Cuando OPPO se propuso conquistar Europa, su apuesta fue el OPPO Reno. Era un móvil encuadrado en la recién nacida -en 2019- gama alta premium que apostó por un diseño espectacular y un mecanismo de cámara retráctil que simulaba la aleta de un tiburón.
Poco a poco, los Reno fueron dando pasos en otras direcciones gracias a diferentes versiones para no perder esa esencia de gama alta premium, pero también lograr llegar a más usuarios con modelos de gama media y gama media alta. Su última apuesta es un OPPO Reno 10 Pro que quiere convertirse en uno de los mejores móviles en su segmento y que analizamos a continuación tras llevarlo una semana y media como móvil principal.
Ficha técnica del OPPO Reno 10 Pro
Curvas y uno de los acabados más bonitos del año
Aunque el Reno perdió su aleta a partir de la segunda generación, mantuvo su idea de acercar un móvil de acabados premium a usuarios que no quieran gastar más de 800 euros. Eso es algo palpable en cuanto abrimos la caja, ya que lo que nos encontramos es un terminal que sienta genial en la mano y que nos encantó desde las primeras impresiones.
Las curvas se han convertido en una constante de esta familia y, así, tenemos laterales redondeados tanto en el frontal como en la trasera. Llega en dos colores (negro y lila) y tengo que decir que mi unidad me parece preciosa. Está acabada en cristal totalmente liso, aunque la capa de color va por dentro, tiene cierta textura y otorga un acabado muy interesante.
Eso sí, se notan las huellas. No con extremada facilidad, pero están ahí e imagino que en el color negro serán más evidentes y, además, es un móvil que parece que quiere escaparse. Es resbaladizo tanto en la mano como en ciertas superficies y sí, puede arreglarse con una funda, pero no hay ninguna en la caja.
El módulo de cámaras rectangular de anteriores generaciones da paso a uno ovalado. Siguen sin ser módulos discretos, pero es una alegría contar con tres cámaras que sirven para algo, ya que no hay ninguna de relleno.
Ya hablaremos más adelante de esto, pero el diseño del módulo también está muy cuidado, combinando el cristal y el vinilo con una textura que solo apreciaremos si pasamos el dedo por encima. Y sobresale lo suyo, así que el móvil baila cuando está apoyado en la mesa y escribimos. Aunque bueno, a estas alturas es algo a lo que nos hemos tenido que acostumbrar.
Los laterales son de plástico, con unos botones en la parte derecha que están a una buena altura y en el frontal tenemos una pantalla de diagonal considerable. El panel es AMOLED de 6,7 pulgadas y aprovecha genial el frontal. La barbilla es muy delgada y el frontal aumenta esa sensación de tener un móvil premium.
La resolución es FullHD+, el refresco es de 60 o 120 Hz y los colores son vivos. Para disfrutar de contenido en casa, es un móvil muy interesante porque, realmente, la pantalla se ve genial. Llega configurada en el modo ‘Intenso’, aunque yo la he puesto en ‘Cinemático’ porque considero que los tonos son más naturales. Cuenta con el 100% del espectro DCI-P3 cubierto y una profundidad de 10 bits, así que es el modo que te recomendaría.
Como digo, es un panel que se disfruta mucho viendo contenido como anime, ya que ahí los colores resaltan mucho. Sin embargo, encontramos una limitación importante: el brillo. OPPO especifica 500 nits en modo normal, 800 nits en modo HBM y picos de 950 nits en modo HDR. Esto último lo tienes que activar manualmente en el apartado de configuración de pantalla y sí, se nota, pero quizás no es necesario.
Habría sido conveniente un brillo máximo mayor porque, a plena luz veraniega en exteriores, puede haber situaciones en las que la pantalla no se vea tan bien como debería. Me ha pasado a la hora de hacer alguna foto en horas en las que el Sol está pegando con fuerza. No es dramático y no es que no veas absolutamente nada, pero considero que algo más de brillo habría venido muy bien.
Además, el sensor aunque es preciso cuando toca subirlo ese brillo, no lo es tanto a la hora de ajustarlo en interiores con una luz suave. Muchas veces lo deja por debajo de lo que debería, teniendo que retocarlo manualmente. Aparte del brillo, otra concesión es el sonido. De los altavoces estéreo de la generación anterior, pasamos a un único altavoz ubicado en la parte inferior.
Tiene un buen volumen, pero si pasas del 80% va a distorsionar y te recomiendo que uses auriculares si realmente quieres disfrutar del contenido. Cuenta con los codecs habituales LDAC, LHDC, aptx-HD y los perennes SBC y AAC, así que no tendrás problema para escuchar audio de calidad con unos buenos auriculares.
Fluidez absoluta con un procesador que se ha quedado atrás
Esa sensación premium del exterior se pierde cuando nos fijamos en el interior. Nos volvemos a encontrar con el Snapdragon 778G, un SoC que tiene algo más de dos años y que vimos hasta la saciedad en muchísimos terminales de gama media y alta en su día.
Nos falta algo de ambición aquí y, en un móvil de este precio, esperaríamos encontrar algo como el Snapdragon 7+ Gen 2 o, incluso, el Snapdragon 870, por mencionar uno con dos años a sus espaldas, pero que sigue rindiendo a la perfección.
Pero bueno, volviendo al Snapdragon 778G, es un SoC de seis nanómetros con un núcleo a 2,4 GHz, tres a 2,2 GHz y cuatro de bajo consumo a 1,9 GHz. La GPU es la Adreno 642L y está acompañado por 12 GB de RAM LPDDR4X a 2.133 MHz.
El almacenamiento es UFS 2.2 y he medido velocidades de 418 MB/s de escritura y 553 MB/s de lectura. No es un almacenamiento que cumpla los estándares de la gama alta de 2023, pero es una limitación del SoC escogido.
Hemos comparado con móviles actuales en su mismo precio -el Nothing Phone (2)-, pero también con móviles más asequibles que montan procesadores más recientes. Incluso el Snapdragon 7 Gen 1 del Honor 90 le habría sentado de maravilla, y considero que las puntuaciones de los test hablan por sí mismas.
Pero bueno, aunque no me entusiasma el hardware, tengo que decir que los juegos recientes siguen rindiendo de maravilla. No vas a poder configurar ‘Call of Duty Mobile‘, ‘Diablo Immortal‘, ‘Genshin Impact‘ o ‘Honkai: Star Rail‘ al máximo, pero en calidad media se siguen disfrutando muchísimo y la estabilidad de la GPU ante el calor es buena.
Y si no juegas, ColorOS 13.1 es muy fluido. Corre sobre Android 13 y sí, no es la capa más ligera porque tiene una gran cantidad de animaciones y colores a los que te debes acostumbrar, pero es tremendamente estable. En esta semana y media no he tenido problema alguno con procesos que se queden pillados, ralentizaciones o bloqueos.
Todo ha ido como la seda, aunque me gustaría un orden algo más lógico de algunos elementos del sistema. Por ejemplo, las opciones de la pantalla Always-on Display (de las que más me gustan en Android, por cierto) no están en el apartado de ‘Pantalla de inicio y pantalla bloqueada’, que es donde deberían estar, sino en ‘Fondos de pantalla y estilo’.
Pero bueno, es una pequeña queja de un sistema que ha mejorado mucho estas últimas generaciones, que ofrece un montón de opciones de configuración y que, como digo, es muy estable. Y sí, lo estaba dejando para el final porque es algo que seguramente ya esperabas: trae bloatware.
Se desinstala fácil y es por razones comerciales, pero tenemos Joom, TikTok, Amazon, Facebook, Netflix, LinkedIn, Booking, Snapchat, varios juegos chorra, ‘Genshin Impact’ y hasta la app de Miravia justo cuando iniciamos el teléfono. Demasiado.
Sobre las actualizaciones a largo plazo, veremos qué pasa. Hasta el año pasado, OPPO garantizaba dos actualizaciones de software más una adicional de seguridad, pero hace unos meses anunciaron que este año empezarían a ofrecer cuatro años de actualizaciones de Android y cinco de seguridad en móviles de gama alta selectos. Desde luego, teniendo en cuenta precios y la competencia, es un apartado en el que aún tienen margen de mejora.
La batería del OPPO Reno 10 pro cuenta con 4.600 mAh. Como siempre, va a depender muchísimo del uso que cada uno haga del teléfono, pero he tenido entre algo más de un día con seis horas de pantalla hasta dos días con entre cuatro y cinco horas de pantalla.
Me esperaba algo más teniendo en cuenta el procesador y el brillo de la pantalla, pero lo bueno es que la carga es de 80 W, el cargador viene en la caja y puedes regenerar el 50% en menos de lo que tardas en organizar la compra en la cocina. Te dejamos los tramos, con un 100% que se alcanza en algo más de media hora:
- 15% en 3 minutos
- 30% en 6 minutos
- 50% en 13 minutos
- 75% en 22 minutos
- 100% en 34 minutos
Cámaras todoterreno sin macro y con telefoto
Las cámaras fueron una grata sorpresa cuando se anunció este modelo e iré al grano: no hay ni una cámara de profundidad ni una enfocada al macro. No hay cámaras superfluas y la configuración es bastante interesante:
- Principal: sensor Sony IMX890 de 50 megapíxeles, tamaño de 1/1,56 pulgadas, píxel de una micra y lentes f/1.8 con estabilización óptica.
- Telefoto: sensor Sony IMX709 de 32 megapíxeles con un tamaño de 1/2,74 pulgadas, píxel de 0,8 micras, lentes f/2.0 y dos aumentos ópticos.
- Gran angular: 8 megapíxeles con un tamaño de 1/4.0 pulgadas, píxeles de 1,12 micras y apertura f/2.2.
El gran angular es el más normalito, algo que veremos con ejemplos, pero antes de llegar a eso, hay que comentar que la aplicación es estable, con las opciones básicas al alcance del dedo y no permite disparar en RAW. Sí vas a poder hacerlo a resolución completa tanto con el sensor principal como con el telefoto.
Es una cámara que me ha gustado por ser versátil y está en la línea de lo que ofrecen otros modelos del grupo, como el Find N2 Flip. El resultado son fotos contrastadas cuando tomamos instantáneas de primeros planos, con un buen desenfoque de fondo natural y con una estética que podemos subir a redes sociales sin tener que retocar.
Tiene buen nivel de detalle y, siempre que no sea de noche, las fotografías cumplen perfectamente. El procesado tiene un punto de nitidez más subido de lo que me gustaría, pero en días con buenas condiciones, las fotos son resultonas. Además, me gusta mucho el procesado de las capturas en alta resolución.
Hay móviles que, cuando disparamos a resolución completa, no son capaces de calcular bien el HDR. En el ejemplo que tienes justo arriba puedes ver que son fotografías con un nivel de sombras y altas luces muy similares. En el modo automático hay destello alrededor del Sol, pero el punto de medición también es ligeramente diferente.
Gracias a ese procesado, puedes disparar con total tranquilidad con el modo de alta resolución, pero la fotografía ocupa considerablemente más (de unos 4 MB a unos 13 MB) y si te gusta un detalle de una escena, en lugar de disparar con los 50 Mpx, quizá es mejor hacerlo con el telefoto.
Es un 2x que me ha gustado por esa versatilidad que aporta y que ofrece un buen resultado en condiciones de buena luz. En el retrato se le puede ir un poco la cabeza (ha cortado el tallo de la flor de la derecha), pero los resultados, de nuevo, son resultones para redes sociales.
Además, me gusta el procesado de los colores, extremadamente similar a lo que encontramos en el sensor principal, y en condiciones ideales, el resultado es muy bueno. Ahora bien, si tiramos de aumentos digitales, la cosa cambia.
En la primera imagen tienes una foto con el 2x, pero en pantalla aparece la opción de ir a un 5x, que podemos estirar hasta un 20x digital, y los resultados varían mucho. Me he encontrado con ghosting en ciertas fotografías con ese zoom digital, algo que con esas condiciones de luz no debería suceder. Ocurrió lo mismo con el Flip N2 y es algo que deberían revisar desde OPPO.
En el gran angular encontramos el sensor más flojo. Es lógico viendo tanto la resolución como, sobre todo, el tamaño del mismo, pero aunque se intentan hacer cosas bien (como un procesado de color muy similar entre sensores), en cuanto ampliamos se ven las costuras.
Como ves, los colores son muy parecidos, pero en estos dos recortes vemos diferencias considerables. En el principal tenemos ese exceso de nitidez artificial en las hojas del árbol, siendo en el gran angular más como una masa verde. En el caso de Don Quijote, en el principal podemos apreciar la textura de la estatua mientras que en el gran angular la superficie parece totalmente plana.
De noche se acentúa esa carencia de textura, algo visible en las piedras de la fachada, pero de nuevo, me gusta que los colores sean consistentes y que el cielo se muestre tal y como era ante mis ojos. No es una fotografía nocturna que quiera convertir la noche en día y, excepto algunos casos, parece que es una moda que ha terminado.
Si pasamos al frontal, tenemos un sensor de 32 megapíxeles f/2.4 que, curiosamente, no se pasa con la nitidez artificial y controla bastante bien las luces, incluso en el modo retrato. Ahora bien, como con el retrato del 2x, OPPO deber prestar atención al recorte, ya que podría ser algo más preciso.
Para terminar con las cámaras, tenemos un apartado de vídeo capaz de grabar a 4K30 como máximo, pero solo con el sensor principal. Con el telefoto y el gran angular, la grabación está limitada a 1.080p.
Ese es el menor de sus problemas, ya que tenemos una estabilización óptica que parece no funcionar en el modo 4K con la cámara principal, dando como resultado vídeos trepidados incluso aunque estemos totalmente quietos. Cuenta con un modo ultraestable que baja la resolución a 1.080p60 y ahí sí tenemos una muy buena estabilidad, pero a costa de la definición.
OPPO Reno 10 Pro, la opinión de Xataka
Llegamos al final del análisis del OPPO Reno 10 Pro y la sensación que me queda tras estos días es que es un móvil de contrastes. Considero que el diseño y la fotografía -pese a sus puntos no tan brillantes- son los apartados más fuertes del terminal. Es un móvil precioso, con buenos materiales y realmente me gusta la estética.
No contar con cámaras de relleno también es algo muy interesante porque no uso ni el macro ni las cámaras de profundidad, pero tener un sensor principal que cumple con solvencia en casi todas las situaciones y un 2x óptico sí es de utilidad. Además, el procesado me parece correcto y estos días he subido muchas fotos a redes sin tener que retocar nada. Fotos del día a día que quedan resultonas, y al final eso es lo que hacemos la mayoría.
La pantalla me gusta pese a las curvas (no soy muy de curvas) y el contenido colorido se ve de maravilla, pero echo en falta más brillo en exteriores y sonido estéreo para disfrutar al máximo sin necesidad de ponerme auriculares. La batería es correcta, no notable, pero la carga rápida es sobresaliente. Y el rendimiento bruto no está a la altura de un móvil de 649 euros, pero la experiencia de usuario es muy buena gracias al software.
Como decía, un móvil de contrastes, con “peros” en cada apartado y un terreno en el que, ahora mismo, es complicadísimo jugar, ya que se encuentra en una gama alta con rivales durísimos tanto por debajo como por encima debido a móviles del año pasado que han ido bajando de precio.
El dispositivo ha sido cedido para la prueba por parte de OPPO . Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas .
En Xataka | El simple gesto diario para proteger y mejorar el rendimiento de tu móvil en pocos segundos
– La noticia OPPO Reno10 Pro, análisis: uno de los mejores diseños del año para competir en un mar repleto de tiburones fue publicada originalmente en Xataka por Alejandro Alcolea .