Con los diamantes ocurre algo similar al petróleo, oro o uranio: si dibujamos un mapa en el que el espacio que ocupa cada estado va en función de su producción acabaríamos con un plano totalmente desproporcionado en el que un puñado de naciones lo acapara casi todo. El resto serían minúsculas o ni aparecerían.
Hace poco el diseñador gráfico Sam Parker decidió hacer un ejercicio parecido para Visual Capitalist y el resultado es un gráfico fascinante que refleja de forma clara el peso aplastante de dos naciones en el negocio de los diamantes, al menos si nos atenemos a la producción de en bruto en quilates y su valor.
¿Cuáles? Te lo explicamos.
Más diamantes, mismo mapa. El mapa de Visual Capitalist se basa en datos recabados por Kimberley Process (KP), una iniciativa creada para prevenir el flujo de diamantes de zonas conflictivas y en el que participan 85 países. Cada año su observatorio aporta una “foto” global de la producción de diamantes en bruto en todo el mundo, atendiendo tanto a su volumen como valoración. Y la de 2022 deja algunas lecturas interesantes. La primera, que la producción crece. La segunda, que la mayoría permanece en manos de un selecto club de naciones.
Lo que dicen las cifras. Sus balance de 2022 muestra una producción de diamantes en bruto de 119,9 millones de quilates con un valor de alrededor de 16.000 millones de dólares, considerablemente por encima de los 118,7 y 12.9000 anotados en 2021 o los 107,2 y 9.200 de 2020. En cualquier caso no representa un valor récord de producción. En 2017 la industria había rozado los 151 millones de quilates con un valor que superaba los 14.000 millones de dólares.
Lo que no ha variado en los últimos años son los dos grandes productores del mundo: la Federación Rusia y Botsuana, seguidos de Canadá y el Congo.
El dominio de Rusia. Si nos fijamos en producción de diamantes en bruto, el dominio ruso es aplastante. La federación registró 41,9 millones de quilates, casi el doble que Botsuana, que ocupa el segundo puesto del ranking con 24,5. En tercer lugar está Canadá (16,2), en cuarto la República Democrática del Congo (9,9) y en quinto Sudáfrica (9,6). El “Top 10” lo completan Angola, Zimbabue, Namibia, Lesoto, Sierra Leona y Tanzania, naciones todas situadas en África.
De minas y corporaciones. Rusia dispone de un enorme yacimiento de diamantes en Yakutia, en el extremo oriental del país. Allí se sitúan Aikhal, Udacchi o Niurba, algunas de las mayores minas del preciado recurso. Royal Coster calcula que solo la primera, Aikhal, genear una producción anual de unos 1,3 millones de quilates. En el país de Putin encontramos también Alrosa, señalada a menudo como la mayor empresa productora de diamantes del planeta. En 2021 su grupo alcanzó los 32,4 millones de quilates, según Statista, algo más que De Beers, una corporación sudafricana-británica que se quedó en 32 millones.
Cambios de escenario. Global Data precisa sin embargo que las sanciones impuestas a Rusia por la guerra de Ucrania han podido afectar a la actividad de Alrosa, complicando la obtención de financiación y los pagos a través de bancos sancionados. Aún así Rusia ha sacado pecho a lo largo de los últimos meses de la buena marcha de su negocio con el comercio indio, registrando un crecimiento interanual del 9% y resultados como no se veían desde hacía un lustro.
La propia Visual Capitalist indica que las tablas de Kimberley Process y las cifras que atribuyen a Rusia dan a entender que la producción de diamantes del país está eludiendo las sanciones por lo complejo que resulta rastrear la procedencia de los diamantes. Se calcula que alrededor del 90% de los diamantes se cortan y pulen en la India, a donde llegan también las piedras procedentes de Siberia.
De quilates a dólares. Una cosa es el volumen de producción y otra distinta su valor. Los quilates son clave, pero en la ecuación entran también factores como el corte, color o claridad. Esa diferencia explica que si bien Rusia se sitúa a la cabeza en extracción no sea la que alcanza una valor valoración en las estadísticas de KP. El observatorio asigna ese lugar a Botsuana con 4.700 millones de dólares, por encima de los 3.500 de Rusia, los casi 2.000 de angola y 1.900 de Canadá. En la lista del “TOP 10” en valoración sigue de nuevo naciones repartidas por África: Sudáfrica, Namibia, Zimbabue, Lesoto, Sierra Leona y Tanzania.
Repasando cifras… y mercados. Aunque cuando hablamos de diamantes solemos pensar automáticamente en joyería, lo cierto es que solo una pequeña porción de ellos acaban engarzados como piedras preciosas en anillos, pulseras o colgantes. Lo recuerda uno de sus grandes productores, Canadá, que precisa que apenas el 20% de la producción mundial se dedica a fines ornamentales.
El otro 80% se dedica a aplicaciones industriales y de investigación en las que los diamantes resultan clave por sus valiosas propiedades. “Al ser el material más duro conocido, los diamantes se han usado durante siglos como abrasivos para cortar, taladrar, esmerilar y pulir —abunda—. Es el uso industrial dominante”.
Hay un par de datos más que ayudan a entender el alcance del negocio y cómo se reparte a escala global. Statista calcula que en 2021 el valor total del mercado de joyas de diamante ascendió a 87.000 millones de dólares, 19.000 más que el año anterior. En cuanto a reservas, se calcula que Rusia y Botsuana se reparten las mayores del globo, con 600 y 300 millones de quilates, respectivamente.
Imágenes: Visual Capitalist y Kimberley Process Statistics
En Xataka: Hemos encontrado un nuevo mineral aún más duro que el diamante (y resulta que viene del espacio)
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La noticia Los países del mundo que más diamantes minan, ordenados por kilates en este gráfico fue publicada originalmente en Xataka por Carlos Prego .