Dentro de unos días viviremos un nuevo cambio de hora, concretamente el que nos resta una hora de sueño, algo de lo que no andamos sobrados. O eso se puede entender del estudio que Apple y el Brigham and Women’s Hospital de Boston han hecho de forma conjunta.
En este estudio, el Apple Heart & Movement Study, sus investigadores analizaron los datos de los 42.000 participantes que habían monitorizado su sueño con su Apple Watch. Los resultados no fueron muy esperanzadores: el promedio fue de 6 horas y 27 minutos de sueño.
Objetivo: siete horas como mínimo y patrones estables
Los participantes de este estudio fueron voluntarios que se inscribieron en el programa Apple Research para ceder sus datos a la empresa con fines de investigación. Tras unas cuarenta noches durmiendo con el Apple Watch puesto, lo cual suma casi tres millones de noches de sueño entre todos los participantes, los investigadores recibieron los datos.
Ni una tercera parte de los involucrados cumplieron con el mínimo de 7 horas de sueño diarias que recomiendan las autoridades sanitarias. El 31,2% superaban esa cantidad, por el 68,8% que se quedaba por debajo.
Al contrario que con los métodos tradicionales con los que se hacían estos estudios, basados en encuestas, donde quienes responden lo hacen a partir de sus propias estimaciones (caso de España), en este estudio fueron los datos recogidos por los relojes inteligentes de los participantes quienes detallaron al segundo el tiempo de sueño de cada uno.
Los investigadores también analizaron la variación de la hora de inicio del sueño en función del día de la semana, distinguiendo entre días laborables y fines de semana. Tal y como se podría esperar, hubo variación y en los fines de semana, la hora de irse a la cama suele ser algo posterior a la de los laborables, especialmente entre los que más temprano empezaban a dormir.
El grupo más poblado fue el que se iba a la cama entre las once y las doce de la noche, seguido del que lo hace en la franja horaria anterior. Sobre todo este, el de las diez a las once, junto al de nueve a diez, son quienes más retrasan la hora de acostarse cuando llega el fin de semana.
El estudio también habla de que las personas con patrones de sueño más variables e inestables, es decir, que más cambian tanto en duración de la vigilia como en la hora de irse a dormir, tienden a tener un IMC más elevado y a mostrar síntomas depresivos, entre otros hallazgos.
Aunque la cantidad varía en función de la edad y también puede variar en función de cada persona, las recomendaciones de las principales entidades especializadas, como Mayo Clinic o Sleep Foundation, recomiendan un mínimo de 7 horas de sueño diarias para la población adulta, y algo más, entre 9 y 12, para niños y adolescentes.
Si tienes un reloj inteligente y quieres monitorizar tu sueño de cara a ser consciente de la cantidad de horas dormidas para asegurarte de dormir lo necesario, puedes probar las aplicaciones nativas que ofrecen las plataformas principales. O también alternativas algo más completas como AutoSleep.
Imagen destacada | Javier Lacort con MidJourney.
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La noticia Sabíamos que dormíamos poco y mal. Ahora los miles de datos del Apple Watch ilustran hasta qué punto fue publicada originalmente en Xataka por Javier Lacort .