Por tierra o por aire, pero de forma autónoma. Al igual que otras compañías Amazon lleva tiempo trabajando en una tecnología que le permita repartir sus paquetes de forma rápida y sin necesidad de recurrir a furgonetas o camiones. En esa línea apunta su robot terrestre Scout o los drones de Prime Air, dos proyectos que han afrontado un camino complejo a lo largo de los últimos años. Ahora la multinacional liderada por Andy Jassy está dispuesta a ir un paso más allá y lanzar un servicio de distribución de medicamentos para sus clientes de Texas.
La gran pregunta es: ¿Qué ofrece y qué podemos esperar ahora
“Free drone delivery”. Ese es el mensaje que se encontrarán ahora los clientes de Amazon Pharmacy que residan en College Station, una ciudad del este de Texas de 124.000 habitantes, cada vez que compren ciertos medicamentos en la web de la compañía. Al finalizar la venta se les ofrecerá la oportunidad de disfrutar de un servicio de “envío gratuito con drones en menos de 60 minutos”. De momento Amazon aclara, eso sí, que el reparto autónomo estará disponible solo en la localidad tejana y orientado a clientes y productos “elegibles”.
Los envíos se centrarán en una lista de algo más de 500 fármacos para tratar afecciones comunes, como la gripe, el asma o la neumonía, y no podrán incluir productos de otro tipo. “Los clientes no pueden recibir una combinación de otros artículos vendidos a través de la tienda online de Amazon, como pasta de dientes o pañales, junto con la entrega de medicamentos de Amazon Pharmacy”, explica la empresa, que recuerda que esa norma se aplica también en su delivery estándar.
¿Cómo funciona el servicio? Durante el pago en Amazon Pharmacy “los clientes elegibles” podrán seleccionar la opción del reparto con drones. Si optan por ese servicio un farmacéutico se encargará de cargar sus medicamentos para que lleguen al destino en un plazo máximo de 60 minutos. El dron se encargará luego de volar a una altitud de entre 40 y 120 metros, un espacio aéreo “con obstáculos” mínimos, detalla Amazon, hasta llegar a su destino. Una vez allí descenderá de forma gradual sobre una marca y liberará el paquete.
¿Se conocen más detalles? Sí. Algunos. Antes incluso de ser “elegibles” para la entrega con drones, los clientes deberán cumplir una serie de requisitos: tendrán que registrarse en Primer Air, cubrir un cuestionario y colocar luego una señal de entrega que les proporcionará la propia compañía. Cuando el dron llegue a ese punto descenderá a una altura de cuatro metros y soltará el pedido antes de ascender de nuevo y regresar a su base. “Los clientes podrán recoger su paquete en ese momento sin ninguna interacción con el dron”, añade Amazon.
El dron cuenta con cámaras, sensores y una red neuronal entrenada para identificar objetos, un despliegue tecnológico que le permite entre otras cuestiones comprobar si el punto de entrega es seguro. “La computadora por visión detectará cualquier estructura u objeto que sobresalga del suelo, como personas y animales, y verificará si están interfiriendo con la ruta de descenso”, explica la empresa: “Cuando la zona de entrega está despejada, el dron libera el paquete, vuelve a ascender y regresa al centro de entrega”.
¿Es seguro? En caso de que el dron identifique obstáculos, volverá a la base para intentar una nueva entrega más tarde. Amazon insiste en la seguridad del servicio y recuerda que es una de las pocas firmas de reparto que ha logrado el certificado de transportista aéreo de la Administración Federal de Aviación (FAA) para operar drones. Sus dispositivos, asegura, ya han entregado “cientos de artículos” en College Station desde diciembre de 2022.
¿Y ahora, qué? En el comunicado que lanzó hace unos días para anunciar el nuevo servicio, Amazon es muy clara: al menos de momento se centra en College Station, habla siempre de clientes y productos “elegibles”, una lista de “más de 500 medicamentos” y se refiere a Amazon Pharmacy, una subsidiaria de Amazon que desde finales de 2020 ofrece una plataforma de farmacia online en EEUU.
En el comunicado la compañía no habla de expandir el servicio, ni desvela cuáles serán sus próximos pasos. Más allá de EEUU, tanto en Asia como Europa, el sector ha dado ya pasos relevantes hacia el reparto de mercancías con drones. La propia Amazon aseguraba esta semana, durante un encuentro con periodistas celebrado en Seattle, que tiene ya el visto bueno de las agencias reguladoras para iniciar el reparto con drones en Reino Unido e Italia a corto plazo: a finales de 2024.
¿Es un objetivo nuevo? No. Más allá de su división de farmacia, la compañía fundada por Jeff Bezos lleva más de una década trabajando para perfeccionar el delivery con drones. En 2013 llegó a asegurar que veía factible realizar entregas con este tipo de dispositivos en cinco años, pero su desarrollo e implantación han resultado bastante más complejos de lo que preveía: en abril de 2022 se calculaba que los fondos destinados a Prime Air superaban ya los 2.000 millones de dólares y la división no ha salido indemne de los recortes de personal de la compañía.
Hace poco más de un año Amazon avanzaba que sus drones Prime Air estaban “a punto” de realizar entregas a clientes en menos de 60 minutos y serían capaces de transportar paquetes de menos de cinco libras, unos 2,2 kilos. Tras un primer paso en la localidad de Lockeford, California, su objetivo pasaba por prestar el servicio a finales de 2022 a los residentes de College Station, sede de la Universidad de Texas A&M, que dispone a su vez de un programa de investigación con drones. No es la única en esa carrera. Walmart o Alphabe también se han lanzado a la carrera.
Imagen de portada: Amazon
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La noticia Amazon lleva años soñando con el reparto de paquetes con drones. En Texas ya los usa para envíos exprés de medicinas fue publicada originalmente en Xataka por Carlos Prego .