El teletrabajo llegó para cambiarlo todo y, pese a que es un modelo en patente declive, su impronta se mantiene y ha evolucionado hacia un modelo de trabajo híbrido en el que los empleados pueden trabajar unos determinados días desde casa. Eso ha hecho que los días más cercanos al fin de semana sean los elegidos para no ir a la oficina y alargar un poco más la sensación de estar ya de fin de semana.
Sin asignación concreta. Las empresas no están siguiendo una pauta común a la hora de establecer el número de días de trabajo híbrido entre sus empleados e incluso la forma en la que deben consumirse esos días ya que algunas empresas están permitiendo agruparlos antes o después de las vacaciones de verano.
La tendencia más habitual entre las grandes empresas está siendo optar por tres o cuatro días de presencialidad en la oficina y uno o dos de trabajo en remoto, pero sin indicar específicamente qué días de la semana deben hacerse una o otra modalidad. Eso deja flexibilidad total al empleado para decidir cuando quedarse en casa…y ya ha decidido.
El tráfico no miente. El tráfico de las ciudades es un excelente medidor de la actividad empresarial. Sobre todo, cuando se concentra en los grandes centros financieros de las grandes ciudades, donde conviven las sedes de las grandes empresas y se aprecian de forma más gráfica el flujo de personas.
Una investigación de Financial Times basada en datos de la entidad Transport for London revela que los lunes y viernes, el volumen de desplazamientos hacia estos centros financieros se situaban en el 50% de los niveles prepandémicos, mientras que el resto de la semana se situaba en torno al 70%.
Estos datos tienen una doble lectura. La primera lectura que puede darse a ese descenso generalizado del 70% es el impacto que el teletrabajo todavía tiene en la jornada laboral, con un 30% de descenso en los desplazamientos a la oficina en un día laborable cualquiera. Pese a las reticencias de algunas empresas, el teletrabajo sigue siendo una herramienta muy efectiva para retener talento, sobre todo en el entorno tecnológico.
La segunda lectura es la predilección de los empleados por quedarse en casa los lunes y los viernes. En realidad, esto no es ninguna novedad ya que, incluso antes de la pandemia, muchas empresas ofrecíanjornadas reducidas los viernes. Sobre todo, en zonas con climas cálidos como en España. Un estudio realizado en diez ciudades de Estados Unidos por el proveedor de sistemas de acceso Kastle revelaque los americanos también son proclives a no ir a la oficina los viernes con una asistencia media de solo el 33%.
Oficinas con problemas del espacio. Antes del teletrabajo y su evolución en trabajo híbrido, las empresas tenían menos problemas a la hora de calcular su inversión en oficinas. Tienes 100 empleados, buscas una oficina para 100 empleados. Es sencillo.
Con la llegada del trabajo híbrido los cálculos se complican por que la empresa tiene un número X de empleados, pero la flexibilidad les permite elegir libremente el día que van a la oficina, por lo que no hay un porcentaje de ocupación fija y el espacio de las oficinas debe adaptarse para ser económicamente sostenible que unos días esté al 33% de su capacidad porque la mayoría de empleados están trabajando en remoto, y otros días esté cercano al 100%.
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Imagen | Pexels (Fatih Turan)
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La noticia La semana de cuatro días aún no ha llegado, pero el trabajo híbrido ya ha cambiado algo: viernes sin oficina fue publicada originalmente en Xataka por Rubén Andrés .