Comparten más de 1.200 kilómetros de frontera y sin embargo, en lo que a comunicaciones ferroviarias se refiere, España y Portugal viven prácticamente de espaldas. Salvo alguna honrosa excepción, la oferta entre ambos países exige a los pasajeros resignarse a afrontar tediosos transbordos que decantan la balanza del lado del coche. El oportuno “rodillo” de la pandemia tampoco ha ayudado. Se lo reconocía a El País sin tapujos en junio de 2022 el hasta hace no mucho ministro luso de Infraestructuras y Vivienda, Pedro Nuno Santos: “Es incomprensible que los dos vecinos tengan conexiones ferroviarias tan frágiles”.
Ambos países llevan un tiempo dando muestras de querer cambiar ese panorama. Y la XXXIV Cumbre Hispano-Portuguesa que acaba de celebrarse en Lanzarote les ha servido para renovar el mensaje… y deslizar, de paso, unas cuantas ideas.
Un apuesta por el tren entre vecinos. He ahí una de las ideas que ambos Gobiernos quisieron trasladar como broche a la Cumbre Ibérica, cita celebrada esta misma semana en Lanzarote, con España y Portugal pasando por un momento especialmente dulce a nivel diplomático tras sus logros en Bruselas.
“España y Portugal estamos dando un impulso al transporte ferroviario entre ambos países, en línea con la política de la Unión Europea de situar al ferrocarril en el centro de una movilidad sostenible”, celebraba la ministra Raquel Sánchez. No es la primera vez a lo largo de los últimos meses —buen refleja es la entrevista de Nuno Santos con El País— que el tema se pone sobre la mesa ibérica.
El Corredor Atlántico es fundamental para conectar la Península Ibérica con el resto de Europa y reforzar la permeabilidad de las fronteras.
Así lo he transmitido a João Galamba, ministro portugués, durante la celebración de la XXXIV cumbre bilateral Hispano-Lusa en Lanzarote. pic.twitter.com/waCvisEnoS
— Raquel Sánchez (@raquelsjimenez) March 15, 2023
De las declaraciones de intenciones… Al detalle, que es uno de las señales para el optimismo que han querido dejar ambos Ejecutivos. Más allá del cruce de declaraciones, Madrid y Lisboa han querido hacer balance de algunos de los pasos que ya se han dado. Y sobre todo de los que se darán. Entre estos últimos destacan dos importantes para la operativa ferroviaria entre ambos territorios.
Primero, que a partir de ahora los maquinistas de Comboios de Portugal (CP), la operadora lusa, ya no tendrán que acreditar el nivel B1 de español. Segundo, y este resulta especialmente significativo para España: Transportes desliza que ahora le toca a Renfe obtener el Certificado de Seguridad en Portugal. Se trata del mismo documento que aspira a conseguir en Francia para operar en todo su territorio.
La conexión entre Madrid y Lisboa. Sin duda, uno de los puntos que más expectación genera es el de la ruta entre las dos capitales ibéricas, cubierta hasta antes de la pandemia por el trenhotel Lusitania y que —como recuerda Moncloa— figura junto al corredor Lisboa-A Coruña en el plan elaborado por la Comisión Europea para impulsar el ferrocarril en los desplazamientos transfronterizos.
En España se inauguró ya en verano el tramo de 150 km de alta velocidad que transcurre entre Plasencia, Cáceres, Mérida y Badajoz tras una inversión de 1.700 millones que permitió recortar en 51 minutos el trayecto entre Madrid y la capital pacense. El 6 de marzo se ponía en servicio la conexión de la plataforma logística del Sudoeste de Europa con la red de Adif entre Badajoz y la frontera, lo que —según el Gobierno— permite “una mayor integración del sistema logístico de ambos países”. Este verano se prevé la electrificación Badajoz-Monfragüe.
Los pasos al otro lado de la Raya. Portugal quiere poner ahora en marcha su primera línea de alta velocidad, un corredor de 90 kilómetros entre Évora y Elvas que dejaría la nueva infraestructura a las puertas de la Raya. El objetivo es que la línea esté lista ya este mismo año tanto para mercancías como pasajeros.
El primer ministro luso, António Costa, llegó incluso a asegurar que en 2024 la línea de conexión con un tren rápido entre Badajoz y Lisboa será ya una realidad: ambas urbes estarán conectadas así en cerca de una hora y 50 minutos.
Con la vista puesta en el norte. El corredor Lisboa-Extremadura, y por extensión con Madrid, no es el único que centra la atención de ambos Ejecutivos. En el balance ferroviario con el que cerró la cumbre, el Ministerio de Transportes destacaba también la licitación del contrato para redactar y tramitar el estudio informativo de la Salida Sur de Vigo. ¿Qué es eso? La conexión con la que quiere mejorar la comunicación entre el sur de Galicia y el norte de Portugal, ya enlazados ahora con el conocido como Tren Celta, que a pesar de tener mejoras previstas no puede competir, ni en tiempos, ni frecuencias, con los viajes por carretera.
“La Salida Sus constituye una pieza fundamental de la nueva línea de alta velocidad Vigo-Oporto”, destacaba esta semana el departamento de Raquel Sánchez, al presentar los últimos avances administrativos. El Ejecutivo luso ya ha mostrado su interés en la infraestructura del norte, que podrá enlazar con la línea del Eje Atlántico con A Coruña. Su potencial ya ha atraído el interés privado.
Imagen de portada: Pablo Nieto Abad (Flickr)
En Xataka: La inesperada resurrección del tren hotel: cómo Europa lo está impulsando de nuevo frente al avión
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La noticia Renfe llama a una puerta que parecía cerrada desde hace unos cuantos años: la de Lisboa fue publicada originalmente en Xataka por Carlos Prego .