ARM está en guerra con Qualcomm. Si la gana, todos los cimientos de la industria se tambalearán

ARM está en guerra con Qualcomm. Si la gana, todos los cimientos de la industria se tambalearán

En el mundo de los procesadores móviles, ARM es el rey. Un rey un poco peculiar que hasta ahora hacía y dejaba hacer. Esa estrategia había funcionado hasta ahora, pero la industria está amenazada seriamente. ¿Por qué? Lo contamos.

ARM diseña y licencia, pero no fabrica. La compañía británica licencia diseños de chips (por ejemplo, núcleos de CPU o GPU) a empresas como Qualcomm, que utilizan esos “bloques” como si fueran piezas de LEGO para desarrollar y fabricar los SoC que usamos en nuestros dispositivos móviles.

Dos licencias. Hasta la fecha la empresa ofrecía dos tipos de licencias. La primera, llamada ARM Technology License (ATL) permite que se usen esos diseños y quien los usa paga por esos “planos”, además de un royalty por cada chip distribuido. La segunda es la ARM Architectural License (AAL), que permite a las empresas diseñar sus propios núcleos de CPU usando el conjunto de instrucciones de ARM. Eso da mucho más control a quienes licencian esos diseños, pagando además un royalty más pequeño por cada componente distribuido.

ARM demanda a Qualcomm. En septiembre ARM demandó a Qualcomm y a Nuvia por la violación de los acuerdos de licencia y de la marca registrada. En Qualcomm querían desarrollar procesadores ARM usando los diseños de núcleos de CPU que obtuvieron a través de la adquisición de Nuvia. Según ARM, no tenían permiso para ello.

Qualcomm contrademanda a ARM. Qualcomm no se ha quedado de brazos cruzados, y ha demandado a su vez a ARM. Los documentos que han llegado a los juzgados son parcialmente públicos, y lo que han revelado es inquietante.

ARM se vuelve (muy) avariciosa. Como explicaron en SemiAnalysis, ARM planea no licenciar sus diseños de CPUs a empresas como Qualcomm: solo licenciará a fabricantes de dispositivos, de modo que las Samsung, Xiaomi o OnePlus del mundo tendrían que negociar con ARM y licenciar el uso de procesadores basados en tecnología ARM, algo que hasta ahora tenían cubierto al comprar los chips de Qualcomm.

Espera, que hay más. En esa contrademanda se indica además que los fabricantes de chips no podrán mezclar elementos externos en sus SoC. Tradicionalmente Qualcomm (o MediaTek) usaban una CPU y una GPU de ARM, pero luego añadían su propia NPU o su propio ISP, lo que diferenciaba esos diseños. Con la nueva filosofía de ARM, no podrían hacerlo.

Cambio radical en la industria. Si lo que afirma Qualcomm en su demanda es cierto, las implicaciones serían gigantescas para la industria. El cambio de licenciar a fabricantes de chips para pasar a licenciar a fabricantes de dispositivos hace todo mucho más complejo y daría mucho más poder a ARM, que además podría negociar términos y condiciones distintas según cada fabricante —probablemente presionando más a los más pequeños—.

¿Por qué estropearlo todo? La industria funcionaba de forma fantástica hasta ahora. Las licencias de ARM daban suficiente flexibilidad para que los fabricantes avanzasen en ciertos apartados a partir de una base común, pero ahora estas teóricas nuevas políticas limitarían la innovación y concederían un control sin precedentes a ARM. Es como si ARM pretendiese ahora en convertirse en fabricante además de diseñador/licenciador, algo que no parece probable.

Consecuencias impredecibles. Es difícil saber el impacto real que algo así tendría en la industria. Apple y NVIDIA son empresas que tienen acuerdos “favorables” con ARM según SemiAnalysis, y no queda claro si esa nueva estrategia se aplicaría “a dedo” y a empresas como Qualcomm, dejando tranquilas de momento a esos grandes aliados. Lo que es evidente es que si el modelo cambia, fabricantes tradicionales de chips ARM como Qualcomm o MediaTek podrían ver sus negocios comprometidos. Eso, por cierto, abre las puertas a otra alternativa.

RISC-V. La arquitectura abierta sigue estando lejos de lo que se ha logrado con los diseños de ARM, pero si la empresa británica se cierra en banda podríamos asistir a un punto de inflexión que plantearía el impulso de diseños RISC-V. Es algo poco probable a corto plazo, pero puede que con esa medida el empujón a estos diseños “Open Source Hardware” sin royalties fuera definitivo. En Intel ya han abierto la puerta a esta arquitectura, por ejemplo.


La noticia ARM está en guerra con Qualcomm. Si la gana, todos los cimientos de la industria se tambalearán fue publicada originalmente en Xataka por Javier Pastor .

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