Un helicóptero accidentado. Un aterrizaje de emergencia que terminó por salir mal. Dos personas que, por suerte, (y es lo más importante) no sufrieron daños de gravedad. Pero también un control de drogas que resultó positivo y la bomba de las redes sociales. Por supuesto, los chistes no se hicieron esperar.
Un control de drogas. Domingo, 5 de marzo de 2023. La noticia empieza a correr como la pólvora: un helicóptero Pegasus de la DGT se ha estrellado en Robledo de Chavela, una población situada a unos 60 kilómetros de Madrid. Por suerte, no hay que lamentar heridos.
Pero la verdadera noticia la publica El Periódico de España en la noche de ayer: el piloto del helicóptero iba drogado. Tras entender que después de las primeras asistencias de los servicios de emergencias llegaba el pertinente control de alcohol y drogas, el piloto se da a la fuga y llega a la cercana localidad de Villanueva de la Cañada donde intenta refugiarse en la casa de un familiar.
Allí, una patrulla de la Guardia Civil lo somete a un control de alcohol y drogas y comprueba lo que el piloto más temía: positivo en cocaína y metanfetaminas. Ahora, tendrá que enfrentarse a una denuncia por un delito contra la seguridad del tráfico aéreo, señala el diario.
La DGT. En un primer momento, se pensó que piloto y operador de cámara habían sido trasladados al Hospital Puerta de Hierro, como sí sucedió con este último, herido leve en el intento de aterrizaje. Sin embargo, la información de El Periódico de España terminó por desvelar lo que había sucedido en realidad.
Desde entonces, los chistes, las bromas, los montajes y los memes no han dejado de circular por Internet y por los grupos cerrados de redes sociales como Whatsapp o Telegram. Pero, por encima de todo, una lección nos queda: tampoco la DGT está libre del consumo de alcohol y drogas.
No es el primero… Aunque deseamos, por supuesto, que sea el último. Porque el piloto de la DGT no es la primera persona que en un control de alcohol y drogas ha dado positivo cuando lo que debería dar, más que nadie, es ejemplaridad.
El trabajador de Tráfico pasa a engrosar una lista donde hay políticos, actores, futbolistas y hasta jueces o agentes de la Guardia Civil. Más allá de las esperadas bromas, la conclusión es que la DGT no se equivoca cuando muestra mano dura con el consumo de alcohol y drogas al volante, así como con sus continuas campañas para encontrar a los conductores infractores.
Cómo afecta. El consumo de alcohol y drogas afecta de forma decisiva al comportamiento al volante. De hecho, en Argentina se está planteando si se debe emplear la estrategia de “cero alcohol” al volante, una medida que ya aplican algunos municipios del país. En España, esto solo se aplica a los menores que circulen en bicicleta o patinete.
Mientras que los efectos de las drogas dependen del tipo de sustancia consumida (mayor o menor relajación al volante, susceptibilidad para ser deslumbrado, falsa sensación de seguridad…), el alcohol aumenta los tiempos de reacción, influye negativamente en la capacidad motora, reduce la capacidad de seguir un objeto con la vista y el campo de visión, aporta una falsa sensación de seguridad y facilita la somnolencia.
Un problema en España. Los últimos datos aportados por la DGT señalan que en 2021 se registraron 450 positivos en alcohol y/o drogas a diario en el tiempo que duró una campaña de concienciación. 224 de ellos superaron la tasa de 0,60 mg/l en aire espirado, más del doble del máximo permitido.
De un estudio publicado el pasado verano, se extrajo que el 37,8% de los 180 peatones fallecidos en 2021 dieron positivo en consumo de alcohol o drogas. Se calcula que, en nuestro país, la edad media de inicio en el consumo del alcohol es de 14 años y sitúa en 15 años la edad en la que se experimenta la primera borrachera.
Tasas y sanciones. En cuanto a los márgenes permitidos de alcohol a la hora de ponerse al volante, en España se sigue permitiendo conducir siempre que los resultados arrojen menos de 0,50 mg/l de alcohol en sangre o 0,25 mg/l en aire espirado para la mayor parte de los conductores. Los profesionales y los noveles no pueden superar los 0,30 mg/l en sangre y 0,15 mg/l de alcohol en sangre. La presencia de drogas (sin medir la cantidad) es motivo de sanción.
Si hablamos de las sanciones, el positivo en alcohol o drogas es una de las infracciones más castigadas. Entre 0,25 mg/l y 0,50 mg/l de alcohol en aire espirado, la sanción es de 500 euros y cuatro puntos del carné de conducir. Por encima de esta cifra, el castigo se eleva a 1.000 euros y seis puntos menos. En el caso de ser reincidente, la resta de puntos sigue la misma escala, pero la multa será siempre de 1.000 euros. Los positivos en drogas siempre se castigan con 1.000 euros y seis puntos menos en el carné de conducir.
Los castigos más duros. Además, si el examen arroja más de 0,60 mg/l de alcohol en aire espirado, el Código Penal recoge en su artículo 379 que el conductor tendrá que enfrentarse a penas de cárcel de entre tres y seis meses, sanciones económicas variables, trabajos en beneficio de la comunidad y una suspensión de la licencia de entre 1 y cuatro años.
En los artículos 380 y 381 se especifica también que, si el conductor actúa con temeridad, la retirada del carné de conducir puede ser de hasta seis años y la pena de cárcel hasta dos años. Por último, si se establece que el conductor ha demostrado un menosprecio por la vida, la pena de cárcel se extiende de uno a dos años y la retirada del carné de conducir de seis a diez años.
Foto | iStock y Asociación de Guardias Civiles
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La noticia Ni la DGT está libre de conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas (y el accidente de Pegasus lo ilustra) fue publicada originalmente en Xataka por Alberto de la Torre .
