El pasado 28 de marzo, Goldman Sachs publicó un documento que señalaba que la Inteligencia Artificial generativa podría automatizar 300 millones de empleos que, actualmente, son realizados por personas. Sin embargo, el texto señalaba que “la buena noticia” es que “el desplazamiento laboral originado por la automatización ha sido históricamente compensado por la creación de nuevos trabajos”, lo cual puede dar lugar a un contexto en el que se produzca un ‘boom’ productivo que aumente el crecimiento económico.
ChatGPT y la semana de cuatro días. En este sentido, Goldman Sachs estimó que el aumento de la productividad provocado por la Inteligencia Artificial puede generar un aumento del 7% del PIB global. Ello refleja el potencial que tiene la IA aplicada a la economía. De hecho, Christopher Pissarides, Premio Nobel de Economía en 2010, mostró recientemente su confianza hacia la IA generativa afirmando que ChatGPT puede ser la puerta para implantar la semana laboral de cuatro días sin reducción salarial.
Optimismo. Según informó Bloomberg la semana pasada, el economista grecochipriota aseguró en una entrevista realizada en una conferencia en Glasgow ser “muy optimista” por el aumento de la productividad que pueden generar los chatbots como ChatGPT. “Podríamos aumentar nuestro bienestar en términos generales en el trabajo y tener más tiempo libre. Podríamos movernos fácilmente hacia una semana de cuatro días”, añadió Pissarides.
Lo mejor para los seres humanos. El economista afirmó que estas herramientas de IA generativa podrían encargarse de muchas tareas tediosas que se realizan en el trabajo, dejando “las cosas interesantes para los seres humanos”. Además, según Pissarides, pese a que el desarrollo de esta tecnología está siendo rápido, la adopción por parte de las empresas está siendo lenta, por lo que la automatización de determinados empleos será “menos dolorosa”.
Adaptación progresiva. En este sentido, Pissarides señaló que conocer el impacto real de los chatbots en la economía tomará mucho tiempo durante el cual la gente se adaptará poco a poco. “Lo que necesitas en este ajuste es, básicamente, mejorar las cualificaciones profesionales”. Es decir, si la IA se utiliza de la forma correcta y si los trabajadores y usuarios aprenden a trabajar con ella adecuadamente, herramientas como ChatGPT pueden contribuir positivamente a nuestra sociedad.
Similitudes. De hecho, este debate ya se planteó hace unos meses en el ámbito educativo. Tras saber que numerosos estudiantes estaban utilizando ChatGPT para realizar sus tareas académicas, muchos docentes dieron la voz de alarma. En enero, el departamento de educación de Nueva York decidió prohibir el acceso a este chatbot a través de los dispositivos electrónicos de las escuelas públicas de la Gran Manzana por sus “efectos negativos en el aprendizaje estudiantil”.
Alarma universitaria. Por su parte, las ocho principales universidades de Australia, agrupadas en el denominado Group of Eight, decidieron revisar en enero sus métodos de evaluación ante la detección del uso de ChatGPT entre sus estudiantes para realizar sus tareas y pruebas académicas.
La otra cara de la moneda. Sin embargo, hay quien defiende, en la línea de Christopher Pissarides, que si se emplea bien, ChatGPT puede aportar numerosas ventajas. En este sentido, Stewart Brown, profesor de educación primaria en una escuela escocesa, publicó en enero un tweet afirmando que el chatbot podía reducir el volumen de trabajo de los docentes. Como ejemplo colgó un vídeo en el que ChatGPT redactaba las instrucciones de una actividad de clase a partir de las pautas proporcionadas por el profesor.
Un uso correcto. En este amplio debate, Marc Romainville, profesor de la Universidad de Namur (Bélgica), afirmó en enero que ChatPGT permite desarrollar “competencias superiores de la inteligencia humana”. Ello sigue la línea de Pissarides y del informe de Goldman Sachs según la cual se acepta la existencia de este chatbot como un avance tecnológico más cuyas ventajas pueden ser inmensas si se utiliza de la manera correcta.
Más allá de la preocupación. En definitiva, el potencial de ChatGPT es colosal. Los estados observan esta herramienta con cautela con cautela, y algunos intelectuales y multimillonarios alertan de sus efectos negativos. En medio de esta incertidumbre, un premio nobel de economía toma la palabra y afirma que, si se utiliza correctamente, se podría aumentar el rendimiento económico y establecer la semana de cuatro días. Contribuyendo, de esta forma, a mejorar la sociedad.
Imagen: Pixabay
En Xataka | Italia ha abierto el camino: ahora más gobiernos europeos se plantean prohibir ChatGPT
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La noticia La semana de cuatro días cuenta ahora con un aliado inesperado, según el Nobel de Economía: ChatGPT fue publicada originalmente en Xataka por Javier Fernández .