Pekín acaba de vivir una asquerosa lluvia de gusanos. Aunque parezca mentira, no tiene nada de apocalíptico

Pekín acaba de vivir una asquerosa lluvia de gusanos. Aunque parezca mentira, no tiene nada de apocalíptico

En los últimos días se ha viralizado un vídeo en el que puede verse lo que parece un reguero de gusanos sobre las calles de Beijín y sobre los coches aparcados en ellas. Se habla de una “lluvia de gusanos”, pero aunque tuvo mucho de lluvia, quizá no sean gusanos lo que vemos en las imágenes.

Dejando de lado interpretaciones esotéricas o apocalípticas y teniendo en cuenta que las autoridades locales no han dado información sobre el hecho, lo que algunos expertos señalan es que lo que se aprecia en el vídeo no tenga un origen animal sino vegetal.

Los principales sospechosos son los álamos. O más concretamente sus flores. Las flores de álamo se disponen en amentos alargados, pequeños racimos que si caen de los árboles pueden parecer gusanos. No se trata de un fenómeno extraño para los habitantes de la península Ibérica donde las tormentas a veces dejan tras de sí “gusanos” vegetales de nuestras especies autóctonas como el chopo (Populus nigra).

Gusanos o flores, lo cierto es que las historias de animales “lloviendo del cielo” no son nuevas, e incluyen auténticas lluvias de gusanos. A 20 gusanos por metro cuadrado, en 2015 el fenómeno pudo observarse en Noruega.

Fue un biólogo noruego, Karsten Erstad, quien se topó con numerosos gusanos vivos sobre el hielo. El hecho de que estuvieran vivos y no congelados indicaba que tenían que haber llegado “del cielo”. La explicación en este caso se encontraba en el viento. Tras las lluvias, los gusanos habrían salido de debajo de la tierra en algún lugar cercano no afectado por las nieves.

Flores del álamo. Ole Husby.

Las crónicas de lluvias de animales son numerosas. En 2011 fueron también gusanos lo que llovió en Escocia, y en 1894 se registró una lluvia de medusas en Bath, Inglaterra. Ranas y renacuajos en Japón en 2009 y arañas en Brasil en 2013. Normalmente son fenómenos atmosféricos que arrastran consigo pequeños animales hasta zonas pobladas. Nada paranormal.

Si una lluvia de gusanos puede parecer desagradable, lo que tuvieron que sufrir los vecinos de Olympia Springs en el estado norteamericano de Kentucky en marzo de 1876 seguramente se lleve la palma.

La “Gran ducha de carne de Kentucky” es el nombre del evento que aconteció, y su nombre lo dice todo: numerosos trozos de carne comenzaron a caer del cielo sin previo aviso. La explicación del fenómeno estaba en los buitres, que habrían regurgitado trozos de algún festín previo sobre la ciudad.

¿Y cuáles son las interpretaciones esotéricas? Hay quienes se han apresurado a recalcar que, según los nombres tradicionales que algunas culturas norteamericanas daban a las lunas a lo largo del año, la luna llena que iluminaba esta noche

Entonces, ¿es casualidad? No necesariamente. Aunque no sabemos qué motivó a los nativos americanos a llamar a esta luna invernal “del gusano” no sería absurdo pensar que estas “lluvias” también puedan darse con especies arbóreas norteamericanas. Tampoco hay que olvidar que los gusanos tienden a aparecer tras las lluvias, por lo que ésta no es una época rara para su aparición.

Imagen portada | TikTok


La noticia Pekín acaba de vivir una asquerosa lluvia de gusanos. Aunque parezca mentira, no tiene nada de apocalíptico fue publicada originalmente en Xataka por Pablo Martínez-Juarez .

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