Maarten van Pel y Renske Cox son dos pilotos holandeses que acaban de emprender una loca y curiosa aventura. De Haelen (Países Bajos) a Ciudad del Cabo (Sudáfrica), para emprender camino a Cape Agulhas (el lugar más meridional de África) y volver a su tierra natal. Todo ello en coche y sin expulsar emisiones contaminantes. Con el objetivo último de reducir al máximo su impacto sobre el medio ambiente.
La tarea que van Pel y Cox tienen por delante no es sencillo: 40.000 kilómetros a bordo de un Skoda Enyaq camperizado para viajar hacia el sur por la costa oeste africana y reemprender el camino de vuelta por la costa este del continente. Un viaje de ida y vuelta que esperan realizar a lo largo de un año y con el que quieren demostrar, que sí, que es posible reducir al mínimo nuestro impacto sobre la tierra.
Un viaje de ida y vuelta por la sostenibilidad
En una especie de ruta circular, van Pel y Cox emprendieron la marcha desde Países Bajos el pasado cuatro de noviembre a las 23:00h, en un evento donde estuvo presente Vivianne Heijnen, Secretaria de Estado de Infraestructuras de los Países Bajos. El siete de noviembre alcanzaron las oficinas de Geotab en Madrid, una empresa que utiliza el geoposicionamiento y la recopilación de diversos parámetros de los vehículos para la gestión de flotas de vehículos. Geotab actuará como uno de los patrocinadores de la aventura africana de estos dos pilotos holandeses.
Con ligero retraso (ya sabemos, el tráfico de Madrid), un peculiar Skoda Enyaq iV hace su aparición. Es amarillo, llega plagado de pegatinas de patrocinadores y tiene dos cofres en su techo. Uno de ellos esconde una espectacular tienda de campaña. De él se bajan Maarten van Pel y Renske Cox, ambos con una sonrisa de oreja a oreja y cuando queremos darnos cuenta, ella ya está contándonos todos los detalles de la aventura con la ilusión de un niño la mañana de Reyes. Él, en la acera, espera respetuoso a que su compañera termine de explicarnos uno por uno todos los detalles del coche.
400.000 kilómetros, un coche cero emisiones y energía solar y un año por delante
Lo que tenemos ante nosotros es un Skoda Enyaq prácticamente de serie. “Sólo hemos puesto neumáticos todoterreno, hemos elevado un poco la altura y hemos incluido las placas solares“, nos explica Cox. Porque aquí está el secreto del viaje. Los pilotos no sólo aspiran a circular exclusivamente con la electricidad del todoterreno de Skoda, también quieren que la carga solar sea la verdadera clave del viaje, para producir las menores emisiones posibles.
Visto por fuera, queda desvelar el secreto. Cox nos abre el maletero y nos muestra unas placas solares apiladas que se pueden meter y sacar deslizándolas sobre raíles horizontales. “Hemos tenido que vaciar el interior y quitar las plazas traseras”, nos confirma. De no ser así, sería imposible que el coche pudiera trasladar todo el equipaje y las herramientas necesarias para la aventura.
En el habitáculo hay espacio para una cocina portátil, un frigorífico, un purificador de agua y una batería de 10 kWh que alimentará los ordenadores y los teléfonos móviles de los pilotos, imprescindibles para poder contar su aventura, la cual puedes seguir en la página web que han creado para contar su proyecto o en su cuenta de Twitter, Instagram, Youtube o LinkedIn. Por tener, “tenemos hasta ducha, es como tener una casa con ruedas”, nos cuenta entusiasmada Cox.
En este camino de ida y vuelta por todo Africa, Renske Cox y Maarten van Pel esperan dar a conocer su proyecto y, al mismo tiempo, tener contacto con otros espacios en los que se hable de sostenibilidad y reciclaje. Creen que aprovechando la energía solar, se puede sacar un gran partido al coche eléctrico y están dispuestos a demostrarlo.
Un Skoda Enyaq iV muy eficiente
Además de las placas solares, en el interior también albergan una batería extra de 30 kWh de capacidad que almacena la electricidad recogida y la trasladan al Skoda Enyaq mediante corriente continua o alterna, en función de si necesitan cargas más rápidas o se pueden permitir otras más lentas. El objetivo final es que, al menos, el 51% de la energía utilizada durante el viaje se haya conseguido mediante las placas solares.
Con todas las baterías al máximo, creen que contarán con electricidad suficiente para unos dos días y medio y 400 kilómetros. “Conduciremos despacio, no tenemos prisa”, nos recalca Cox. Además, van Pel también nos recuerda que en muchas ocasiones tendrán que conducir por pistas y los animales son peligrosos, por lo que la velocidad alta está descartada. Salvo emergencia, se han prohibido a sí mismos conducir por la noche.
Los 400 kilómetros no son todo lo escasos que podrían parecer. El Skoda Enyaq iV tiene una batería con 77 kWh de capacidad útil y homologa 544 kilómetros disponibles. Hay que tener en cuenta que en este caso tiene que cargar con todo el peso de las placas solares, de las herramientas necesarias para garantizar la vida a bordo durante un año y el uso de ruedas todoterreno o la mayor altura de la carrocería y el impacto de la tienda de campaña. “Todo eso son cosas que tienen un gran impacto en la autonomía. Esperamos recorrer entre 150 y 200 kilómetros diarios, no tenemos prisa”, nos dice Cox.
Según sus cálculos, a 80 km/h podrán maximizar los kilómetros a realizar cada día. Si sus cuentas aciertan, a esa velocidad deberían situarse en unos consumos de 20 kW/100 km y creen que el frigorífico y otros elementos eléctricos deberían consumir otros 2,5 kW a lo largo del día. Es decir, en total deberían poder sobrevivir a diario con 32,5 kWh, incluyendo el viaje. Saben, además, que las inclemencias meteorológicas serán claves, no sólo a la hora de obtener energía, también de consumirla. Tener el viento a favor o en contra puede ser decisivo.
Y todo esto, ¿para qué?
Como ya hemos comentado, Renske Cox y Maarten van Pel tienen como objetivo ponerse en contacto con multitud de proyectos relacionados con la sostenibilidad y el reciclaje. Pero no es el único, además de querer mandar el mensaje claro de que el vehículo eléctrico es viable y que podemos aprovechar las energías renovables en nuestros automóviles, también quieren aprender de la experiencia.
Como decíamos, el Skoda Enyaq iV está monitorizado por Geotab, uno de los patrocinadores del proyecto. La empresa aporta apoyo en hardware y software mediante su dispositivo telemático GO9 y su propia plataforma online. Este aparato se conecta a la OBD del vehículo y es capaz de llevar a cabo un seguimiento preciso de lo que sucede dentro y fuera del vehículo. Por ejemplo, para vigilar cualquier detalle, cuenta con una pequeña cámara hacia el interior y otra hacia el exterior que graban todo lo que sucede.
El sistema guarda los archivos en su propia memoria y los envía a la nube cuando tiene cobertura. En caso de que se carezca de ella, los guarda y cuando los ha liberado puede volver a sobre escribir sobre ellos para garantizar que no se pierdan. Además, con sus logaritmos es capaz de alertar al conductor con un sonido si está cometiendo una infracción, como consultar el teléfono móvil.
Pero no sólo eso, lo verdaderamente interesante es lo que no se ve. El dispositivo de Geotab garantiza que los pilotos puedan estar geolocalizados por si surgiera cualquier imprevisto pero, además, pueden recopilar buena parte de los parámetros mecánicos del coche, como la velocidad a la que se ha circulado, los consumos de cada momento, la temperatura de la batería, el comportamiento de las mismas cuando se han enfrentado a temperaturas extremas o la degradación de las mismas. Todo ello son parámetros que Cox y van Pel entregarán a una de las universidades holandesas para que se puedan estudiar y mejorar la eficiencia de las baterías del futuro.
Para conocer más detalles de la expedición de Renske Cox y Maarten van Pel puedes seguir sus redes sociales y, además, estar atento a este espacio web donde se irán actualizando todos los datos obtenidos durante la aventura.
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La noticia Cruzar Europa y África en un coche eléctrico es posible si sabes cómo: 60 placas solares y mucha paciencia fue publicada originalmente en Xataka por Alberto de la Torre .