Suecia tiene una solución para sus residuos nucleares: un depósito subterráneo donde aislarlos 100.000 años
Parece un termitero a escala industrial, pero lo que ves sobre estas líneas es la ambiciosa idea con la que Suecia quiere atajar uno de los grandes problemas de la energía nuclear: sus desechos.
El Gobierno escandinavo ha dado su visto bueno a SKB, la compañía encargada de la gestión de residuos y combustible nuclear, para que gane capacidad con un almacén que pretende resolver el problema durante la friolera de 100.000 años. La iniciativa, como detalla la propia firma, consta de un depósito para combustible nuclear gastado en Forsmark, en el municipio de Östhammar; y una planta de encapsulación en Oskarshamn. El lugar no es casual: Forsmark acoge desde hace ya varias décadas una central que juega un papel destacado en el suministro eléctrico de la nación.