Alemania se las prometía muy felices con sus trenes de hidrógeno: de momento las cuentas no les salen

Alemania se las prometía muy felices con sus trenes de hidrógeno: de momento las cuentas no les salen

Varapalo para el tren de hidrógeno en uno de sus grandes fuertes, Alemania, país que lo ha planteado como alternativa a los modelos diésel. Solo unos meses después de presentar la primera línea de ferrocarril de pasajeros propulsada con hidrógeno en la Baja Sajonia, la república ve cómo las expectativas que había depositado en la tecnología se enfrían de golpe. La razón: en otra región del país han hecho cálculos y, sencillamente, los resultados no lo dejan bien parado.

Las cuentas las acaba de presentar el estado de Baden-Württemberg, una amplia región del Sudoeste del país donde residen alrededor de 11 millones de personas. Con el objetivo de buscar alternativas a la tracción diésel en su red ferroviaria, sus responsables —detalla International Railway Journal (IRJ)— han encargado un estudio en el que se analizaban diferentes alternativas.

Sus autores, un consorcio que incluye a Tranport Technology Consult Karlsruhe y Komobile, examinaron 16 rutas y compararon la opción de la electrificación con otras vías, como el uso de maquinaria con baterías o de tracción con hidrógeno. A la hora de realizar sus cálculos tuvieron en cuenta la infraestructura que haría falta en cada uno de los supuestos, los costos de producción y mantenimiento, emisiones y sinergias. Entre todas, se prestó especial atención a las facturas.

Cifras elocuentes

El resultado no fue demasiado halagüeño para el hidrógeno. Su balance ha sido tan poco alentador que directamente las autoridades ha optado por relegar esa opción al dique seco. En el corto plazo, al menos. “La operación con trenes híbridos de hidrógeno no se considerará más en el futuro cercano debido a varias razones operativas y económicas”, concluye el ministerio germano en declaraciones recogidas por IRJ, que precisa cómo el hidrógeno se queda fuera de las recomendaciones.

En siete de las rutas analizadas aconseja los BEMU, siglas en inglés de unidad múltiple eléctrica de batería, y en otra media decena de casos habla de electrificación de la infraestructura.

¿Y qué dice el informe? Que en las rutas no electrificadas los trenes equipados con pilas de combustible de hidrógeno resultan menos eficientes que el uso de otros con baterías. Allí donde resulte posible y complete la infraestructura también considera preferible la electrificación.

Al valorar alternativas el hidrógeno presenta ventajas importantes, como que no requería modificar la infraestructura y apenas afectaba a las operaciones. Su punto débil son los elevados costes, tanto los necesarios para el abastecimiento como el consumo de energía, y la escasez de hidrógeno verde.

Trenes

Trasladado a cifras, eso significa que con el paso de las décadas su factura se dispara frente a las restantes alternativas contempladas en el informe para jubilar a los trenes diésel.

Durante un período de 30 años el “costo total de propiedad” con la opción de los trenes híbridos de hidrógeno se elevaría a 849 millones de euros, muy por encima de los 506 millones estimados para los trenes con batería híbrida o 588 de la electrificación. Las diferencias dependen en cualquier caso de la línea. Si se analiza la Nagoldtalbahn, en el valle de Nagold, el hidrógeno dejaría una factura de 476 millones frente a los 262 de los trenes con batería y 286 millones de la electrificación.

Las baterías también tendrían sus puntos débiles, por supuesto, como su limitada autonomía antes de exigir una nueva recarga o que, en la mayoría de casos, se necesitaría mejoras en la red.

Como precisa Rail Tech, aunque las autoridades ya no considerarán los trenes de pilas de combustible de hidrógeno en el futuro próximo al no haberse “afirmado en ninguna de las rutas examinadas”, en el estado aún hay previstas pruebas con este tipo de vehículos. En 2024, por ejemplo, un tren de hidrógeno de Siemens realizará recorridos de prueba en Nagoldtal.

En agosto las autoridades de Baja Sajonia celebraron también un acto en la localidad de Bremervörder, a siete horas en coche de Baden-Württemberg, para inaugurar la primera línea de trenes con este tipo de tecnología. El paso se enmarcaba en un proyecto iniciado hace ya años, en 2018, con la primera prueba comercial, y se centra en la ruta de Bremervörde, en la Baja Sajonia.

Imagen de portada: Alstom


La noticia Alemania se las prometía muy felices con sus trenes de hidrógeno: de momento las cuentas no les salen fue publicada originalmente en Xataka por Carlos Prego .

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