos en Magnet cómo cada cultura tiene una forma distinta de entender el tiempo (y el futuro y el pasado). Según parece, mientras que para los hablantes de lenguas latinas, el tiempo va de izquierda a derecha; para árabes y hebreos funciona al revés. Y, en el caso de chinos y japoneses, el pasado se queda arriba y el futuro abajo.

Esto parece ser consecuencia de cómo escribimos, pero (sea como sea) tiene consecuencias en cómo interaccionamos con el mundo. Un ejemplo conocido es el del economista conductual, Keith Chen. Según el análisis de Chen, los hablantes de las lenguas que no tienen formas verbales para referirse al futuro (o son más débiles e inespecíficas), tienen más fácil ahorrar a largo plazo.

Es decir, la forma en la que pensamos sobre las cosas condiciona, potencia o limita lo que hacemos con esas mismas cosas. De ahí que sea inevitable preguntarnos… ¿Qué nos estamos perdiendo por pensar en los smartphones como si fueran un teléfono?  

En Magnet | El futuro está “abajo”: cómo nuestro idioma cambia radicalmente la forma en la que entendemos el tiempo

Imagen | Julian Hochgesang


La noticia Por qué seguimos llamando teléfono al smartphone aunque no lo usamos para llamar. fue publicada originalmente en Xataka por Javier Jiménez .

Technology
Adriana P

La nanotecnología nos ha abierto un horizonte nuevo: paneles solares que se ensamblan solos

La nanotecnología nos ha abierto un horizonte nuevo: paneles solares que se ensamblan solos

La energía termosolar o solar térmica suele basarse en el uso de espejos para calentar cuerpos de agua y así aprovechar el calor procedente del Sol para producir energía, ya sea térmica o eléctrica. Pero existen otras formas de aprovechar el calor de nuestra estrella gracias a la nanoingeniería.

Cosechar el calor del Sol. Un equipo de investigadores ha formulado una nueva tecnología destinada a convertir la radiación solar en energía térmica. El sistema propuesto promete dos ventajas: eficiencia y escalabilidad.

Los creadores de este mecanismo destacan que su eficiencia es alta porque no su alta absorbencia, del 94% según el trabajo; sino también por minimizar la emisividad térmica. Esta energía térmica puede utilizarse como tal o puede convertirse en energía eléctrica a través de materiales termoeléctricos.

“La energía solar se transfiere como una onda electromagnética dentro de un rango amplio de frecuencias,” explica en una nota de prensa Ying Li, uno de los autores del estudio. “Una buena cosechadora de energía solar térmica debe ser capaz de absorber la onda y calentarse, así convirtiendo la energía solar en energía térmica. Este proceso requiere una alta absorbencia (100% sería perfecto), y (…) también suprimir su radiación térmica para preservar la energía (…), lo que requiere una baja emisividad térmica”.

De lo minúsculo a las grandes instalaciones. Hasta ahora los sistemas termosolares basados en micro y nanoestructuras padecían de problemas de escalabilidad: construirlos implicaba unos costes excesivos. Es uno de los problemas que Li y su equipo creen haber resuelto con su diseño.

La clave de ello está en un patrón cuasiperiódico a nanoescala. En este patrón las moléculas se colocan en su mayor parte en un patrón regular, en que aparecen ciertas irregularidades ocasionales (de ahí el “quasi-”). Estos “defectos”, sin embargo, no causan problemas en el funcionamiento del mecanismo ni en su eficiencia.

Esta nanoestructura se autoensambla gracias a moléculas de óxido de hierro (Fe3O4) introducidas junto a grafito (carbono). El óxido organiza el resto de materia a su alrededor en una estructura, lo que hace que ésta no tenga que ser fabricada a nanoescala, lo que implica a su vez más facilidad para escalar este sistema.

Detalles del funcionamiento del mecanismo. Zifu Xu et al.

Una tecnología versátil. La facilidad a la hora de convertir la energía térmica en eléctrica y la versatilidad que ello conlleva son también factores de los que presumen Li y su equipo.

En este sentido, los investigadores construyeron una versión termoeléctrica de su diseño basado en nanopartículas. Lograron así generar 20 milivoltios por centímetro cuadrado. Según el equipo lo suficiente para iluminar 20 LEDs por metro cuadrado de instalación solar.

“Esta estructura altamente versátil y nuestra investigación básica pueden utilizarse para explorar el límite superior de la recolección de energía solar, como los generadores solares termoeléctricos escalables y flexibles, que pueden servir como un componente de asistencia a la recolección solar para incrementar la eficiencia total de las arquitecturas fotovoltaicas”, sentenciaba Li.

Un impulso a las renovables. La coexistencia de una crisis climática y la peor crisis energética desde hace casi 50 años han puesto de relieve la necesidad de buscar alternativas más eficientes de generar energía para nuestro día a día. La energía solar tendrá un papel importante en el mix energético del futuro, pero su capacidad de mejora es aún enorme. Trabajos como este pueden ayudarnos a “exprimir” mejor la fuente de casi toda la energía con la que cuenta nuestro planeta: el Sol.

Imagen | Pixabay

En Xataka | Los paneles solares son un agujero negro de agua. La repulsión electroestática quiere solucionarlo


La noticia La nanotecnología nos ha abierto un horizonte nuevo: paneles solares que se ensamblan solos fue publicada originalmente en Xataka por Pablo Martínez-Juarez .

Technology
Adriana P

Estados Unidos está levantando la mayor ciudad de casas construidas por impresión 3D: Genesis Collection

Estados Unidos está levantando la mayor ciudad de casas construidas por impresión 3D: Genesis Collection

Por si la falta de contenedores con escombros, cuadrillas de albañiles y el estruendo de excavadoras, hormigoneras y camiones no fueran señales suficientes para sospechar que Genesis Collection es una urbanización residencial distinta al resto, cuando los visitantes se acercan a sus obras los recibe una valla publicitaria que anuncia: “Próximas casas impresas en 3D“. Suena a escenario futurista de un capítulo de los ‘Supersónicos’, pero Genesis es un proyecto muy real que ya está tomando forma en Georgetown, en el centro de Texas, Estados Unidos.

Y lo hace con una tarjeta de presentación que da una idea del alcance de la iniciativa. Sus responsables aseguran que, una vez hayan finalizado las 100 casas de la promoción, será el mayor vecindario levantado mediante impresión 3D.

¿Qué es eso de “Genesis Collection”? Según las empresas que lo están impulsando, la startup Icon y Lennar, una de las principales constructoras de Estados Unidos, será “la mayor comunidad de viviendas impresas en 3D” que se haya levantado hasta la fecha echando manos de robots, software y materiales especiales. Sus obras arrancaron en 2022 e integrarán un centenar de viviendas que se localizarán en Georgetown, al norte de Austin, en una comunidad más amplia bautizada como Wolf Ranch en la que se levantarán 2.500 viviendas.

¿Y cómo lo harán? Con una serie de herramientas especiales. Las compañías manejan ocho planos distintos con superficies que van de los 146 a los 196 metros cuadrados. Para lograrlo utilizan un robot impresora de 14,2 metros de alto dotado con una barra transversal capaz de desplazarse arriba y abajo entre dos columnas de 4,7 m de alto afianzadas sobre una base. Su nombre: Vulcan. La otra clave es el Lavacrete, una mezcla de hormigón patentada que la impresora va distribuyendo capa sobre capa hasta formar paredes, muros exteriores o islas de cocina.

Pero… ¿Y por qué usar impresoras? Por sus ventajas en cuanto a costes, eficiencia y tiempos. Al menos así lo reivindican sus impulsores. “La tecnología de impresión 3D ofrece viviendas resistentes y energéticamente eficientes más rápido que los métodos de construcción usuales, con menos residuos y mayor libertad de diseño, manteniendo los proyectos en el cronograma y presupuesto”, recalcan los responsables de Icon. La compañía presume de que sus materiales resultan “más resistentes y duraderos” que los de la construcción tradicional: “Brindan hogares más seguros y resistentes para soportar condiciones climáticas extremas”.

“La escasez de mano de obra y materiales son de los factores más relevantes que hacen que el sueño de tener una vivienda propia esté fuera del alcance de muchas familias estadounidenses”, zanja Eric Feder, presidente de Lenx, parte de Lennar, para quien “la impresión 3D ofrece un enfoque alentador”. Desde Icon aseguran además que  el sistema de construcción Vulcan de Icon puede entregar casas y estructuras de hasta 278 m2 que respetan el estándar internacional IBC

Lennar Icon 3d Printed 100 Hmcommunity Wolfranch Aerial Home Sites In Progress Nov2022 Fnl

Lennar Icon 3d Printed 100 Hmcommunity Wolfranch Printextrusion In Progress Nov2022

Icon Lennar Big 100 Hm Community In Progressconstruction Conceptrender Min

¿Manejan algunas cifras? Sí. Bloomberg precisa que si bien todavía no se ha fijado un precio, la constructora espera que puedan ofrecerse viviendas de Genesis Collection desde un rango medio de 400.000 dólares, lo que las mantendría en un precio competitivo con el resto de obra nueva de la comunidad Wolf Ranch.

Las compañías calculan que la construcción de viviendas impresas en 3D resulta entre un 10 y 30% más barata que la de una edificación convencional y —en el caso de Wolf Ranch— la duración de las obras puede reducirse un 30%. Para completar las paredes de una casa de Icon impresa en 3D se necesitan cerca de tres semanas. En cuanto a materiales, aunque el hormigón tiene una notable huella de carbono, ICON argumenta que el uso del material en Wolf Ranch permite crear edificios energéticamente eficientes que incorporan además paneles solares.

¿Son muy distintas las obras? Sí. Al menos según la descripción de Bloomberg, que habla de una obra sin apenas ruido, salvo por el zumbido de las impresoras, atendida cada una por cuatro operarios. Sus responsables ya plantean de hecho que les permitan trabajar más allá del horario de las promociones al uso: “Nuestros robots no solo no necesitan descansos para fumar, sino que también son muy silenciosos y se les debe permitir trabajar 24 horas”. En vez de un capataz con planos habría un técnico de Icon con una tablet que incorpora en su software datos sobre los ocho modelos de vivienda que formarán la Genesis Collection.

Otra peculiaridad de la promoción es que apenas genera escombros y, por supuesto, que la gran maquinaria que suele emplearse en las obras convencionales se sustituye por impresoras que levantan paredes en las que más tarde los obreros abrirán huecos para enchufes o interruptores. “Ya no necesitas cinco o seis oficios diferentes para construirlas”, reivindican sus impulsores. Genesis Collection está diseñada por el estudio danés BIG y en su web oficial Icon señala que el plano directriz tiene la huella de Hillwood Communities, una empresa de Perot.

Imágenes: Icon Build


La noticia Estados Unidos está levantando la mayor ciudad de casas construidas por impresión 3D: Genesis Collection fue publicada originalmente en Xataka por Carlos Prego .