Cómo el proyecto fallido de la Mir-2 acabó siendo un elemento esencial de la Estación Espacial Internacional

Cómo el proyecto fallido de la Mir-2 acabó siendo un elemento esencial de la Estación Espacial Internacional

Cuando la Unión Soviética empezó a montar en órbita la Estación Espacial Mir en 1986, los responsables del proyecto estimaban que esta ambiciosa y compleja estructura tendría una vida útil de cinco años. Pero la nación euroasiática tenía el firme objetivo de mantener su presencia en el espacio durante mucho más tiempo. La solución, según el Archivo Estatal Ruso de Documentación Científica y Técnica (RGANTD), consistía en construir una estación espacial de reemplazo llamada Mir-2. 

Se trataba de un laboratorio orbital de nueva generación, aunque más bien modesto y basado en muchas de las tecnologías ya desarrolladas para el programa espacial soviético. Sin embargo, recoge Astronautix, todo lo planificado inicialmente para la Mir-2 cambió con el anuncio de la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI) impulsada por Roland Reagan a finales de la década de 1980. Estados Unidos acaba de oficializar un importante movimiento que contemplaba poner activos militares en el espacio. 

Un proyecto con muchas ideas y vueltas

En ausencia de cambios en los planes, el concepto de la Oficina de Diseño KB Salyut posiblemente hubiese prosperado. Fotografías de los documentos originales señalan que la Mir-2 habría contado con cuatro módulos de 70 toneladas y 330 metros cúbicos cada uno. A nivel de suministro energético, se contemplaba la instalación de cuatro paneles solares extendidos capaces de generar hasta 30 kW. La estructura se situaría a 65º a unos 300 o 450 kilómetros de la superficie terrestre. 

Para llevar a todos los módulos hasta la órbita, la URSS se vería obligada a recurrir a una variante de carga del sistema de lanzamiento Energía diseñado para el Transbordador Espacial Burán. Recordemos que hasta ese entonces los soviéticos habían confiado principalmente en su sistema Protón, que había resultado muy efectivo, pero que podía transportar una carga útil máxima de 20 toneladas. El sucesor del fallido sistema N1 prometía elevar el mencionado límite hasta las 80 toneladas. 

Mir 2 Concept

Concepto de la Mir-2

En cualquier caso, entraron en juego los conceptos de la Oficina de Diseño NPO Energía. A diferencia de lo ideado anteriormente, aquí se priorizaba la idea de enviar al espacio un único módulo de 84 toneladas. Estaría ubicado en órbita a unos 400 kilómetros de la Tierra en un ángulo de 97º, que brindaría una ventaja estratégica de observación. Pese a ser más pequeña, daría un importante salto a nivel de tamaño y distribución de los paneles solares, permitiendo que estos suministraran hasta 50 kW de energía.

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Diagrama del módulo Zvezda

A medida que el proyecto se enfrentaba a numerosos desafíos políticos, técnicos y económicos, NPO energía presentó varios proyectos más. Por ejemplo, desde la utilización del módulo DOS-8 (17KS No. 128) de 20 toneladas para construir una estación de 120 toneladas hasta la puesta en órbita de módulos de más de 80 toneladas para montar una estación espacial de unas 500 toneladas y de dimensiones descomunales.

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Zvezda en la ISS

Lo cierto es que dentro de las fronteras de la Unión Soviética se vivían tiempos complejos. La Mir-2 había sido concebida con la existencia del Transbordador Burán en mente, pero tras la caída de la URSS, el programa de aquella avanzada nave espacial reutilizable acabó quedando en el olvido junto con el sistema de lanzamiento Energía. Rusia, más tarde, se negó a abandonar el proyecto e ideó numerosas alternativas para construir la sucesora de la Mir con los que recursos de transporte espacial que tenía a disposición.

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La tripulación del STS 135 en el módulo Zvezda

Con el paso del tiempo, el proyecto fue disolviéndose, incluso se propuso la idea de desarrollar la Mir-1.5, un proyecto a mitad de camino entre la Mir y la Mir-2, que tampoco prosperó. Pero el módulo central que se había desarrollado como eje del proyecto, el DOS-8 (prácticamente idéntico al DOS-7 de la MIR), se encontraba en una importante etapa de desarrollo: la estructura había sido finalizada en 1985 y la instalación de componentes internos en 1986.

En paralelo, Estados Unidos estaba planificando el desarrollo de la Estación Espacial Freedom en colaboración con agencias espaciales de otros países como la Agencia Espacial Europea (ESA), la Agencia Nacional de Desarrollo Espacial de Japón (NASDA) y la Agencia Espacial Canadiense (CSA). Para 1993, Rusia se unió a aquel proyecto que fue renombrado a Estación Espacial Internacional (ISS). Así, módulo DOS-8 fue renombrado como Zvezda y destinado a la ISS.

El 12 de julio del 2000, un cohete Protón puso en órbita al Zvezda, que se convirtió en el tercer módulo de la nueva estación espacial, y el encargado de proporcionar los sistemas de soporte vital y hábitat para varios astronautas. Además, claro, puertos de acoplamiento y espacios de transferencia de tripulación. Academia-lab, señala además que el módulo también es el hogar de la antena Lira de alta ganancia utilizada establecer comunicaciones con Tierra.

Imágenes: NASA | Roscosmos

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La noticia Cómo el proyecto fallido de la Mir-2 acabó siendo un elemento esencial de la Estación Espacial Internacional fue publicada originalmente en Xataka por Javier Marquez .

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