Lo primero es que el ser humano vuelva a la Luna. Ese es el objetivo del programa Artemis. Luego, probablemente Marte. Pero en la NASA quieren ir más allá y plantear viajes espaciales más y más largos.
Para lograr completarlos, eso sí, necesita resolver unos cuantos problemas, y entre ellos está el de los sistemas de propulsión que permitan recorrer esas enormes distancias. Ahora tienen un interesante candidato para lograrlo: el motor de detonación rotativa
El motor de detonación rotativa (RDRE, por Rotating Detonation Rocket Engine) se basa en explosiones hipersónicas en continuidad, y la teoría es que este tipo de combustión es un 25% más eficiente que la tradicional combustión por deflagración.
La NASA está de acuerdo, y de hecho ahora tiene un ejemplo real de esta tecnología. Sus ingenieros crearon un sistema con diversas partes impresas en 3D y fabricadas con una aleación de cobre llamada GRCop-42 y desarrollada por la agencia.
En las pruebas realizadas, este motor logró soportar las altas temperaturas y la presión que generan esas detonaciones hipersónicas, y produjo más de 1.800 kg de propulsión durante casi un minuto.
Este diseño, aseguran los responsables de la NASA, permite mover más masa con menos combustible, algo que facilitaría viajes al espacio más eficientes y sostenibles.
El éxito de la prueba nos lleva al próximo paso: la NASA prepara ahora un motor reutilizable de este tipo capaz de ofrecer una propulsión de 4.500 kg y que permitirá comparar su comportamiento con los tradicionales basados en combustible líquido.
Este proyecto no es el único en el que la NASA está trabajando para plantear alternativas a los actuales motores de las misiones espaciales. Desde hace años colabora con DARPA para la creación de un sistema de propulsión nuclear con el proyecto DRACO.
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La noticia La NASA quiere conquistar el espacio profundo: su nuevo sistema de propulsión promete ayudar a lograr ese reto fue publicada originalmente en Xataka por Javier Pastor .